PEDIDOS CERRADOS.
Historias +18 (al menos la mayoría) sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Llegaste de la universidad y tiraste tu mochila al suelo, por fin era viernes y lo único que pedía tu cuerpo era descansar, pero había un pequeño grupo de chicas que no tenían planeado exactamente eso.
- ¡Giiiirl, espero que estés lista para esta noche! - Una alíen entró de una patada a tu departamento.
- Dios pero que susto.. ¿Qué, esta noche? Ay no, no me jodas Mina... Tuvimos toda la semana con parciales, quiero dormir hoy... - Dijiste con flojera y tirándote en el sofá.
- Que lástima, porque están viniendo Momo, Jiro, Asui y Kendo.
- Te detesto.
Como dijo la chica rosada, sí, tus 4 amigas restantes terminaron por llegar a tu depto, así que después de muchas súplicas (y un par de shots de vodka) lograron convencerte de salir. Hoy una chica de la universidad haría una fiesta en su casa, así que todas tus amigas y tú incluida, yacían vistiéndose y maquillándose para ir.
Un par de horas más tarde, ya estaban en camino al lugar y al llegar, entraron cual grupo de Mean Girls. Se sentían hermosas y sensuales, allí habían ido con varios objetivos y no se iban a ir del lugar hasta cumplirlos todos.
Luego de charlar un poco con gente, acompañaste a Momo a buscar algún trago a la cocina. No estaban aburridas, pero eran las que menos batería social tenían.
- Si no encontramos a nadie con quien estar esta noche, hacemos lo de siempre, ¿te parece? - Dijo Momo y estabas por asentir con la cabeza, pero una figura alta te descolocó.
Habían llegado, o tal vez ya estaban y no los viste, dos chicos que nunca habías visto en tu vida. Uno alto de cabello negro vestido del mismo color, con cicatrices en la cara que se expandían al cuello y un chico un poco más bajo pero no tanto, rubio, con alas y un porte de ser un rompe corazones.
Pero tu atención fue a parar al chico pelinegro, que parecía el típico chico malo de un libro que maneja motos, fuma y dice ser un fuck boy que lastima los sentimientos de las chicas y por eso no busca nada serio (demasiado específico).
Tal vez sintió tu mirada, ya que volteó a verte, escaneó tu cuerpo y sonrió. Dando una bocanada a su cigarrillo, se acercó a ti sin despegar su mirada de tus ojos y tiró todo el humo en tu cara.
- Hey, no te había visto por aquí antes... ¿Estudias en la misma universidad que *dueña de la casa*?
- Eh.. Ah.. Sí, si.. Soy _____... - No sabías por qué, pero estabas perpleja, hasta tartamudeabas.
- Que lindo nombre, yo soy Touya... Esta fiesta está siendo un poco aburrida, ¿me acompañas al patio a fumar?
Tardaste en contestar, "pero yo no fumo" pensaste y luego se te prendió el foco. "Ahh, ya entendí".
- Si, claro, vamos. - Volteaste y Momo ya estaba hablando con el amigo rubio, esa chica si que era rápida.
Ambos salieron al patio como dijo Dabi y se quedaron uno al lado del otro. Mientras el chico prendía otro cigarrillo, tú no podías parar de mirarlo, nunca antes habías visto a una persona así y al verlo a él quedaste flechada.
- ¿Tengo algo en la cara que no dejas de mirarme? - Rió al verte, tu cara se tornó roja.
- No, perdón. Es que nunca te había visto por aquí y-
- Es que no soy de aquí, vivo en otra ciudad, vine a visitar familiares, nada más...
- Uhmm, claro... - Y ambos quedaron en un silencio incómodo. ¿De qué se suponen que hablarían si para lo único que estaban ahí era para comerse las bocas?
- Esto está siendo un poco incómodo, ¿puedo besarte ya? Además, hace frío aquí. - Rió.
- Ay, digo, sí, obvio. - Su cuerpo se pegó al tuyo y lo tomaste de las mejillas, haciendo que se besaran, por fin.
Abrazó tu cintura y suspiró al besarte, sentías la punta de su nariz fría rozar con la tuya. Abrazaste su cuello y tocaste su cabello, se sentía suave y cada vez sentías más su perfume. Sus lenguas se encontraron, cálidas y húmedas se abrazaban y bailaban juntas.
Sentiste ese beso cálido, no lujurioso. Habías ido con el objetivo de coger con alguien, ya que pensabas que lo necesitabas, pero encontraste algo mejor. Sus manos bajaron a tu culo y lo apretó con dulzura, lo acariciaba, sentías que se enamoraba de él. Ambas respiraciones se empezaban a agitar, tu corazón empezaba a acelerarse y tus bragas a mojarse, pero..
- Tou- ¡OMG, PERDÓN! JAJAJAJA - Se separaron algo mareados del beso y miraron al responsable del bullicio.
- La puta madre, Keigo. Te voy a matar. - No te soltó.
- Perdón, perdón. Te estaba buscando porque nos tenemos que ir, el avión sale en unas horas. Bueno, te espero dentro, despídete de tu amada. - Se fue.
- Que espanto, perdóname, perdona a mi amigo, como ves es medio- Lo callaste con un pico.
- No pasa nada, no quiero ser la culpable de que pierdan su vuelo.
- Lo lamento tanto, pero quiero volver a verte. ¿Me darías tu número de celular? Me encantaría que hablemos...
- Claro. - Se lo dictaste.
- Bueno, nos vemos pronto, besas realmente bien. - Volvió a besarte por unos segundos y se separó.
Entraron juntos y viste a Momo despidiéndose igual del rubio, quien se fue junto con tu nuevo enamorado.
- Que triste, quería llevarlo a casa con mamá.
- Si... creo que me enamoré... - Suspiraste mientras lo veías subirse al auto y desaparecer en la oscuridad.
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