Toby
Seguí a Jason hasta el taller, el enojo y la frustración burbujeando en mi interior. Cuando entré, encontré a Jason en medio de su trabajo, aparentando una calma que solo exacerbaba mi rabia.
—¡Jason! —exclamé, acercándome—. ¿Qué demonios fue todo esto? ¿Por qué me usaste así? ¿Y qué pasó con Lee?
Jason levantó la vista, su expresión impasible. —Toby, entiendo que estés molesto, pero escucha. Tu castigo fue necesario. No podía permitir que Masky supiera que Lee y Lucine están vivas. Su impulsividad y falta de discreción podrían haber arruinado todo.
—¿Eso es todo? —me encolericé—. ¿Me hiciste pasar por esto solo para mantener un secreto? ¿Te das cuenta de lo que me hiciste?
Jason mantuvo su mirada fría, pero había algo en su voz que me hizo pensar que había algo más detrás de su frialdad. —El castigo fue una forma de hacerte sentir lo que yo sentí al ver a mi nieta lejana en compañía de un proxy. Quería que entendieras la desesperación y el dolor que sentí en ese momento.
Mi enojo se mezcló con confusión. —¿Por qué? ¿Qué tiene que ver todo esto con la familia y los proxys?
Jason suspiró, su tono revelando una profundidad de emociones reprimidas. —No estoy completamente seguro, Toby. Laila siempre temió que los proxys pudieran hacer algo contra nuestra familia. Creía que su presencia representaba una amenaza, pero nunca comprendimos del todo por qué. Tal vez había algo en el fondo de sus miedos que no conseguimos descifrar siempre estaba en su biblioteca decía "no sirve de nada por los proxys arruinan a mi familia"
La revelación me dejó en silencio. El enojo seguía ahí, pero también había un atisbo de comprensión. Jason había actuado por sus propios motivos complejos y dolorosos, aunque su manera de hacerlo fue cruel.
—¿Y ahora qué? —pregunté, intentando calmarme—. ¿Qué se supone que haga?
Jason me miró con una mezcla de severidad y compasión. —Ahora, necesitas aceptar que tu papel aquí es más complicado de lo que pensabas. Lee y Lucine están a salvo por ahora, pero debes seguir jugando tu parte sin errores.
Asentí lentamente, todavía abrumado por la mezcla de emociones. Jason tenía sus razones, aunque fueran difíciles de aceptar. Solo esperaba que la confusión y el sufrimiento que experimenté sirviera para algo más que solo para su entretenimiento macabro.
Me volví a poner la venda, buscando el consuelo que me ofrecía el contacto con Lee. La sensación de su cercanía, aunque sólo la podía percibir a través del tacto, me llenaba de calma. Jason se estaba ocupando de Lee, acariciándole el cabello de una manera extrañamente afectuosa, y esa imagen era inquietante pero también reveladora de la inquietante naturaleza del mundo en el que nos encontrábamos.
Jason finalmente salió de la habitación, dejándonos a Lee y a mí solos en la penumbra de nuestra captura. La advertencia de Jason resonaba en mi mente como un eco ominoso.
—No intenten nada imprudente —había dicho con una voz que parecía estar cargada de amenaza.
Cuando se fue, el silencio en la habitación se volvió pesado. Me volví hacia Lee, buscando su mirada en la oscuridad. Ella estaba allí, esperando, y una chispa de esperanza se encendió en su mirada cuando me vio.
—Toby —dijo suavemente, sus palabras llenas de emoción—, gracias por estar aquí. No sé qué haría sin ti.
Me acerqué a ella con un impulso que no pude controlar, mis manos temblorosas buscando su calidez. La tomé entre mis brazos, envolviéndola en un abrazo tan profundo que casi parecía que intentaba fusionar nuestros cuerpos. Mis tics comenzaron a intensificarse, mi cuerpo temblando con una mezcla de ansiedad y deseo.
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Lee mikan [T/N x ticcy Toby]
AléatoireLee llega a una vieja casa junto al bosque sin querer llama la atención de Tobias Erin Rogers ya que esa era su vieja casa