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Cita


— ¡Ashh! —gritó Yoongi, se sentía frustrado.

Primero, Jungkook no había aparecido con las flores. Simplemente dejó de contestar sus llamadas y no volvió a aparecer. Además, cuando fue a alquilar la barca, se enteró de que no había ninguna disponible ya que era día de mantenimiento. Y para colmo, su madre lo había llamado para pedirle que cuidara a Minji porque la niñera se había enfermado y no podría asistir a trabajar.

Minji, estaba emocionada de pasar el día con él, pero Yoongi estaba desesperado. Su plan romántico con Jimin se estaba desmoronando por completo.

Todo su esfuerzo había sido en vano, ya que el destino se burlaba de él poniendo un obstáculo tras otro. El pelinegro agarraba su cabeza con ambas manos, intentando aliviar el malestar que toda esta situación le estaba provocando.

— ¿Qué vamos a hacer hoy, hermano? — preguntó Minji, mirándolo con ojos curiosos.

Yoongi suspiró y se encogió de hombros. Amaba a su hermanita, y le encantaba pasar tiempo con ella. Era una de las cosas que más extrañaba en el futuro. Pero precisamente ese día no era algo que quisiera hacer.

— No lo sé, enana. Todo está saliendo mal hoy — suspiró rendido.

Minji se sorprendió por la actitud negativa de su hermano. — ¿Estás triste? — curioseó, con sus ojos brillantes.

Yoongi sonrió débilmente. — Iba a salir con Jimin, pero — un grito lo interrumpió de pronto.

— ¡Si! — Minji daba saltitos de alegría — ¡Voy a conocer al chico bonito!

El mayor se sintió contagiado con la alegría de su hermana. "Tal vez, que Minji venga con nosotros es lo mejor que nos pueda pasar"


Yoongi se subió al auto con Minji, le ajustó el cinturón de seguridad y comenzó a conducir hacia la casa de Jimin. La pequeña estaba emocionada y no paraba de hacerle preguntas sobre "el chico bonito".

Yoongi se sentía aún más estresado. ¿Qué iba a decirle a Jimin? ¿Cómo iba a explicarle que su hermanita de 9 años estaba con él y que no podía dejarla sola?

Mientras conducía, pensó en todas las posibles excusas que podría darle a Jimin para cancelar el encuentro. Podría decirle que se había enfermado, que había tenido un accidente, o simplemente que lo había olvidado... Pero nada de eso parecía sincero. Él sabía que debía ser honesto, pero ¿cómo iba a explicarle esta situación tan extraña?

Minji, que había estado callada por un momento, observando el camino a través de la ventana, de repente habló.

— Yoonie, ¿qué pasa? — la curiosidad la invadía y ver a su hermano mordiendo su labio inferior solo lo había incrementado más aún.

Yoongi suspiró y miró a Minji.

— Es solo que... las cosas no están saliendo como planeé, Minji. Y no sé cómo explicárselo a Jimin.

Minji asintió con la cabeza, a pesar de su edad parecía comprender todo lo que ocurría. — No te preocupes, Yoonie. Yo me portaré muy bien.

El mayor sólo pudo regalarle una sonrisa a su hermana por el espejo retrovisor.


Jimin corrió a abrir la puerta al escuchar el timbre y se sorprendió al ver a Yoongi con una niña pequeña a su lado. Era una réplica del mayor, aunque con el cabello largo. Su corazón se aceleró, pero en cuanto su mirada chocó con la de Minji, sonrió y se agachó para saludarla.

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora