Hwang Uriel +21 ~ HyunHo

10. Presagio

Sus ojos no podían apartarse del espejo por más que lo intentara. HyunJin veía en el espejo su cuerpo, su rostro, su cabello, sus ojos, sus labios, todo estaba igual si ignoraba sus heridas.

Muchas causadas por él mismo.

HyunJin se veía en el espejo, pero no sentía que fuera él mismo, no se sentía vivo.

Bajó la mirada hasta la madera del tocador donde descansaban dos pastillas que pronto deberían estar circulando en su sistema. Las odiaba, HyunJin odiaba esas pastillas, pero su cuerpo dolía demasiado y sabía que esas pastillas harían que dejara de doler.

Esas pastillas eran su único consuelo en ese lugar, lugar del que nunca saldría.

“Quiero verte cumpliendo tus metas y sueños, no lleno de golpes en este lugar”

MinHo…

Su querido Honnie volvió a su mente y una lágrima bajó por su mejilla.

MinHo también lo había abandonado.

__ Está llorando Sinb __ la dulce voz de la pelirroja llegó a los oídos del menor, su delgado y débil cuerpo se estremeció cuando la mano de esta secó con delicadeza sus lágrimas __ Ya no llores pequeño __ HyunJin no la miro, pero sí se alejó de su tacto asustado al escuchar ese apodo. Su tío había usado mucho ese apodo la noche anterior.

Ni siquiera habían dejado descansar su cuerpo esa noche.

__ Lo se Umji __ la rubia miró a su amiga al notar el acto del menor y tomando los casi esqueléticos hombros del pelinegro volvió a sentarlo recto en la silla para seguir peinando su cabello o eso trataba de aparentar para que él chico no se asustara al ver la herida en su cabeza. HyunJin ni siquiera sentía dolor, no era consciente de esa herida causada por tratar de alejarse de su tío.

__ P-por… fa-vor ay-ud-a __ la voz rota de HyunJin logró que ambas se detuvieran por unos segundos, sus ojos llenos de lágrimas que al segundo corrían libremente por sus mejillas hizo el corazón de ambas detenerse. Querían hacerlo, pero ninguna era lo suficientemente valiente.

Ninguna respondió y HyunJin levantó sus manos temblorosas tratando de ignorar sus dedos. Trataba de hablar, pero su garganta dolía demasiado, quería decirles donde estaba el celular que MinHo le había dado, quería que ellas lo ayudaran a llamarlo. Ambas lo miraban atentas esperando que era lo que él joven quería, pero HyunJin se detuvo mirando la madera del escritorio.

El borroso recuerdo de MinHo dándole la espalda invadiendo su mente.

Estaba solo, nadie lo ayudaría.

__ Él… está delirando, no te asustes __ la pelirroja asintió tomando con cuidado las manos de HyunJin para seguir limpiando sus dedos. Habían comenzado a sanar, pero siempre volvían a sangrar por el esfuerzo que él menor hacía con sus manos.

HyunJin seguía mirando la madera sin dejar de llorar, un sollozo lastimero escapó de su garganta, pero no se movió. Las pastillas seguían ahí frente a él y las palabras que su madre solía decirle cuando era un niño volvieron a su mente. 

“Si eres un buen niño tendrás una recompensa, pero si eres un niño malo tendrás un castigo”

Si era un buen niño las señoras le darían las pastillas, esas pastillas hacían que dejara de doler y lo hacían dormir, al quedarse quieto era un niño bueno.

Él quería dormir y que dejara de doler así que sería un niño bueno.

Sus sollozos se volvieron bajos y siguió llorando en silencio. HyunJin dejó de verse así mismo como era en ese momento, su imagen cambió por completo a sus ojos.