Lee mikan [T/N x ticcy Toby]

regresamos

Toby

Los días se han vuelto interminables, cada uno siendo una mezcla de recuerdos dolorosos y lágrimas que no cesan. No he comido desde ese día, el peso de la pérdida me oprime más con cada segundo que pasa. Lee, mi Lee, mi vida se ha desmoronado sin ella. Y Lucine...

Entre en mi único lugar privado una cabaña que encontré abandona en le bosque con pasos vacilantes, mi corazón pesado. La habitación está en penumbra, solo la luz tenue de una lámpara alumbra el ambiente. Me dejo caer en una silla, mirando con desgano la mesa donde he colocado las dos fotos. Una muestra a Lee, llena de vida

Mis manos tiemblan mientras sostengo la foto, la tristeza me consume, y el dolor se siente como una pesadilla sin fin.

—Lo siento, Lee... . No sé cómo seguir. —susurro, mi voz apenas un murmullo ahogado por el llanto.

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Más tarde, con el corazón aún aplastado, me dirijo a la mansión llendo a la habitación de Masky. Mi mirada está vacía, y cada paso es un recordatorio de mi culpabilidad. Llego y, con un gesto de profunda tristeza, le entrego la foto de Lucine

—Esto es para ti... Masky es para que no olvides a Lucine. Quiero que la tenga... como recuerdo. —digo con voz temblorosa, entregándole las fotos.

Masky, con su habitual semblante serio, recibe las fotos. Hay algo en su mirada que se suaviza, una chispa de comprensión que nunca había visto antes. Observa las fotos con respeto, y una sombra de dolor cruza su rostro.

—No sé qué decir, Toby. Esto... esto es demasiado. Gracias por traerla. La guardare con respeto. —responde con voz baja, casi inaudible, mientras coloca las fotos en un lugar especial.

—Lee, Lucine... ¿Por qué? ¿Por qué tuvieron que irse? —lloro, mi voz entrecortada y temblorosa, sin encontrar respuesta en la penumbra de la habitación.

La tristeza es mi constante compañera, un reflejo de lo que he perdido y de lo que nunca volveré a tener. El tiempo, que parecía el único aliado, se convierte en un enemigo más, cada segundo que pasa acercándome más a la locura.