Amor en la feria| Bill Kaulitz- EN EDICIÓN.

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Bill;

— Hola mami.

— Hola mi willi, buenos días, ¿Te encuentras en la cabina ahora?.

— Si, ¿Cómo has estado?.

— Bien willi, bastián me ha contado sobre una chica.

— Puff, ¿Qué chica?...¿Acaso ya tiene novia?.

— No lo sé, tal vez tú tengas novia-. Hizo énfasis en tú.

— Nada que ver, mamá.

— Dime la verdad.

— Absolutamente la verdad.

— ¿Amor Culkin?.

— Una amiga.

— Si, y tu me crees que yo soy bruta como para andarte creyendo.

— Ay mamita, cálmate.

— Mínimo y te gusta, soy tu madre así que conmigo no funciona la mentira.

— Ok, estás en lo correcto, ella me gusta mucho.

— ¡Lo sabía!, claro que si, ¿Has confesado tu amor por ella?.

— No, siento miedo al rechazo.

— Pero si eres muy guapo mi willi, ¿Acaso no eres un galán mijo?, tienes que tener tus trucos para conquistarla.

— Si mamá, lo soy, pero creo que ella no se fijaría en mi por más encanto que le meta en la situación, siento que...no, que soy feo.

— Ay mijo, no digas eso...aparte bastián me contó que es muy guapa para tí.

— Es lindísima mamá, pero dime, ¿Tú qué traes con bastián?.

— No vayas a molestarte, cuando vengas para acá, bastián vendrá contigo...intentaremos algo.

— ¿De...verdad?.

— Si, es hora de aceptar que tú padre se fue y simplemente darme el tiempo de andar con otra persona, y que más que con bastián, sabes que fuimos amigos desde la escuela.

— No me parece mal, la verdad, no.

— Me siento feliz, hablamos después, debo vender ahora.

— Te me cuidas, ¿Bueno?, desearé que los meses se vayan rápido para poder ir a alemania.

— Yo igual mi willi, y me conquistas a esa chica para poder conocerla.

— Bien, lo intentaré, te quiero.

— Suerte.

Corte y deje el móvil guindado, no sabía si llamar al número convencional de la casa de amor.

No ha asistido al colegio en una semana entera, miento si digo que no me preocupa, pienso que tal vez estaría enferma.