❥ One Shots +18. // Boku no Heɾo Acɑdemiɑ.

Kɑtsuki, Izuku & Shoto.

;;Esmeraldaw847294

Ser una de las profesoras más jóvenes de la escuela tenía la ventaja de que era mucho más fácil acercarte a los alumnos, pero un poco más difícil empatizar con los demás profesores. No te llevabas mal con ninguno, pero no eran cercanos tampoco.

También, por ser de las más jóvenes, habías recibido muchas confesiones de pretendientes alumnos, pero por pura moral, claramente no les podías corresponder, eran mayores, sí, pero era un cargo de conciencia para ti.

Cambiando de tema, hoy tendrías un entrenamiento personal con Midoriya, el miércoles ayudarías con su kosei a Todoroki y el viernes Bakugou te pidió que le ayudaras con inglés. Ayudabas a cualquier alumno que te lo pidiese, pero ellos eran especiales, fueron los primeros en pedirte ayuda y por eso los ponías antes que todos.

Luego de las clases, Midoriya te estaba esperando a la salida de la escuela para ir a un parque a entrenar, con su bolso y algo inquieto. Apenas te vio se puso nervioso y subieron a tu auto, el viaje duró poco, pero se sentía tensión en el ambiente, fue algo incómodo. Al llegar, ambos se fueron a vestir con algo más cómodo y comenzar su entrenamiento.

─ Bien, Izu, intenta darme un golpe.

Decidido se te lanzó, pero lo esquivaste más rápido y le diste un suave golpe en la nuca. Se quejó un poco, pero se puso de pie y siguieron. Estuvieron unas buenas 4 horas hasta que no dieron más, se sentaron en un banco de por ahí y miraron el atardecer, ya era tarde, debías llevar a tu alumno a su casa.

─ Profesora _____... ─ Dijo algo bajo, pero lo suficiente para que lo escucharas, apenas lo viste su rostro ya estaba cerca del tuyo, posando sus temblorosos labios en los tuyos.

Te sorprendió, claro, pero no le podías negar un beso a él. Acunaste su mejilla con tu mano y metiste la lengua en su boca, te regaló un tierno jadeo y se separaron a recuperar aire luego de unos minutos besándose.

─ Izu, debo llevarte a tu casa... ─ Susurraste, él solo te miraba los labios sonrojado.

─ Claro, vamos a tu auto. ─ Te sorprendió que haya aceptado tan fácilmente, así que tomaron sus cosas y se fueron.

Una vez dentro del auto, el pecoso te impidió siquiera poner las llaves cuando ya estaba besándote de nuevo. En un ágil movimiento, tiró tu asiento hacia atrás y se subió encima de ti sin aplastarte, dejó un camino de besos húmedos por tu mejilla, cuello y clavícula, cuando estuvo a la altura de tus pechos te miró pidiéndote permiso.

─ Izu, tu mamá te espera... ─ Aunque te morías de ganas, todavía te quedaba un poco de razón.

─ Sabe que entreno mucho, no va a preocuparse si llego algo tarde, ¿puedo? ─ Suspiraste rendida y asentiste.

Subió tu ropa deportiva y chupó uno de tus pezones, mientras que jugueteaba con el otro con sus dedos. Su mano libre acarició tu entrepierna por encima de tus shorts y así siguió estimulando tu cuerpo, dejó tus pechos mojados y se quitó la camiseta. Bajó un poco sus pantalones con sus bóxers y liberó su pene, que brillaba gracias al presemen que escapaba de su glande.

Te terminó de desnudar, abrió tus piernas y se hundió entre ellas. Ambos gimieron ante tal sensación, abrazaste sus hombros fuertes y te embistió. Comenzó lento, pero de a poco iba subiendo la velocidad, no iba duro, por lo que te desesperaba un poco, pero igualmente te encantaba.

El auto y tus tetas se movían al compás de sus estocadas, agradecias a tu yo del pasado por polarizar los vidrios que ya estaban mojándose gracias al calor que emanaban sus cuerpos. Izuku subió una de tus piernas a su hombro y así siguieron hasta venirse juntos, él en tu abdomen.