Siempre fuiste Tú

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¿Yoongi?

Las semanas pasaron rápidamente desde el incidente en la escuela. Changbin y Nayeon han estado ausentes, castigados por su comportamiento desde que se interpuso una demanda por parte de los señores Park, en colaboración con la madre de Yoongi. Reunieron documentos médicos, tanto físicos como sicológicos, más algunas declaraciones de estudiantes, lo que ayudó a que la petición al tribunal avanzara de prisa.

Mientras tanto, Jimin ha estado recuperándose en casa, acompañado por su familia y por Yoongi. Incluso Jungkook lo visitó una tarde junto a su amigo, compartiendo un grato momento los tres.

Sólo ha salido de casa acompañado, ya sea a sus sesiones en el hospital o a tomar el sol un momento al parque. Le costó volver a sentirse seguro estando solo, pero poco a poco lo ha ido logrando.

Pero ahora, después de varias semanas de recuperación, está listo para volver a la escuela.

Esa mañana, Jimin se despertó con una mezcla de emociones. Ansiedad, nerviosismo, pero también determinación y esperanza. Se miró en el espejo, cepilló sus rubios cabellos y vio a un chico que había cambiado. Sus ojos verdes ya no reflejaban miedo, sino una chispa de valentía. Eso le gustó. Lo tranquilizó darse cuenta de aquello.

Mientras se vestía, recordó las palabras de Yoongi "No estás solo, Jimin. Estoy aquí para ti". Se sintió agradecido por tener un amigo como él. Pero también se sentía inseguro. ¿Qué pasaría si Changbin y Nayeon seguían acosándolo? ¿Podría enfrentarlos?

Jimin tomó una profunda respiración y se recordó a sí mismo que ya no era el mismo chico vulnerable de antes. Había crecido, había aprendido a defenderse. Y ahora tenía a Yoongi, e incluso a Jungkook a su lado. Sí, eso de daba tranquilidad.

Siguió preparándose para regresar a la escuela, su mente voló hacia un día especial durante su recuperación.

Yoongi había venido a visitarlo, llevando consigo un pequeño regalo. Jimin se asombró al ver el pequeño paquete entre las manos de Yoongi y se sintió curioso. Lo tomó con cuidado, como si fuese un delicado cristal que podría romper con solo un descuido. Retiró la cinta lila que rodeaba el papel y lo desenvolvió. Su corazón saltaba emocionado al revelar el contenido del regalo. Una libreta de gatitos adorables, junto a un lápiz con una tierna pata de gatito en la parte de arriba. Eso no era todo, contenía también una nota que decía: "Para mi amigo valiente, Jimin. Que estos gatitos te hagan sonreír. Yoongi".

Jimin sonrió al recordar ese momento. Yoongi había llegado en un día particularmente difícil, cuando Jimin se sentía abrumado por la ansiedad y el miedo. Fue su primera sesión con la sicóloga. Pero la presencia de Yoongi, y ese pequeño regalo, habían iluminado su día.

Recuerda cómo Yoongi se había sentado a su lado, hablando con él sobre nada en particular, pero escuchándolo con atención, mientras tomaban helado directo del pote.  Cómo habían reído juntos al ver los gatitos ridículos en la libreta. Cómo Yoongi le había dicho: "Jimin, eres fuerte, puedes superar esto".

Aquel regalo había sido más que una simple libreta. Había sido un recordatorio de que no estaba solo, de que tenía a alguien que creía en él. Sin duda esa libreta sería parte de sus accesorios en su bolso.

Recordó también la tarde cuando Yoongi lo había llevado a casa, después de una sesión de terapia particularmente difícil. Yoongi lo había sentado en su sofá, y le había preparado una taza de té caliente, con una cucharadita de miel, su favorito.

Mientras bebían té juntos, Yoongi había empezado a dibujar en una hoja de papel, creando un pequeño cómic de aventuras, con Jimin como el héroe. Jimin se había reído tanto que había olvidado temporalmente su ansiedad.