Historias +18 sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Touya al principio te caía mal, es el típico chico molesto y egocéntrico, que va de acá a allá molestando a todo el mundo y saliendo con chicas todo el tiempo.
Principalmente te molestaba a ti, todo el día, todos los días, pero lo ignorabas y rechazabas todo el tiempo, y eso hacía que le gustaras más.
Con el tiempo te acostumbraste a su compañía y de a poco te iba cayendo mejor hasta que te terminó gustando. Era molesto y egocéntrico, sí, pero también era lindo, gracioso y llegaba a ser torpe.
Luego de aceptar tus sentimientos, aceptaste también los suyos, correspondiéndolos. Fue como un disparo al corazón de Touya, por fin la chica que le gustaba de verdad había aceptado ser su novia.
Culpa de la personalidad de tu novio, siempre se metía en problemas; exnovios de las chicas con las que salió alguna vez, pero lo principal era provocaciones. Al ser egocéntrico, trataba a todos como inferiores y al ser molesto, hartaba a todos al punto de irse a los golpes.
Hoy no fue la excepción.
Mientras lo esperabas a la salida para irse juntos a casa, sentías que algo estaba mal y además, se estaba tardando más de lo usual.
Viste como un par de chicos salían corriendo e imitaste su acción en la dirección contraria, llegando a la misma escena de casi siempre; Touya y un chico golpeándose.
─ ¡Hey! Si no paran, voy a buscar al director o a la policía si hace falta.
El chico extraño se asustó un poco y soltó a tu novio, quien rió al ver como se iba corriendo junto a un amigo suyo.
─ Siempre salvándome el culo. Gracias, mi amor. ─ Se acercó de forma coqueta en busca de un beso, pero hiciste unos pasos hacia atrás.
─ Ahora no, hay que curarte, te sangra demasiado la nariz y tienes muchos moretones. Vamos.
─ Si señora. ─ Dijo de forma burlona. Tomaste su mano y se fueron.
Unos minutos después ya habían llegado a tu casa. Dejaron sus cosas tiradas en tu cuarto y con un pequeño botiquín se sentaron en tu cama para curar las tonterías que se hizo tu novio en su bonito rostro.
─ Me pregunto cuándo va a ser el día en que dejes de provocar a los demás. No puedes vivir haciendo esto, algún día te van a herir de gravedad y no sé qué voy a hacer contigo medio muerto.
Dijiste algo preocupada mientras pasabas un algodón con alcohol por sus heridas sin cuidado. Estabas enojada, pero preocupada a la vez.
─ Me vas a tener que cargar cual princesa hasta el hospital más cercano. ─ Dijo de broma mientras reía y te tomaba de la cintura.
Esa acción te hizo sentir escalofríos, pero trataste de concentrarte.
─ Lo digo en serio, Tou. Deberías dejar de buscar pelea en todos lados. Al menos piénsalo.
─ Lo voy a pensar, con tal de que no te preocupes más.
Terminaste de curarlo y con sus manos aún en tu cintura te subió a sus piernas. Lo abrazaste con ternura, pero él tenía otros planes, lo notaste cuando hundió su cara en tu cuello y dejaba besos ahí.
─ Estás herido, Tou...
─ Eso no me impide hacerte sentir bien...
De un momento a otro se encontraba encima de ti besándote y tocándote todo lo que podía. Rápidamente se deshizo de tus ropas y comenzó con el juego previo.
Luego de chupar y morder tus pechos, bajó a tu intimidad para devorarte entera. Gimió de gusto al saborearte, le encantaba, su lengua se paseaba por todos lados hasta llegar al clitoris, donde la movió con rapidez.
Tus gemidos salían sin vergüenza y tus manos fueron a su cabellera blanca, hundiéndolo más en tu feminidad. Unos minutos más ya estabas corriéndote en toda su boca y él con gusto lo recibió. Te saboreó y luego se desnudó por completo, la vista era espectacular y aunque fueran pareja hace tiempo, seguía haciéndote sentir mariposas como la primera vez.
Se metió entre tus piernas y se adentró en ti lento. Quiso moverse un poco, pero los golpes en su abdomen le hicieron doler.
─ Tou..
─ No pasa nada, nena, es un moretón tonto.
─ Déjame, yo lo hago.
Ahora él estaba abajo y tú sentándose en su pene hasta tenerlo todo dentro.
Comenzaste a saltar, Touya gemía y suspiraba mientras disfrutaba de la vista. Tu intimidad tragándose su miembro, tus tetas rebotando y tu rostro disfrutando, de verdad le encantabas completa.
Con sus manos te ayudó a saltar más rápido y de vez en cuando te daba nalgadas. Gemías en respuesta, amabas eso.
De a poco sentían como el orgasmo se acercaba, tratabas de no parar hasta que él se viniese primero, pero que chupara tus pechos te lo hacia imposible.
─ T-Tou... me voy...
─ Y-Yo también, nena, sigue por favor...
─ T-Te amo Touya...
─ Te... amo más... mi amor...
Unos saltitos más tarde, ya estaban recibiendo su preciado orgasmo. Mientras que tu novio se venía dentro de ti, tú lo bombeabas mientras bajabas del clímax.
Te bajaste y te recostaste a su lado, ambos recuperando el aliento. Touya te abrazó con delicadeza y se dedicó a repartir besos por todo tu rostro.
A pesar de su personalidad, ese tonto egocéntrico había logrado conquistar tu corazón y lo amabas por todo lo que era.
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