22

497 86 83
                                    

Celos

— Me siento observado — Susurró Jimin en el oído de su novio.

Y es que, realmente lo era. Toda la escuela ya estaba al tanto de la nueva relación que existía entre Park Jimin y Min Yoongi. Nadie quería perder la oportunidad de confirmarlo, por eso, al verlos llegar juntos y tomados de la mano más de alguno giró su cabeza al pasar por su lado.

— Te miran, porque la envidia les corroe al saber que tienes un novio tan guapo — una sonrisa socarrona le adorno el rostro, antes de ganarse un golpe de puño en el hombro.

— ¡Yoon! — reclamó el menor, cubriendo su rostro con sus pequeñas manos — Eres un loquito.

— Así te gusto, novio — se burló dando énfasis a la última palaba.

Ambos rieron y el mayor aprovechó para tomar a Jimin por la cintura y estampar un pequeño beso en sus esponjosos labios, haciendo soltar chillidos de emoción en quienes no quitaban su vista de ellos.

— Vamos al salón, no querrás que lleguemos tarde — tomando la mano de Jimin caminaron hasta llegar al lugar donde tomarían su clase de matemáticas.

Las miradas sobre ellos no cesaban, y eso tenía a Jimin ansioso, aunque saber que tenía a Yoongi junto a él lograba calmarlo.

Al entrar al salón vieron como sus compañeros estaban en grupos comentando algo con entusiasmo. Nadie se preocupó por que ellos hubiesen ingresado, al parecer algo más importante se había robado la atención de todos.

— Pensé que Kook ya estaría aquí — comentó Yoongi, ladeando su boca.

— ¡Oh! Sus cosas están aquí — señalo el pupitre de Jeon, en el su bolso y sus audífonos,

— Pero ya tocaron el timbre... ¿por qué no viene?

Yoongi miraba confundido al menor, quien analizó todo a su alrededor y al notar un detalle llevo su mano a sus labios.

— Mira ahí — indicó con su dedo.

Yoongi pareció no entender, frunció un poco el ceño y Jimin suspiró poniendo sus ojos en blanco.

— Las cosas del nuevo también están aquí... — se acercó al oído de Yoongi — pero él tampoco está aquí — dijo bajito.

Min comenzó a barrer el lugar con su mirada, pero Jimin tenía razón. Jungkook ni Taehyung estaban por ningún lado.

— ¿Crees que Kookie le confiese lo que siente? — preguntó ingenuo.

Yoongi bufó. Él conocía muy bien los arrebatos adolescentes, y esto tenía todos los requisitos para ser uno.

— Lo que menos creo que hagan es hablar, pollito.

— ¿Mmm?

Una de sus compañeras se acercó a ellos al verlos buscar a alguien entre la multitud.

— Si buscan a Jeon no lo encontrarán aquí — informó, notando la confusión en el rostro de ambos continuó —. Hace un rato tomó al chico nuevo con fuerza del brazo y lo arrastró afuera del salón.

Jimin abrió sus ojos con fuerza sin poder creer lo que oía. Yoongi, en cambio, respiró profundo y masajeó sus cienes, su amigo era incluso más impulsivo de lo que había pensado.

— Yo no sé qué le hizo el nuevo a Jeon, pero se veía realmente molesto — agregó la chica —, amenazó a todo el que se atreviera a seguirlos antes de dar un portazo... Fue tan raro — con una leve sonrisa y elevando sus hombros siguió rumbo a su lugar.

Siempre fuiste TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora