Memoria

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Pasaron 100 años desde la fundación de Tokio de Cristal y las senshi se habían acostumbrado tanto a sus vidas públicas que les costaba recordar el nombre de sus compañeras y a veces el de ellas mismas; poco a poco se fueron convirtiendo en Venus, Mars, Júpiter y Mercury... dejando atrás a Minako, Rei, Makoto y Ami; esos nombres eran mencionados tan pocas veces y por tan pocas personas que eran casi inexistentes.

Desde que los reyes ascendieron al trono, ellas se habían mudado al palacio y por lo general sus vidas transcurrían dentro del palacio o muy lejos de este; sus familias se fueron acostumbrado a sus prolongadas ausencias que podían extenderse por años.

Ellas se habían vuelto excelentes fingiendo que todo estaba bien; sonreían, reían o se divertían pero algo en ellas estaba roto y nunca volvieron a ser las mismas; eso lo sabía bien Usagi sobre todo cuando veía que Makoto acariciaba ansiosamente su anillo de compromiso, nunca se lo quito al igual que Rei jamás se quitó su collar de flama; lo sabía al ver el llavero de cuentas azules de Ami y la vez que buscando un documento en la oficina de Minako vio los recortes de las revistas donde aparecía con Kazuya; se sorprendió al encontrarlo porque pensó que ella había desaparecido todas las revistas donde hicieran mención de los dos; todo apuntaba que esos recortes no desaparecieron porque ya no eran parte de una revista; ella mantenía esos recortes desde que fueron publicados.

- Chicas, las he citado porque las he notado agotadas los últimos años

- Serenity, no puedes sacarnos de nuestros deberes solo porque el último año ha sido agotador – Dijo Mars

- ¿Podemos dejar las formalidades? Pueden llamarme Usagi y lo saben... es una regla llamarnos en privado por nuestros verdaderos nombres... eso también lo han olvidado

- Seren... - Usagi miro con reproche a Ami – Usagi-chan, como dice... Ma... Mm... Rei-chan no puedes sacarnos de nuestras obligaciones solo porque nos ves cansadas... estos primeros 100 años fueron agotadores porque cimentamos las bases del reino, pero estamos bien.

- ¿Cuándo fue la última vez que visitaste a tu madre?

Mercury se quedó callada, en realidad no recordaba si había visitado a su madre hace 2 o 5 años atrás.

- Rei-chan ¿Hace cuánto que vas a ver a tu abuelo al templo? – Mars tampoco recordaba la última vez que estuvo en el templo - ¿Cómo están tus padres Mina-chan? – Venus no tenía idea de lo que ocurría en la vida de sus padres - ¿Aún conservas tu cafetería Mako-chan? ¿Kyo la sigue administrando? – Era cierto, hacía años que se mantenía en contacto digitalmente con él pero no recordaba la última vez que lo vio o fue a la cafetería, quizás habían pasado 20 años.

Usagi suspiro – He hablado con Mamo-chan de esto y vamos a contratar a personas que puedan ayudarlas directamente en sus labores – Inmediatamente todas protestaron - ¡No está a discusión! Sacaremos la convocatoria y Ami, tú serás la encargada de elegirlos de acuerdo a sus aptitudes y resultados de las pruebas... mientras eso sucede pueden tomarse una semana de vacaciones.

- Sere... Usagi-chan no puedo hacer eso, estoy en mitad de una misión – Protesto Mars

- ¡Por Dios Rei-chan! Los rebeldes seguirán en lo mismo cuando regreses, aún ni siquiera te has infiltrado... Váyanse, les he pedido a Haruka, Michiru y Setsuna que vengan a ayudarnos estos días; además también están Luna y Artemis... es una orden, no quiero saber de ustedes en una semana a partir de mañana – Diciendo eso se retiró.

Jun Fukuwa bajo del avión, después de 50 años había regresado a Tokio después de despertar un día recordando que debía su lealtad al príncipe, ahora Rey Endymion... incluso recordaba su nombre anterior: Jadeite.

Acuérdate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora