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Jihyo salía del ascensor y el pasillo del apartamento de Mina la recibía, mientras caminaba, no podía creer que su amiga no le hubiese informado que el viaje a Bélgica había sido cancelado, sino hubiese sido porque se decidió a llamarla para preguntarle cómo lo estaba pasando, creyendo que ya tenía un día en el viejo continente, no se enteraba de nada.

Decidió visitarla sin avisarle, porque le había dicho que se encontraba bien, pero su estado de ánimo se evidenció a través del teléfono: aunque intentase ocultarlo, necesitaba saber qué había pasado, quiso llamar a Chaeyoung, pero no tenía su número.

Entró a la habitación sin llamar y la vio metida en la cama con las luces apagadas y las cortinas corridas.

-Mina, ¿qué ha pasado?- preguntó con dulzura acercándose a la cama. Mientras su amiga le daba la espalda, escuchó claramente cómo sorbía las lágrimas.

-Nada.- respondió limpiándose el rostro.-¿Qué haces aquí Jihyo?- le preguntó sin volverse, intentando que su voz se escuchase entusiasta, pero realmente se escucho pésima, muy ronca como para poder ocultarlo.-Hoy es domingo deberías estar descansando, te dije que estaba bien.

-Mina no estás bien, por primera vez no lo estás y no puedes ocultarlo.- le hizo saber dejando la cartera en un sillón y se metió a la cama, abrazándola por la espalda y le dio un beso en su cabello.-Algo me dice qur la única que no está en Bélgica eres tú, ya lo sabía... cabrona de poca monta.

-No quiero hablar de eso, no quiero hablar de nada.- dijo Mina rodando sobre su cuerpo y encarando su amiga, que al ver el estado en el que se encontraba, evidenciando que llevaba horas llorando, la abrazó y le besó la frente.

-Está bien, no hablaremos de eso.- la tranquilizó estrechando más el abrazo, queriendo reconfortarla, era la primera vez que veía a Mina en aquel estado, le frotaba cariñosamente la espalda y sentía cómo su amiga empezaba a sacudirse ante los sollozos.

-Soy una tonta. No quiero llorar, no quiero hacerlo.- murmuraba en medio de los sollozos con la cara enterrada en el pecho de Jihyo.

-Pero no puedes evitarlo, Mina... no se puede dominar a los sentimientos.

-Me juré que nunca lloraría por ninguna persona.

-Hay juramentos que inevitablemente se rompen, siempre hay una primera vez para todo, hasta para enamorarse verdaderamente. ¿Recuerdas todo lo que lloré y cuántas veces me emborraché y quise morirme cuando Daniel eligió a su esposa?, yo viví todas sus mentiras, me creí todos los castillos que me armó en el aire, yo lo quería, verdaderamente lo quería, debo admitir que aún lo quiero porque no he encontrado quién logre superarlo, pero no me da pena decirlo, no oculto lo que siento Mina, una se enamora y no puede evitarlo, yo quise evitarlo cientos de veces porque sabía que era casado, pero él con su sonrisa y sus atenciones era más poderoso que toda mi voluntad, que toda la razón, tú estuviste ahí, me comprendiste... comprendiste que se puede sufrir por amor.

-Porque te quiero y no quería verte sufrir de esa manera... yo no quiero verme de esa manera, no quiero enamorarme, no debo hacerlo porque estaré perdida, dejaré que me haga daño, ya estoy dejando que lo haga y no puedo detenerlo.- hablaba sin dejar de llorar.

-Cuando te enamoras no puedes detenerlo Mina, si quieres a Chaeyoung nada va a detenerte.

-Encontraré la manera, sólo tengo que dejar de verla, no la veré nunca más...- elevó la mirada.-Mañana temprano voy a hipotecar el apartamento para pagarle lo que me prestó, quiero que tú me hagas el favor de llevarle el cheque apenas llegue, vendería el auto pero según el contrato no puedo hacerlo.

-Mina por favor, no hagas esa locura, puedes perder lo que tienes, sabes que los intereses son muy altos, no vas a poder pagarlos.

-No importa si lo pierdo, sólo no quiero deberle nada a Son, podría vivir cómodamente en un apartamento tipo estudio como lo haces tú.

-No, sabes que yo no vivo cómodamente, no con la comodidad que a la que tú estás acostumbrada. No vas a sacrificar tu hogar, que se joda la fiscal, ¡no señor!, bastantes orgasmos le has regalado, pues que se dé por pagada o que se quede con el auto, podrías comprarte otro más adelante... es más accesible que puedas adquirir un nuevo auto a que recuperes el apartamento.

