❥ One Shots +18. // Boku no Heɾo Acɑdemiɑ.

Kiɾishimɑ Eijiɾo.

En todo el día que llevaban en la playa, Kirishima no apartó las manos de tu cuerpo. No te molestaba, pero te parecía algo raro ya que no es el tipo de novio TAN dominante.

Resulta que con el BakuSquad decidieron ir a la playa porque es un día caluroso, bastante caluroso. Tu novio y tú aceptaron de inmediato, y desde que llegaron, Eijirou no te soltó.

Ahora mismo, se encontraban Denki, Kiri y tú en una barra, esperando las bebidas que habían comprado. De la nada, ves como el pelirrojo se pega a tu lado y escabulle su mano por encima de tu short, buscando tu culo.

─ Kiri, para. Estamos en público, joder. ─ Le susurras, mirando a su alrededor.

─ Sh, ¿qué tipo de vocabulario es ese? Además, tengo derecho a tocar lo que es mío. ─ Al encontrarlo, pega su mano en tu carne, apretándola.

─ Aquí están sus bebidas, disfrútenlas. ─ La voz del barman los sorprendió, tomando los vasos y saliendo del local.

De casualidad, Kirishima llevaba un sólo vaso, así que metió su mano libre por debajo de tu camiseta. No pudiste hacer nada, así que solo suspiraste y esperaste a llegar con los demás.

Entregaron las bebidas y tomaste a tu novio de la muñeca, llevándolo a un bosquecito que había cerca de donde se estaban quedando.

─ ¿Me puedes explicar que es ese tic que se te metió de tocarme desde que llegamos? ─ Lo acorralaste contra un árbol.

─ Tranquila, nena. Es que... Ahg, hay muchas personas y no me gusta que te estén viendo tanto. ─ Te tomó cariñosamente de la cintura, pegándote a su cuerpo.

─ Sí, pero en el bar no había tanta gente... ¿Acaso quieres que tengamos sexo aquí? ─ Hizo silencio, a lo que supiste la respuesta.

─ Será rápido, podemos hacerlo aquí y ahora. Por favor, princesa, sino no estaré tranquilo el resto del día. ─ Hizo puchero.

Suspiraste derrotada. Tratar de llevarle la contra a Eijirou es como querer hablar con una pared, no vas a obtener respuesta alguna.

Ante tu falta de respuesta entendió que habías aceptado, así que te tomó de las mejillas para besar tus labios. Fue un beso tierno, lleno de amor y confianza.

De a poco, sus besos bajaron a tu cuello, lamiendo y mordiendo delicadamente para no dejar marcas. Tus manos acariciaron su nuca y subieron a su cabello, jalándolo un poco, recibiendo un pequeño gruñido.

Sus manos retiraron tu camiseta y tu short, dejándote en bikini, lo que hizo sonrojar al más alto. Dos de sus dedos acariciaron tu feminidad por encima de la tela, como pidiendo permiso.

Al oírte jadear se incentivó más e hizo a un lado tus bragas para comenzar a masajear tu clítoris en círculos, cosa que te hizo gemir un poco fuerte y sentirte más mojada.

Sintió tu humedad e insertó sus dos dedos para luego meter tres, ya que ambos sabían que dos no iban a ser suficientes. Cuando estuvo seguro de que iba a poder entrar, te tomó en sus brazos, elevándote, y envolviste tus piernas en su cintura.

Tú tampoco te querías quedar atrás, así que como pudiste, comenzaste a bombear su miembro por debajo de sus bóxers, haciendo que el pelirrojo comenzara a ser segado por la calentura.

Rápidamente comenzó a besarte con desesperación, liberando su pene de la ropa y alineándolo en tu agujero, para deslizarte en él poco a poco. Apoyó tu espalda en el árbol y te tomó de la cintura, pudiendo ingresar en ti más fácilmente.

─ ¡A-Ahh! D..Duele... ¡Ngah!

─ Lo siento, bebé. Falta poco para que entre por completo, aguanta. ─ Soltaste un gran suspiro al sentir como todo su miembro se encontraba dentro de ti.

─ Kiri, m-me sientoo... muy llena... ─ Con una de tus manos tocaste tu abdomen bajo, pudiendo sentir un muy pequeño bulto.

─ Uhg, mierda. ─ Kirishima sintió algo encenderse dentro de él.

Comenzó con sus embestidas, saliendo y entrando despacio, pero duro, profundo. Sentir todo su largo dentro de ti hizo que te sintieras abrumada, soltando un par de lágrimas.

El ritmo aumentó aún más y ya no podías callarte, gemías sin miedo, sin vergüenza. Solo te importaba Kirishima y tú. Abrazaste al pelirrojo, hundiendo tu rostro en su cuello, mordiéndolo.

─ ¡Ah! Es m-muy profundooOh~ ¡C-Creo.. que me vengo! ¡Eijirou! ─ Al oír su nombre salir de esa manera, Kirishima ya se sentía en la cima.

Dio unos movimientos más y liberó toda su esencia llenándote, casi pudiendo tocar el cielo. Al volver de su orgasmo, supo que tú todavía no llegabas, así que usó lo que a ti más te gustaba.

Se arrodilló en el pasto y subió tus dos piernas a sus hombros, hundiendo su cara en tu entrepierna. Rápidamente comenzó a devorarte, lo que te llevó a estar cerca de tu orgasmo.

Lamió, chupó, succionó tu clítoris y pudiste correrte, haciendo que Kirishima tragara la mezcla de jugos que salió de ti. Bajó tus piernas, pero no te soltó, siguió tomándote en brazos.

─ Deberíamos hacer esto más seguido, me siento como nuevo. ─ Tomó tus prendas y te vistió.

─ Ya quisieras, pelopincho.

─ No voy a seguir permitiendo que pases tanto tiempo con Bakugou. Quiero que me llames como soy, tu bebé, tu amor, tu vida.

─ Bien, bien. Vámonos ya, amor.

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