Amor en la feria| Bill Kaulitz- EN EDICIÓN.

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Narrador:

Todo iba normal entre la relación de Amor Culkin y Bill kaulitz, todo perfecto, sin tener problemas entre ellos y llevando su relación en buen estado.

Había pasado ya dos rápidas semanas en las que amor le preparaba comida y se la llevaba al instituto, incluso lo acompañaba a la feria. Sus padres no habían cortado, simplemente ahora su padre pasaba muy ocupado.

La pelo largo salió de su baño, con una toalla al rededor de su cuerpo con curvas hermosas, secándose el pelo con otra toalla...se sentía un poco mal, pues su padre había tratado de manipularla y convencerla en que tendría que tratar con el hijo apuesto y millonario de un amigo suyo.

Claro que Carolina dijo que no, ni siquiera se imaginaba con otro que no fuese bill, pero su padre supo manipularla en que solo socializara con el en la cena que se llevaría acabo en un restaurante de lujo, por negocios de John.

— ¡Carolina!–. Exclamó su papá desde el bajo piso.– saldremos en veinte minutos, por favor apúrate.

— Papá, recién me voy a empezar a arreglar, se paciente–. Contestó con voz fuerte esperando que su padre la escuchase.

Poco después entro su madre, con un vestido muy elegante y peinado extravagante, dándole una sonrisa, amor la miró sonriente...aunque un poco molesta, porque si de ella se tratase, ya se hubiese divorciado.

— ¿Qué tienes pensado ponerte hoy?–. Le preguntó.

— Mmh...no quiero ir–. Dejó la toalla de pelo en la cama, poniendo sus manos en su cintura, dándole una expresión honesta a ana.– mamá, no me agrada conocer a tipos así.

— Pero caro...no es malo.

— Lo es mamá–. Renegó negando, volcando los ojos.– yo no quiero hacer sentir mal a bill, no me interesa otro tipo que no sea el...¿Lo entiendes?, y aunque solo debo socializar con el dicho tipo, no quiero, no quiero ni ser su amiga.

— Está bien–. Comprendió por unos minutos a su hija, pero luego fue ella la que negó y corrió al armario.– pero quedamos en algo con tu padre, debes socializar con el apuesto chico y saldrás un mes entero con bill, sin importar a la hora en la que vuelvas a casa.

Amor volvió a volcar sus ojos, y sentándose cruzando sus piernas, pensando...bien, no era tan mala idea si en ese tatro quedaban, pero algo le decía que quizás algo iba a salir mal, tendría que portarse amable he incluso aceptar su mano si el se lo pidiese, entonces, si bill se llegase a molestar con ella...esperaba que el gran permiso no se eche a la mierda.

— Bien mamá, de acuerdo–. Suspiro y con sus dedos peino su cabello hacia atrás.– todo sea por estar con bill.

— ¡Eso quería oír!, ahora mirame–. Le anuncio, amor viro para verla, ella le enseñaba un precioso vestido color lila, de tela brillosa y con un pelaje al rededor de los hombros.– ¿Qué tal?.

— ¿Eso me pondré?.

— Si, es muy elegante, y en esta ocasión debemos ir elegantes...saludaremos a muchas personas.

— No–. Dijo mordiendo un poco su labio inferior.– es...un tanto atrevido.

— No lo es, es lindo...y tú te verás más linda con el puesto.

Al cabo ana tuvo sus grandes palabras para convencer a su querida hija, obviamente diciéndole; "Si bill te viera con esto se volvería loco", y si, eso era lo que la convenció, imaginar a bill volviéndose loco por ella le gustaba.