-No le voy a pagar con las horas que pasé en su cama, pensaría que soy una puta, más de lo que ya lo piensa... y no le voy a dar el gusto de que se le hinchen las pelotas al pensar que tenía razón, ni tampoco le daré el gusto de que me restriegue en la cara que se quedó con mi Pegaso.

-El orgullo. Mina el orgullo no es bueno y lo sabes... Tendrás que decirme qué fue lo que pasó, tal vez pueda aconsejarte.

-No hay manera en que me aconsejes porque yo no hice nada malo, es ella quién desconfía, no sé qué mierda le pasa con Hyunbin, le tiene rabia. Ella llegó y Hyunbin estaba aquí, pensó que me lo estaba cogiendo y entonces me exige que le demuestre que no tengo nada con ese hombre. Te juro, Jihyo te juro que quise abofetearla hasta sacarle las muelas, abrirle la cabeza, sacarle el cerebro y pisoteárselo para saber qué mierda tiene en la cabeza, le he dicho de todas las maneras posibles que no hay nadie más, que no hay nada con Kim Hyunbin, pero ella sigue con la desconfianza.

-Desconfianza.- Jihyo saboreó la palabra.-Probablemente los celos sean una explicación más específica, he visto cómo te mira esa mujer, y no sólo lo hace con deseo, también te admira... sé que no debo echarle más leña al fuego, pero yo digo que Chaeyoung está entregadísima a mi amiga, bueno, tendría que estar loca para no estarlo, sólo que existe un pequeño problema.

-¿Cuál?- preguntó desconcertada ante las palabras de Jihyo.

-Que Hyunbin te mira de la misma manera, sólo que, no sé, el tipo no me da buena espina, porque un hombre casado nunca deja a la esposa, ya ves lo que me pasó, sólo te quiere como amante. Puede que verdaderamente esté enamorado, pero no renunciaría a su vida de casado, no mientras pueda llevar la doble vida.

-El detalle es que Hyunbin no me atrae, es un hombre interesante, elegante, muy hermoso, pero no es mi tipo.

-¿Qué hay de Jeno? Ese sí que te gustaba.

-Ya no.- contestó espontáneamente.

-Ya no te gusta porque sólo quieres a Son, es la única que de momento hace que se te baje la ropa interior a los tobillos. Tiene que coger como una Diosa para que te tenga así.

-Ya no me lo recuerdes, definitivamente voy a olvidarla, he tomado la decisión de pagarle, así que mañana voy a un banco a hipotecar el apartamento. Está decidido, tú cómo mi asistente me harás el favor de llevarle el cheque apenas lo tenga.

-Mina por favor.- suplicó la pelirroja.-Deja de ser tan orgullosa.

-Lo he decidido Jihyo. ¿Y sabes qué?- le preguntó limpiándose las lágrimas.-Voy a ducharme, no pretendo hacer el papel de la chica sufrida que se encierra a atiborrarse de helado mientras ve Orgullo y Prejuicio o el Diario de Noa.- hablaba mientras salía de la cama, tomaba el iPod y lo colocaba en el amplificador, el rock de Green Day inundó la habitación.-Me traes por favor la mascarilla de gel.- pidió con una sonrisa.

-Sí, claro... ¿Qué se supone que vas a hacer?- indagó Jihyo confundida.

-Vamos a hacer, me acompañarás. Voy a llamar a Jeno él tiene las llaves del gimnasio y quiero una sesión de box.

-¡A que bien! los golpes que quieres darle a Chaeyoung se los vas a dar a Jeno... qué magnífica salida la tuya.

-No es así, sólo vamos a practicar, tú busca que ponerte porque con esa ropa no puedes practicar.

-¡¿Y cómo estás tan segura que Jeno abrirá el gimnasio hoy domingo para que tú te montes al rin con él?!- preguntó en voz alta.

-¡Lo hará, confía en mí!- contestó Mina en un grito entusiasmado.

Jihyo negó con la cabeza y salió en busca de la mascarilla de gel. Sabía que Mina no estaba tomando la mejor decisión, era terca como una mula y no se refería a que tratara de usar a Jeno para olvidarse de Chaeyoung, eso era lo de menos, lo que verdaderamente le importaba era que hubiese decidido hipotecar el apartamento, la muy loca lo iba a hacer, estaba segura de ello.





esperando hasta que sea fin de mes para actualizar. 🤠

Dulces mentiras, amargas verdades. [Michaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora