Amor en la feria| Bill Kaulitz- EN EDICIÓN.

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Bill;

Día soleado y agotado, siendo claros estaba trabajando con mi madre y bastián en el mercado, ha pasado unos cuantos días...cuatro exactamente, bueno, pasado mañana estaré viajando de vuelta a California. La venta ha ido muy bien...y, nuevamente el móvil en la casa de mamá no vale.

Por eso ahora mismo estoy camino a la cabina a más de veinte cuadras, Pero va a valer la pena, y por supuesto porque sea como sea hablaré nuevamente con amor.

Al llegar, mire por los alrededores, ¿En serio el sol estaba pegando tan fuerte?, admiraba las calles de alemania y está época, no puedo sentirme más agradecido de haber nacido en 1978, mi amor por los autos de ahora son inevitables.

Me pregunto, ¿Cómo será en el futuro?, ¿Seguirán estando estos autos tan de lujos?, ¿Se perderá la elegancia?, ¿Y...el amor entre parejas será el mismo?...¿Seguiré vivo?, ¿Seguiré joven?, ¿Amor siempre será la bonita de la feria?.

— Vaya señor jhon, ¿Cómo así usted responde la querida llamada, eh?–. Hablé con tono vacilante.

— Que hay, bill...bueno, vengo a decirte un poco de palabras.

— Si, dígame, adelante lo escucho.

— Oye bill, lo lamento ¿Sabes?...me di cuenta que he sido muy malo contigo y de lo mucho que mi hija te quiere en su vida, por eso yo, jhon culkin, quiero pedirte disculpas de todo corazón.

— No se preocupe, no hay rencor por mi parte. Se que un padre suele ser muy frio y calculador, pero...no hay problema señor jhon, usted está perdonado.

— Tienes razón, gracias bill...muchas gracias por, por hacer feliz a caro.

— Supongo que si la vida me puso en mi camino a esa flor...mi deber es no dejarla marchitar.

— Eres tan buena persona, no entiendo, no me entiendo...simplemente no sé por qué he sido así con varias personas, hasta con Analía.

— Tranquilo, todo paso por algo ¿No?, quiero decir...si usted es perdonado por la persona a cual usted hizo daño, es por qué realmente usted no ha sido un mounstro.

— Si, es así...me enteré que en dos días estás de vuelta, ¿Es cierto?.

— Lo es, ¿Cómo lo sabe?.

— Caro no para de hablar de eso, simplemente pasa cantando y diciéndome que está esperando con todas sus ansias tu llegada.

— ¿Habla enserio, señor John?.

— De veras, además, llega...no quiero verla deprimida, incluso se que cocinará para ti.

— Ay señor jhon, no me suelte tanta información.

— ¡Papá, quedamos en un acuerdo!–. Se escuchó al otro lado del móvil la voz de amor, inmediatamente sonreí.– préstame el movil, quiero hablar con bill.

— ¡Buenas tardes, mi caro!.

— ¡Hola cariño!, ¿Cómo estás ahora?, ¿Eh?.

— Muy bien, porque volveré a verte en dos días, ¿No te alegra, amor?.

— ¿Estás bromeando?, ¡Por supuesto que sí!, ya necesito verte bill.

— En dos días amor, llegaré para cenar juntos y pasar navidad ¡Por primera vez!.

— Si, por primera vez y muchas más...¿Verdad?.

— Claro, así que ¿Cocinaras para mi?.

— Bueno, si mi padre ya te ha soltado información, ¿Por qué debería mentirte?, haré un poco de lasaña.

— Me gruñe la barriga, ¡Es mi plato favorito!, de alguna manera en la otra vida tambien estaría perdidamente enamorado de tí.

— No hables sobre otras vidas, estamos aquí.

— Pero mañana quien sabe.

— ¿Qué quieres decir, bill?...si, algún día todos nos iremos para otro lado, lo sé, pero hay que saber disfrutar, es lo que siempre me dices.

— Si, pero sin duda...si incluso allí arriba, en el cielo hay una feria, seguramente sigo estando en los puestos de aros viéndote como la primera vez.

— Whoah...seguramente yo me acerco a preguntar como se juega y, luego, te pregunto si no tienes premios interesantes porque no me gusta el alcohol.

— Oh sí, y ese día se titula como "Amor en la feria".

— Lo recuerdas como si fuese ayer, cantor.

— Pues ayer te conocí.

— Basta, mi padre se está burlando de mi por la manera en la que sonrío como una loca.

— Bueno, bueno...estaré allí desde temprano, muy puntual para poder pasar juntos.

— De acuerdo, entonces esperaré ansiosamente por eso.

— Podemos hablar un poco más, dime...¿Qué quieres hacer cuando vuelva?.

— Yo sinceramente puedo decirte que quiero abrazarte, y que todo lo que pase, tenga que pasar.

— ¿Si?, nos volveremos a encontrar, prontito.

—  Cuídate, ¿Quieres?.

— Lo haré carito, hazlo también ¿Vale?.

— Vale, hasta pronto.

— Te amor más que ayer y menos que mañana, adiós.