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Domingo


Semanas habían pasado desde aquel día en que Yoongi y Jimin compartieron aquel momento en el salón de teatro. Las cosas avanzaban bien, con calma. La tensión y el distanciamiento que alguna vez existió habían dado paso a una conexión más profunda y cálida.

Yoongi no podía negar que disfrutaba de la compañía de Jimin, su sonrisa y su risa melodiosa. Y Jimin por su parte, había descubierto un lado más vulnerable y tierno de Yoongi, que lo hacía sentirse aún más atraído hacia él. Sin mencionar el recuerdo de sus labios saboreando los contrarios. Aquel recuerdo estaba guardado detalladamente en su cabeza y lo hacía sonreír al revivirlo en su mente.

El domingo se les estaba haciendo más largo de lo normal, eran apenas las 3 de tarde y parecía que el lunes no llegaría nunca para volver a la escuela. Jimin estaba sobre su cama mirando en su teléfono las fotografías que pudo capturar el día que Yoongi dormía sobre sus piernas y suspiró. Lo extrañaba. Lo extrañaba tanto que sus ojos picaron.

— Te extraño mucho gatito — dijo mientras acariciaba la pantalla.

Fue justo en el momento en que su teléfono vibró logrando que cayera de golpe sobre su rostro. Jimin llevó sus manos al lugar golpeado y masajeó su nariz mientras algunas groserías escaparon de sus regordetes labios.

✨ Yoonie 🐱

Iré a pasar la tarde al parque cerca de tu casa.

Te gustaría venir conmigo??

Asombro y emoción invadió a Jimin y sin ser consciente de lo rápido que podía llegar a escribir, respondió.

 Jimin ☺️

Pasas por mí Yoongi? 🥲😁

En 5 minutos estoy 👌

Te esperaré~

✨ Yoonie 🐱

Voy 👍

Salió de la cama de un brinco y se cambió su ropa rápidamente. Se observaba en el espejo tratando de convencerse que no estaba demasiado arreglado para parecer casual, un jeans rasgado ajustado a sus piernas, y una camiseta a cuadros amarilla y negra con solo algunos botones abrochados, logrando que se viese más sensual de lo que Jimin lograba notar.

Bajó corriendo las escaleras al escuchar el sonido del timbre y lanzó un beso a sus padres que lo veían confundidos desde el sillón.

— ¡Saldré con Yoonie! ¡Los amo~! — canturreó, antes de abrir la puerta y disimular su entusiasmo, sin lograrlo, como era obvio.

Yoongi sonrió al verlo, una corriente eléctrica atravesó su columna al sentir su mejilla siendo impactada por los labios de Jimin.

— ¡Hola Yoon! ¡Te extrañé! — Sus ojitos se convirtieron en esas hermosas medialunas que sólo aparecían cuando su felicidad era evidente.

Yoongi le regaló una sonrisa insonora — Jimin... también me alegro de verte.

— ¡Oh! ¿De verdad?

— De verdad... Ven vamos a caminar.

El sol brillaba suavemente, iluminando el sendero empedrado del parque. Las sombras de los árboles danzaban suavemente en el suelo, creando un patrón natural de luz y sombra. El aire estaba lleno del dulce aroma de las flores de cerezo, que comenzaban a florecer en los jardines del lugar.

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora