Siempre fuiste Tú

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Rosas y jazmines

Jungkook abandonó la casa de su amigo Min Yoongi, con sólo una misión en mente. "Un ramo de flores"

Era simple, buscar una florería, comprar un lindo ramo con rosas, jazmines y sepa Dios que otra flor existía, y volver con Min a preparar el picnic.

Buscó en su celular y la florería más cercana estaba a 10 minutos. Pero en su interior algo le decía que no era la adecuada, así que optó por la quedaba en el centro.

Llegó a la tienda de flores a comprar el ramo que su amigo le había pedido para su cita con la persona misteriosa. Pero cuando entró, se encontró con mucho más que una simple florería.

"Sol de Oro", es un local pequeño pero encantador, en pleno corazón de la ciudad. Con paredes blancas y ventanas grandes que dejan entrar la luz del sol. Sus cortinas amarillas claras se balancean suavemente con la brisa, filtrando la luz y creando un ambiente cálido y acogedor.

El interior es un festín de colores y fragancias, con estantes y mesas llenas de flores de todas las variedades: rosas rojas y rosadas, lirios blancos y amarillos, girasoles altos y soleados, claveles, margaritas y muchas más. El aroma dulce y fresco de las flores llena el aire, haciendo a Jungkook sonreír desde que cruzó la puerta.

En un rincón, hay una pequeña mesa de trabajo donde se crean las obras de arte florales, rodeada de cintas, lazos y otros adornos. Y en la pared opuesta, hay una gran ventana que da a un pequeño jardín, donde sus padres cultivan algunas de las flores que se venden en la tienda.

El amigo de Yoongi se queda embobado al ver al hermoso chico que está tras la mesita. Piel canela, ojos misteriosos y cabello castaño. Pero, lo que más llamó su atención, fue su cuadrada sonrisa que dejaba ver su perfecta dentadura.

Taehyung, es hijo de los dueños, y quien atiende la florería los fines de semana. Es un artista cuando se trata de combinar las flores y crear arreglos únicos y hermosos. Su pasión por las flores es evidente en cada detalle, desde la forma en que las coloca en los jarrones hasta la manera en que las cuida con dedicación.

El florista, ajeno a la admiración del contrario, sonrió y lo saludó con un coqueteó disfrazado de amabilidad. No ignoró lo guapo que era, con esa chaqueta de cuero y su pantalón rasgado. Su cabello negro y esa mirada que parecía tan inocente como la de un pequeño cervatillo. Algo se encendió dentro de él. El deseo de probar lo desconocido.

— ¡Hola! Bienvenido a "Sol de Oro" Soy Kim Taehyung ¿En qué puedo ayudarte? — Dijo acercándose a paso firme —. Pídeme lo que quieras y lo haré.

Jungkook intentó responder, pero su voz se quedó atascada en su garganta. Se sintió como si hubiera sido golpeado por un rayo, incapaz de articular palabra. Solo pudo devolver la sonrisa de Taehyung, sintiendo que su rostro se calentaba por momentos.

Taehyung, confundido por la reacción de Jungkook, se acercó un poco más — ¿Estás bien? ¿Necesitas algo?

Jungkook asintió, intentando recuperar su compostura. — Sí, estoy bien. Solo... estaba admirando las flores — logró decir mientras se sonrojaba, su voz tembló ligeramente.

Taehyung sonrió de nuevo y se dirigió hacia los estantes de flores — ¿Las flores? ¿O a mí? — preguntó dándole la espalda.

— ¿Uh?, las flores. Si, si las flores — respondió nervioso.

— Mentiroso... pero me gusta —susurró, se acercó un poco más a Jungkook y le guiñó un ojo — ¿Y qué tipo de flores te gustan?

¿Qué era todo esto? El chico de la florería le estaba coqueteando descaradamente ¿o era solo su imaginación? No, estaba seguro de que no era su imaginación. Sus nervios seguían creciendo, no recordaba haber vivido algo así antes. Al menos no de parte de un completo desconocido, pero ¿por qué le gustaba lo que estaba pasando? Jungkook lo estaba disfrutando a pesar del nerviosismo que sentía. Al entrar ahí no pensó encontrarse a alguien tan guapo y mucho menos que despertara tantos deseos en él.