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🐉136 d.c🐉

La desesperación e incertidumbre no la dejaban estar tranquila ni un segundo. Su vuelo estaba siendo inquieto y ni siquiera sabía a dónde iba realmente. Eran tantas las cuidades a las que pudo ir Jacaerys que aquello se sentía como buscar una aguja en un pajar. Se maldijo a sí misma por ser estúpida y no quedarse a su lado. Odiaba tener que darle la razón, odiaba sentirse así.

Ignoro el hecho de que se estaba muriendo de frío por los vientos fuertes y ni siquiera había pensado en un abrigo antes de salir. El clima no estaba a su favor y el sol ocultándose le daban indicios de que la noche se acercaba. Ni siquiera sabía cuánto tiempo llevaba volando. Poco le importaba, pero no era tan inhumana para saber que Hidrakxes estaba cansada y ella también. Aunque intentaba encontrar un lugar para descansar no veía ningún lugar donde podía detenerse.

-Maldito Jacaerys-mascullo y se sujetó  a su silla de montar.

Mantuvo un vuelo lento para dejar descansar a Hidrakxes ya que no encontraba donde detenerse a descansar. Solo había mar y más mar. Suspiro pensando en cuales eran las cuidades a las que iría.

-Astapor, Lys-murmuró pensando-Dioses, Hidrakxes no sé qué haré si no lo encuentro.

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El príncipe caminaba de un lado a otro en busca de su esposa, estaba desesperado después de un viaje de un día y medio hasta las cuidades libres. Maldijo cuando encontró a mujeres con características valiryas

Hasta los más lejanos poseían aquel cabello, pensó.

¿Cómo encontraría a aquella terca y berrinchuda entre tantas mujeres? Parecían todas iguales. Pensó en la sonrisa que tendría burlándose diciendo que ella era única y especial y la verdad es que así era. Se quito su capa ya que no había riesgo de que supieran quien era por lo que camino tranquilo por aquel mercado. ¿Dónde podría estar su esposa? Sabía que era buena su idea de conocerse mejor y él la había ignorado por el simple hecho de estar enojado consigo mismo. No podía esperar a encontrarla y pedirle perdón por ser un tonto y engreído.  Camino por aquel mercado evitando mirar a la gente de más, cualquiera podía llegar a reconocerlo. Le llamo la atención que las personas parecían estar más alegres que en Desembarco del rey o Roca dragón y aquello sí que lo inquieto. Se sorprendió al ver a un grupo de mujeres bailar alrededor de un hombre que tocaba un pequeño tambor y parecían estar divirtiéndose. Se acerco a ellos con cautela al ver a una chica de rasgos Valiryos que estaba de espaldas, podría ser ella. Suspiro frustrado cuando vio los ojos azules como el mar, esa no era su esposa, pero se le hizo parecida a su abuela. 

—Aenerys, Aenerys—negó—¿Por qué me haces esto?

Continuo buscándola durante horas que se le hicieron eternas. Dudaba que Eryn le hubiese dado información correcta, pero no volvería sin ella. Estaba tan cansado que opto por buscar  hospedaje y para comer antes de continuar con la búsqueda.

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La princesa acariciaba su vientre mientras miraba aquel cuervo una y otra vez. No sabía como responder a la carta de su hijo.

—¿Qué clase de esposo pierde a su esposa en menos de una luna de casados?—entorno los ojos cuando Daemon sonrío burlándose—Ni Laenor fue tan descuidado.

—Que poca fe le tienes a nuestro hijo—se acerco a ella y apoyo su frente en su vientre.

—Jamás amaré a alguien más de lo que amo a Jacaerys, es mi hijo, Daemon—negó—Por supuesto que confío en él, pero no se porque parece que la presencia de Aenerys lo perturba.

—Es sencillo, está enamorado—le resto importancia.

—¿Enamorado?—frunció el ceño—Ese no es el significado que tengo de "enamorado"

—¿Recuerdas cuando yo huía de ti en tu adolescencia?—pregunto con una sonrisa—Era porque no sabía lidiar con que me persiguieras todo el día.

—¿Siempre estuviste enamorado de mí?  —sonrío—Entonces, ¿Qué fue Laena para ti?

—Yo la amaba—admitió—Laena y tu lograron cautivarme como ninguna otra.

—Y seremos las únicas—sonrio—Oh, ella era tan hermosa y divina.

—¿Cuando vas a admitir que te gustaba más que yo?

—Jamás—sonrío y volvió a ver la carta—Responderé esto.

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Bajo del dragón en busca de su esposo. ¿Por qué había sido tan estúpida? Lys era demasiado extensa y no conocía a nadie en aquel lugar, jamás había estado ahí. Se sorprendió al ver a varias personas con rasgos Valiryos por lo que dejo su cabello al descubierto y camino por aquellos senderos mientras veía a las personas ir de un lado a otro. Por un momento pensó que todos los hombres a los que veía se parecían a Jacaerys. Estaba tan arrepentida de irse aquella noche tan apresuradamente y dejarlo a la deriva, fue tan tonta que ni siquiera le dijo a donde iría y el tonto ese pensó en las cuidades libres.¿Por qué pensó eso? Siempre había dicho que nunca las visitaría durante sus viajes por que el rey se lo había prohibido. En aquel momento se dio cuenta que él jamás la había escuchado realmente cuando lo molestaba con los insectos o con las armas. Compro algunas manzanas para seguir su camino y saciar su hambre. Pensó en buscar cabras u ovejas y llevárselas a Hidrakxes aunque sabía que la dragona se comería a las personas si intentaban acercarse a ella.

—Esas y esas—sonrío a la señora que la había atendido—¿Cuánto sería?

—Diez monedas por cinco manzanas, señorita.

¿Señorita? Sin duda le había gustado como la habían llamado.

—Mary, mi abuela me envió por el dinero de la inversión de las manzanas.

Aenerys levantó la vista hacia la mujer que hablaba y se sorprendió al ver su cabello. Parecía de su edad y debía admitir que se vestía hermoso. Llevaba puesto un vestido en tonos azules, ceñido al cuerpo, su cabello estaba en ondas y era tan largo que pensó en las miles de trenzas que podría hacerle, pero lo que llamó su atención fueron sus ojos.

Uno verde, uno azul.

—Yo no tengo esos, Mary—Aenerys frunció el ceño—Ahora quiero ojos púrpura.

—Es cierto, son hermosos—sonrío la tal Mary.

—Gracias—murmuró un poco incomoda.

—Vaya, pensé que mi abuela había dejado de reproducirse, pero tienes sus ojos—sonrío.

Aenerys estaba tan confundida que decidió asentir dándole la razón a la bicolor. La mujer dio la vuelta y se acerco a ella. La princesa dio un respingo cuando coloco una mano en su vientre.

—De tu sangre vendrá el príncipe que nos fue prometido—murmuró con una sonrisa—Y suya será la canción de Hielo y Fuego.

—¿Qué?

—Vuelve a casa, Aenerys.

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Notita <3.

Hola, hola! Quería hacer una doble actualización, pero no he terminado de escribir el otro cap y debo estudiar por que mañana hay parcial 😬 Apenas y me se dos temas.

¿Qué les parece la historia? ¿Qué opinan de esos dos tercos?

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Besos 💋

&quot;THE GAME&quot; 《Jacaerys Velaryon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora