Jimin
Los flashes no dejaban de apuntar en el rostro de Jimin esa tarde. Era su segunda sesión de fotos en un solo día y, la verdad, ya no quería más.
— Jimin, recuerda que la junta es esta noche — Dijo Taehyung mirando la tableta.
Jimin frunció el ceño, ¿En qué momento había decidido confirmar su asistencia a dicho evento? ¿Qué estaba pensando cuando hizo aquello? Ah cierto, en taparle la boca a Min Yoongi.
Masajeo sus cienes, y respiró profundo.
— Necesito ir a comprar ropa Tae — dijo sin mirarlo
— ¿Y eso por qué? — Taehyung estaba confundido — Literalmente tienes dos habitaciones llenas de ropa de diseñador, incluso algunas prendas nunca las has usado. Sin contar los más de 300 pares de zapa-
— No necesito que me recuerdes todo lo que poseo — Interrumpió — La ropa que necesito para hoy no la tengo.
— ¿Y qué es lo que necesitas para hoy? Es sólo una reunión con los idiotas que hicieron de tu juventud una etapa que no quieres recordar — Cuestionó dudoso — Ni siquiera sé porque aceptaste ir — Se encogió de hombros.
— Tae... eres mi mejor amigo y mi asistente personal, no quieras dejar de serlo sólo por tener información privilegiada.
Taehyung lo miró incrédulo, no era común que Jimin se molestara de esa manera, ni en sus peores días tomaba esa postura tan amenazante.
Al terminar la sesión Taehyung ingresó al camerino, como siempre con la tableta en sus manos.
— Hay una tienda de ropa casual en el centro comercial que se ajusta a lo que buscas — Lo miró de reojo sólo para ver si le escuchaba.
— ¿Tienen los pantalones y chaqueta de cuero? — Preguntó curioso Jimin.
— Si.
Efectivamente, después de revisar las fotografías de la ropa, se convenció que esa era la tenida adecuada. Eso, más sus botines del mismo color y una playera blanca que dejaba muy poco a la imaginación, un poco de maquillaje muy sutil y su brillo labial. Estaba seguro de que muchos se arrepentirían de haberlo hecho sentir menos. Sobre todo, uno.
Mientras se duchaba pensaba en esos dos años que compartió salón con Min Yoongi. Jimin tenía excelentes calificaciones y era el mejor de su clase. Muy contrario a Yoongi que ya era tercera vez que cursaba el mismo grado.
Recordó la primera vez que lo vio entrando al salón, sonrío de aquel recuerdo ya que ingenuamente aquella vez pensó que podría acercarse a él y confesar sus sentimientos. Pero grande fue su sorpresa cuando al intentar acercarse Yoongi lo miró y soltó una carcajada. De ahí en adelante siempre fue igual, sin saber por qué, pero sabía que Yoongi lo odiaba.
Una lágrima rodó por su mejilla al recordar, pero la secó de inmediato. Salió de la ducha, se envolvió en su bata y caminó al tocador. Ahí preparó su rostro, aplicó su perfume y cambió su ropa. Estaba listo. Moría de nervios, pero era ahora o nunca.
Su camino al lugar fue tranquilo. Le pidió a Taehyung que lo fuese a dejar, ya que quería beber algunos tragos para relajarse y pasarlo bien, a pesar de no estar rodeado de gente de su agrado. Lo que de verdad quería era sentirse admirado por aquellos que tanto daño le hicieron.
— ¿Estás seguro qué quieres entrar? — Preguntó Taehyung con tono preocupado.
Jimin lo pensó unos segundos y movió su cabeza en señal de afirmación.
— Si alguno de esos idiotas te hace sentir mal, o si te sientes demasiado abrumado, solo tienes que salir y nos iremos. Yo esperaré aquí en la camioneta el tiempo que sea necesario — Jimin lo miró asombrado, definitivamente Tae era un excelente amigo.
— Pero ¿y si demoro? — Preguntó ladeando la cabeza.
— Eso no es importante, no te dejaré en la boca del lobo y me iré a dormir tranquilamente cuando no sé qué vaya a pasar allá adentro — Taehyung estaba seguro de lo que decía y Jimin sólo sonrió.
