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Preocupación


Una semana... No, más de una semana. ¡Diez días! Diez días habían transcurrido ya y Yoongi no tenía ninguna noticia de Jimin.

Esa noche, después del Karaoke lo llevó a casa y prometieron verse al siguiente día en la escuela. Incluso Jimin se ofreció a llevar el almuerzo para ambos. Y la mañana del lunes al despertar Yoongi vio en su teléfono un mensaje donde Jimin le decía que tenía lista la comida. Pero aquello nunca pasó.

Lo esperó en el salón, pero no apareció. Lo llamó, y le envió mensajes más el teléfono de Jimin parecía no recibirlos. Fue a verlo a su casa por la tarde, y tampoco encontró a nadie ahí... Y así, ya habían pasado 10 días.

Y aunque tuvo esperanzas de encontrarlo de vuelta en la escuela hoy, eso tampoco pasó.

Yoongi está en su habitación, rodeado de libros y apuntes escolares. Pensó sería una buena idea no perder detalle de las clases, así cuando Jimin volviera le ayudaría a ponerse al corriente. La cama está deshecha y la ropa sucia se amontona en un rincón. El escritorio está cubierto de papeles y libretas, con notas y recordatorios, todo es un verdadero desastre en su cuarto, así como en su cabeza en ese momento.

El teléfono, que había sido su vínculo con Jimin, muestra las mismas 23 llamadas no contestadas y 42 mensajes sin respuesta. Una mezcla de ansiedad y desesperación consume a Yoongi.

Sus padres, preocupados por su estado, han intentado hablar con él, pero Yoongi se siente incapaz de explicar lo que siente. ¿Cómo podría explicar algo que ni siquiera él entiende? Incluso la escuela, que se había convertido en un lugar de alegría y aprendizaje, ahora se sentía vacía y sin sentido.

La habitación de Yoongi refleja su estado emocional: desordenada, confundida y sin dirección.

Revisa algunos mensajes enviados a Jimin, esperando encontrar una pista o clave que explique su desaparición. Los mensajes muestran una mezcla de preocupación, cariño y frustración.

Los primeros mensajes son inocentes:

 ¿Dónde estás?

 ¿No vendrás a clases?

 ¿Todo bien?

 Estoy esperando por ti Jimin 

 Iré a tu casa al salir de la escuela.

Pero a medida que pasan las horas y los días, los mensajes se vuelven más desesperados:

Jimin, por favor responde, estoy preocupado.

¿Qué pasó? ¿Hice algo mal?

Necesito saber que estás bien. Por favor Jimin.

Hoy también fui a tu casa... Nadie salió.

Dime algo, lo que sea.

Los últimos mensajes son breves y directos

¿Dónde estás?

Responde

Jimin...

Jimin...

Yoongi siente una punzada de dolor al revisar los mensajes. Se da cuenta de que su preocupación y cariño por Jimin son evidentes en cada palabra.

Continúa leyendo y de repente nota algo extraño. Un mensaje que no había visto antes. Un mensaje de Jimin, enviado hace solo unos minutos. Era un mensaje breve y críptico "Lo siento Yoongi. No puedo explicar. Necesito tiempo."

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora