Lee mikan [T/N x ticcy Toby]

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Recogía mis cosas con calma, ya lista para irme de la piscina, cuando un susurro inquietante llegó a mis oídos. Me detuve y miré alrededor, tratando de localizar la fuente del sonido. Entre los arbustos cercanos, vi a Toby emergiendo, su rostro estaba pálido y su expresión, preocupada.

Me acerqué rápidamente, mi curiosidad y preocupación se dispararon al ver su estado.

—Lee, tengo que hablar contigo —dijo Toby, su voz temblando levemente—. Es urgente.

—¿Qué pasa, Toby? Pareces realmente alterado —respondí, tratando de mantener la calma.

—No podemos hablar aquí. Hay algo serio que debes saber, y no estoy seguro de cómo decírtelo —dijo, dando un vistazo nervioso alrededor.

—¿De qué estás hablando? —pregunté, sintiendo un nudo en el estómago.

—Es sobre Jason the Toymaker —comenzó, y la seriedad en su voz me hizo ponerme aún más atenta—. Está creando muñecas que se parecen a ti y a Lucine.

Mis ojos se abrieron en sorpresa. No podía entender del todo cómo algo tan inofensivo como muñecas pudiera representar una amenaza.

—¿Muñecas? ¿Qué tienen de malo? —pregunté, confusa.

—No son solo muñecas —continuó Toby, su tono lleno de urgencia—. Son trampas. Está planeando algo y sus muñecas están diseñadas para capturar y lastimar. No es solo una amenaza trivial. Es algo más grave.

—¿Qué debemos hacer? —inquirí, sintiendo que el miedo comenzaba a apoderarse de mí.

—Primero, tenemos que estar alertas y prepararnos —dijo Toby—. Debemos averiguar qué está planeando exactamente. Y lo más importante, necesitamos avisar a Lucine. Ella también está en peligro.

—¿Cómo lo haremos? —pregunté, tratando de pensar en los pasos a seguir.

—Tenemos que reunir información sobre los movimientos de Jason y sus muñecas —explicó Toby—. También, mantente cerca de Lucine y asegúrate de que esté al tanto. No podemos dejar que se sorprenda sin preparación.

Asentí, comprendiendo la gravedad de la situación. Toby me explicó con más detalle los peligros de las muñecas y cómo Jason las usaba para sus siniestros propósitos. La conversación se tornó en una planificación rápida para protegernos y proteger a Lucine.

Mientras escuchaba a Toby, una ola de determinación me invadió. Sabía que tenía que actuar rápido para evitar que el peligro se materializara. Con una última mirada hacia Toby, ambos nos dirigimos a nuestras respectivas tareas, sabiendo que cada minuto contaba.

Me acerqué al baño con Toby a mi lado, el nerviosismo era palpable en el aire. Toby se escondía detrás de un arbusto, claramente incómodo, mientras yo trataba de mantener la calma y de enfocar mi atención en la misión de buscar a Lucine. Sabía que ella debía estar en el baño cambiándose, así que me preparé para entrar.

De repente, empecé a escuchar unos ruidos que no encajaban para nada con lo que esperábamos. Al principio, pensé que podría ser algún tipo de discusión o tal vez el sonido del agua. Pero pronto me di cuenta de que los murmullos y los suspiros que se filtraban desde el interior eran algo completamente diferente.

—No puede ser... —murmuré, sintiendo cómo mis mejillas se ponían al rojo vivo. Toby, con la cara cada vez más roja, intentaba ocultarse detrás del arbusto, como si eso pudiera salvarlo de la situación.

—¿Es esto lo que creo que es? —le pregunté, mi voz apenas un susurro.

Toby, visiblemente incómodo y con la mirada fija en el suelo, asentía lentamente. Sus ojos estaban grandes como platos mientras trataba de procesar la realidad de la situación.