Se acercó a Taehyung y dio le un abrazo.
— Eres el mejor amigo del mundo ¿lo sabías? — Comentó Jimin sonriendo y haciendo desaparecer sus ojos en el proceso.
— Si, si, si, como sea. — Se alejó — Igual cobraré estas horas como horas extras.
Y esas palabras fueron suficientes para que ambos estallasen en carcajadas y se despidieran al fin.
Al entrar al lugar Jimin estaba nervioso, demasiado nervioso. Miró su reflejo en uno de los ventanales y se volvió a aplicar brillo labial. No mucho, el suficiente para que sus labios se vieran húmedos e hidratados. Se dio una vuelta e ingreso, con la sonrisa más falsa que alguna vez usó. Ni en una sesión de fotos se atrevió a tanto, pero el momento lo merecía.
— Wow — Fue lo que se escuchó al verlo. Muchos lo dijeron a viva voz y a otros simplemente no les salieron las palabras.
Comenzó a acercarse a saludar, aunque no recordaba ni a la mitad de los asistentes, pero nadie debía enterarse de aquello. Algunos le pedían fotografías e incluso autógrafos y se acomodaban alrededor de él, sin dejarlo siquiera mirar alrededor.
— ¿De verdad eres Park Jimin el súper modelo? — Preguntó un hombre al cual no supo reconocer y que luego de obtener su respuesta corrió como si su vida dependiera de ello.
— Eso fue extraño — Expuso mirando la espalda del hombre y todos a su alrededor rieron por lo gracioso de la situación.
Así pasaron varios minutos, rodeado de hombres y mujeres que intentaban caerle en gracia. Y recibiendo todo tipo de tarjetas con números de teléfono, que obviamente desecharía al salir de ahí.
Se sentía el centro de atención, y claramente lo era. Eso le hacía sentir más tranquilo, ya que era lo que quería lograr, pero aún había algo que lo inquietaba. ¿O es que Min no fue a al reencuentro? Sacudió su cabeza de sólo pensar en ello. Que más daba, tampoco era como si tuviera mucho interés de volver a verlo.
Mentira.
Jimin sabía que se había casado, que tenía hijos e incluso sabía la dirección de su casa. Era cómico pensar que mientras se negaba a si mismo que, a pesar de los años, aun no olvidaba a Yoongi. Al mismo tiempo le pedía a Taehyung mantenerlo informado de cualquier novedad respecto a él.
De pronto sintió como alguien se situó frente a él, demasiado cerca para su comodidad. Levantó la vista y lo vio.
Era él, el mismísimo Min Yoongi, estaba incluso más guapo que en la última fotografía que le entregaron. Su corazón latía frenético, y su estómago parecía tener mil mariposas revoloteando. Apretó sus manos en puños y recordó el día de su graduación. Eso lo hizo fruncir un poco el ceño.
— Tanto tiempo Park.
Escuchó la profunda voz de Yoongi, tan cerca de su boca que se tuvo que reprimir el impulso de besarlo.
Jimin solo lo miró como si no estuviese derritiéndose por dentro.
— Es un placer volver a verte después de tanto tiempo Jimin.
— Oh, Min — Dijo con voz calma — Lamento no poder decir lo mismo.
Pudo ver como los ojos del contrario se abrieron con asombro al escucharlo mientras él sonreía.
Jimin lo miró solo un par de segundos más, intentando impregnarse del olor al perfume que Yoongi usaba y guardando ese momento en su mente para siempre.
La tensión entre el par no dejó a nadie indiferente, pero Jimin dio media vuelta y caminó hacia la barra, moviendo sutilmente sus caderas y sintiendo como los ojos de Min no se despegaban de él.
Había logrado su objetivo. Todo el estrés de los días previos había valido la pena.
Jimin había ganado esta vez y no podía sentirse mejor.
Este, definitivamente, era el mejor día de su vida.
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Siempre fuiste Tú
Fanfiction¿Alguna vez has deseado irte a dormir y que al despertar estuvieses 15 años atrás? Yoongi nunca pensó que algún día desearía volver a esa época en la que lo único que le preocupaba era donde sería la siguiente fiesta el fin de semana o como seguir...