Historias +18 (al menos la mayoría) sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Tu espalda chocó contra la pared fría y tu cintura fue envuelta por sus fuertes brazos. Dejaron de besarse por unos segundos para recuperar el aliento y seguir. Tus manos se deshicieron de su abrigo, metiéndose por dentro de su camiseta tan apegada a su cuerpo, y te volteó.
─ Tócame, Hakws. ─ Tu culo rozó con su erección y lo oíste maldecir por lo bajo.
Te despojó de tu pantalón como de tu camiseta, haciéndote sentir intimidada ante su mirada por toda tu anatomía levemente pegajosa. Habían vuelto de su entrenamiento y no ibas a mentir, verlo siendo de profesor te había encendido, por eso terminaron aquí.
Una de sus manos se metió dentro de tus bragas, acariciando con dos de sus dedos toda tu vagina. Temblaste al sentirlo pasar por tu clítoris, donde comenzó a moverse en círculos. Tus gemidos no tardaron nada en hacerse oír, pero fueron medianamente callados por su otra mano. Estaban en la empresa y no quería tener problemas.
─ Si quieres que siga, vas a tener que hacer silencio, dulzura.
Al notar tu gran humedad se apresuró en insertar ambos dedos dentro de ti, simulando pequeñas embestidas y rozando cada vez más tu punto G, haciéndote perder la cabeza. Se movía con rapidez y agilidad, tus piernas comenzaban a fallar y Hawks lo notó, pero no podría sostenerte a no ser que soltara tu boca.
─ Y-Ya puedes... follarme, Hawks... ─ Articulaste como pudiste y te entendió, retirando sus dedos y bajando tus bragas.
Una corriente eléctrica pasó por toda tu espalda al sentir su glande en tu entrada y como ingresaba de a poco, abriéndote a su paso. Un gemido fuerte salió de tu boca cuando entró por completo, obligándolo a tapártela nuevamente.
─ Un ruido más y acabamosaquí, preciosa. ─ Su voz junto a su aliento caliente golpearon en tu oreja y negaste rápidamente con la cabeza, haciéndolo reír. ─ Así me gusta.
Con su mano libre tomó tu cadera y te embistió con rapidez, haciendo que sus pieles sonaran al chocar. Tus piernas fallaban de nuevo y tenías miedo de caerte, el rubio se volvió a percatar y chistó, deteniendo las estocadas y saliendo de ti para voltear tu cuerpo.
─ Ni un solo gemido fuerte. Ven, salta. ─ Hiciste caso.
Te tomó del culo y volvió a entrar en ti, quitándote un jadeo. Recordaste que no debías hacer ruido y abrazaste su cuello con fuerza, mordiendo su hombro para callarte lo más posible.
Hawks te folló nuevamente, pudiéndolo sentir aún más profundo que antes, lo que te dificultó el no gemir. Tomaste con fuerza su camiseta y tus ojos rodaron hacia atrás, perdiéndote más y más en la excitación.
Veías como varias de sus plumas se esponjaban y eso te indicó que estaba cerca de su orgasmo. El tuyo tampoco estaba muy lejos, así que cogió con rapidez tu feminidad y ambos acabaron, él vaciando toda su carga en tu interior.
Los dos se quedaron quietos, bajando de su tan deseado orgasmo y recuperando el aire, cuando la puerta del lugar se abrió, sobresaltándolos.
─ ¿_____, vamos a almoz- OH, L-LO SIENTO, NO VI NADA. ─ Tokoyami tapó sus ojos y, tropezando, cerró la puerta.
─ Se lo explicas tú. ─ Soltó Hawks, bajándote y besando tus labios, para luego vestirse.
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