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Aenerys sonrío al ver a su esposo rodeando su cintura con sus grandes brazos. Acaricio su cabello con cuidado y se dispuso a admirarlo. No quería admitir que después de pensar que no le hablaría más por lo que había dicho salió a buscarlo a media noche porque soñó la manera en la que moría. Pensar en un dragón ahogándose le daban ganas de llorar y aferrarse a su familia como a nada. Siempre pensó que los dragones eran Dioses, pero después de soñar la muerte del hombre frente a ella le aterraba pensar en que cualquier momento podrían hacerles daño. Beso su frente e intento levantarse, pero los brazos del joven la jalaron en volviéndola en un fuerte abrazo.

—Creí que estabas dormido—comento intentando zafarse de su agarre.

—Lo estaba, hasta que mi esposa decidió observarme como un dragón a su comida—susurro en su oído y la princesa trago grueso.

—Solo quería comprobar que estuvieras bien—sonrío—No quisiera quedar viuda tan pronto—bromeo y el príncipe río ante sus palabras.

—No te dejaré tan fácil y si lo hago vendré a molestarte desde el infierno con Maegor—acaricio su mejilla y Aenerys se volteo para mirarlo a la cara.

—Iré por el maestre, estoy muy segura de que te duele la cabeza.

—En realidad, sí—admitió—Luke siempre ha sido mejor que yo en eso. Pasa tiempo con el tío Aegon.

Aenerys se tenso ante la mencion de su tío Aegon, negó riendo e intento nuevamente salir de sus brazos pero no se lo permitió.

—Mis damas vendrán pronto—señaló y el joven negó.

—Las damas pueden esperar a que mi esposa y yo arreglemos nuestros conflictos—Aenerys jadeo sorprendida cuando su esposo chupo el lóbulo de su oreja.

—Solo...

—Puede que haya estado muy ebrio, pero recuerdo todo lo que dije—susurro—Perdóname, por favor.

—Por supuesto, siempre y cuando accedas a mi petición de conocernos mejor y hagamos cosas juntos.

—Me parece perfecto—susurro—De hecho podemos empezar ahora.

—¿En serio?—sonrío—Podemos ir a montar.

—Si...se te ocurren unas maravillas—susurro cerrando sus ojos acariciando el cuello de la joven con su nariz—Pero tu a mí.

Aenerys frunció el ceño y jadeo sorprendida cuando el príncipe la dejó sobre su regazo y abordo sus labios pegando sus pechos a su torso. Jacaerys movió sus caderas buscando aquella fricción. Poco a poco subió el camisón de la joven dejandola solo en su ropa interior. Frunció el ceño cuando la joven se tapo nuevamente sus pechos un poco tímida.

—¿Qué sucede?—susurro—Creí que esto te gustaba.

—Es que me da un poco de vergüenza—sonrío y el joven sonrío besando sus hombros y clavículas.

—Te juro que son perfectos—tomo sus manos y poco a poco fue apartandolos.

Antes de que su esposa pudiera reclamar el joven mordió sus pechos ligeramente jugando con sus pezones erectos. Mientras chupaba uno pellizcaba el otro bruscamente. La miró a los ojos sin dejar de chuparlos con devoción y ella jadeo en respuesta haciéndole saber que le gustaba.

"THE GAME" 《Jacaerys Velaryon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora