Jason
Le di un trozo de carne a The Rake, sabiendo que su instinto de cazador nos guiaría sin error. La bestia olisqueó el aire con ansias y se lanzó en dirección al rastro de Lucine. Nosotros, Lee, Toby, y yo, lo seguimos en silencio mientras Jason vigilaba nuestros pasos con mirada cautelosa.
La noche era fría y el viento cortaba nuestra piel, pero seguimos adelante, determinados a encontrar a Lucine. The Rake, con su naturaleza bestial, se movía con una velocidad y agilidad impresionante, guiándonos a través de calles y callejones hasta una pista de hielo.
Al llegar, notamos cómo The Rake olfateaba el aire con aún más intensidad, saboreando la promesa de carne fresca. Era una criatura de instintos primitivos, y su hambre solo se intensificaba con cada segundo que pasaba.
—Aquí es —dije en voz baja, deteniéndome frente a la entrada de la pista de hielo.
Entramos con cautela, la atmósfera tensa y cada uno de nuestros pasos resonando en el hielo. La vista que nos recibió fue una mezcla de sorpresa y rabia contenida. En el centro de la pista, Lucine patinaba al ritmo de musica cada movimiento suyo sincronizado con los vibrantes beats de la canción.
Su cuerpo se movía con una gracia furiosa, los giros y saltos acompañados por los ritmos de la música. Cada vez que el ritmo se intensificaba, ella respondía con un movimiento más agresivo, canalizando toda su ira y frustración en su patinaje. Era como ver una danza de furia y dolor, una tormenta emocional desatada sobre el hielo.
Me quedé en silencio, observándola con una mezcla de fascinación y temor. El odio y la ira en cada uno de sus movimientos eran palpables, y sentí un nudo en el estómago al ver cuánto dolor llevaba dentro. No había necesidad de interrumpirla; su rabia necesitaba una salida, y el hielo era su único escape.
The Rake, en su ansia por carne fresca, emitía gruñidos bajos y amenazadores, pero se mantenía a raya, como si incluso él supiera que este momento era importante.
Lee y Toby se mantuvieron a mi lado, sin decir nada, pero compartiendo mi preocupación. Jason, que había estado en silencio hasta ese momento, se adelantó un poco, su mirada fija en Lucine.
El ambiente estaba cargado de tensión, cada uno de nosotros atrapado en el espectáculo de su furia. Finalmente, Lucine se detuvo, respirando con dificultad, y giró su rostro hacia nosotros.
—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó, su voz temblando de emoción.
—Venimos a buscarte —respondió Lee, su voz suave pero firme—. No puedes estar aquí sola.
—No estoy sola —replicó Lucine, señalando a Maxwell, que se mantenía cerca, observándonos con desconfianza.
Maxwell dio un paso adelante, su mirada desafiante. —Lucine está a salvo conmigo. No tienen derecho a llevársela.
The Rake, incapaz de contener su hambre, se acercó lentamente a Maxwell, saboreándolo con una mirada hambrienta pero sin atacar. El ambiente se volvió aún más tenso cuando Lucine, en su confusión y furia, se cortó ligeramente con uno de sus patines. La sangre manchó el hielo, atrayendo la atención inmediata de The Rake.
El monstruo olfateó el aire, su atención ahora completamente en Lucine. Sus gruñidos se hicieron más fuertes y sus movimientos más predatorios.
—¡Lucine, aléjate de él! —gritó Lee, su voz llena de pánico.
Lucine intentó moverse, pero el dolor y la sorpresa la ralentizaron. Maxwell trató de interponerse nuevamente, pero The Rake ya estaba preparado para atacar. Con un rugido feroz, se lanzó hacia Lucine, ansioso por saciar su sed de sangre.
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Lee mikan [T/N x ticcy Toby]
RandomLee llega a una vieja casa junto al bosque sin querer llama la atención de Tobias Erin Rogers ya que esa era su vieja casa