PEDIDOS CERRADOS.
Historias +18 (al menos la mayoría) sobre personajes de Boku no Hero.
La portada NO es mía, créditos a su artista.
Historia dedicada simplemente a entretener.
Todos los personajes en las historias se los considera mayores de edad.
Sentiste una luz fuerte en tu rostro y te despertaste, dándote cuenta que ya es de día. Giraste tu cabeza y viste una oreja puntiaguda escaparse por el borde de las mantas y una cabellera azul levemente despeinada. Se trataba de tu hermoso novio, que yacía durmiendo debajo de todas las mantas. Tus manos destaparon su cabeza y pudiste admirarlo mejor, junto a su torso desnudo. Sonreíste al verlo, ya que hace poco que se habían mudado juntos y todavía no te acostumbrabas a despertar con él.
Un pequeño gruñido interrumpió tus pensamientos y unos bellos orbes negros te miraron fijamente, mientras sus mejillas se ponían de un leve color rosado. Al igual que tú, Tamaki tampoco se acostumbraba a verte a su lado, pero esa timidez desaparecería en unos segundos, al ver el terrible escote que tu camisa de pijama tenía. Sus manos fueron a tu cintura y su cara se metió entre tus tetas, quedándose quieto para disfrutar del calor que tu cuerpo le otorgaba.
─ Buenos días a ti también, Tamaki. ─ Abrazaste su cabeza y acariciaste su cabello, inhalando el olor a shampoo que tenía.
Una de tus piernas pasó por encima de él y, al tener sus cuerpos tan pegados, sentiste la famosa erección mañanera, sobresaltándote un poco. Amajiki se dio cuenta de esto y se separó, besando tu frente y comenzando a levantarse para empezar el día.
─ Ah, no. ¿Por qué te levantas tan pronto? Es sábado, nos quedemos un rato más, además, ¿qué tiene que haya sentido tu erección? No es como si no hubiésemos tenido sexo nunca. ─ Lo tomaste de la muñeca antes de que pisara el suelo y lo volviste a acostar, subiéndote encima de él.
─ ¿N-No te p-parece... muy p-pronto para hacer...lo? Es de mañana... todavía... ─ Sus manos se posaron en tu cintura, escondiendo su rostro en tu cuello.
─ Nunca es muy pronto, además dicen que los mañaneros son buenos. ¿Probamos...? ─ Tus palabras junto a tu aliento caliente chocaron contra su oído, estremeciendo su cuerpo.
Tu lengua paseó desde la parte de atrás de su oreja hasta su clavícula, dejando unas pequeñas marquitas en el camino, y tus manos acariciaron su pecho. Las manos de Tamaki tampoco se quedaron quietas y una de ellas se metió dentro de tu pijama, tomando tus tetas y amasándolas a su gusto, y la otra imitó la acción pero en tu culo.
Tus piernas se acomodaron bien a los costados de las de tu novio y te sentaste en su miembro, frotando suavemente tu feminidad en él. Sus roces y caricias cada vez los calentaban más, la ropa los comenzaban a estorbar y se sentían más desesperados, así que el peliazul se deshizo de tu short de pijama, dejando tu humedad expuesta.
Tus movimientos en su pene no pararon, a tal punto de hacer que el bóxer de Amajiki se deslizara hacia abajo de a poco. Su mano hizo el trabajo que faltaba y se hundió en ti, él sintiendo como tus paredes vaginales envolvían su miembro y tú como te llenaba aún más que de costumbre. Tu cadera comenzó a moverse lentamente en todo su largo, a un ritmo lento, pero llegaba muy profundo.
─ Ahh~ Te sientes tan bien~ ¡Tan grande y largo~!
Tu cuerpo descansaba en su pecho y lo único que se movía son tus caderas. El mayor no quiso no hacer nada y tomó tu culo con ambas manos, haciendo que su pene entrara un poco más rápido y con más facilidad, mientras besaba y chupaba tu cuello. Ambos se sentían cansados para ir al ritmo que de costumbre, así que iban tranquilos, disfrutando del cuerpo del otro.
─ Lo hacesmuy bien, hermosa... Ahh~ Sigue así~
La voz ronca de Tamaki te excitó más y tu cadera se movió a una velocidad considerable, haciendo que sus gemidos fueran más audibles en la habitación. Tus manos se recargaron en sus pectorales, llegando a rasguñarlos un poco, y al cabo de unos minutos ya se sentían cerca del orgasmo. Tu novio se aferró a tu cuerpo, abrazándolo, y tus paredes apretaron mucho más su pene, recibiendo gustosos el éxtasis.
La sensación cálida de sentir su miembro y su semen en tu interior al mismo tiempo te encantaba, así que te tomaste tu tiempo para retirarlo fuera de ti. Sus respiraciones se sincronizaron en la búsqueda de más aire y de sus frentes caían pequeñas gotitas de sudor, ya que se encontraban con el sol dándoles en el cuerpo en primavera, casi verano.
─ Que buena forma de empezar el día, amor. ─ Tu voz salió un poco rasposa, culpa de la sequedad en tu garganta.
─ A-A mi me gustó... m-mucho...
─ A mí igual. ─ Besaste por fin sus labios, sintiendo tu corazón palpitar más rápido.
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La próximahistoria de Tamaki va a ser él modo fuckboy.