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Recuerdos de infancia

Taehyung y Jungkook regresaron al salón con expresiones neutras, como si nada hubiera sucedido entre ellos.

 Sus compañeros de clase los miraban con curiosidad y sorpresa, buscando alguna señal de lo que había ocurrido. Sobre todo Yoongi, que al ver los cabellos desordenados de Jeon pudo imaginar lo que había pasado.

Pero ellos no dijeron nada.

Se ignoraban mutuamente, como si fueran extraños.

La tensión entre Kim y Jeon era palpable, pero nadie podía entender qué estaba sucediendo.

 Era como si una fuerza enorme los atrajera y ellos fuesen los únicos que no lograban darse cuenta.

El resto de la clase comenzó a susurrar entre sí, especulando sobre lo que había pasado.

 Algunos pensaban que habían discutido al salir tan abruptamente del salón, mientras que otros creían que algo más íntimo había ocurrido.

— ¿Qué crees que pasó entre ellos? —, preguntó Jimin en voz baja, sacando a su novio de su cavilación.

— No lo sé, pero ambos parecen enfadados —, respondió, no quería ahondar en el tema.

El pelirrubio los observó unos segundos, intentando buscar una pista. Cuando vio a Kim decirle algo en el oído a Momo, y que como respuesta ella cubriera su boca asombrada, creyó entenderlo todo.

— O quizás solo están jugando a que se odian — comentó alzando sus hombros, dejando a Yoongi asombrado por su suposición.

La confusión reinaba en el salón.

Taehyung y Jungkook seguían sin hablar, sumidos en sus propios pensamientos. Solo ellos sabían la verdad, y no estaban dispuestos a compartirlo con nadie. Al menos no frente al resto de la clase.

La profesora entró en el salón, interrumpiendo el murmullo de los estudiantes.

— Buenos días, clase. Hoy vamos a...

Jimin entró en su casa con una sonrisa en el rostro, exhausto pero radiante de felicidad

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Jimin entró en su casa con una sonrisa en el rostro, exhausto pero radiante de felicidad.

Sin duda ese podía ser considerado uno de los mejores días de su vida por tres especiales razones.

Primero, despertó entre los brazos de su eterno amor secreto. Pero, esta vez, convertido en su novio después de una intensa y profunda confesión. Y claro, algo más que aún lo hacía sonrojarse de solo recordar.

Segundo, su mejor amigo había vuelto al país después de un largo tiempo. Fue una grata sorpresa recibir su llamada y enterarse que al fin volverían a compartir tiempo juntos.

Y, por último, no menos importante, ambos chicos, Min Yoongi y Jung Hoseok se habían conocido y habían congeniado de maravillas después de compartir las malteadas que el recién llegado había exigido como disculpa, al no enterarse antes que el resto de la inminente relación de su mejor amigo.

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora