Redención

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- ¿No crees que ya has bebido suficiente? – Lo increpo Makoto

- Aun no estoy borracho así que supongo que no – Le respondió Jun divertido

- ¿En qué universo podrías emborracharte con café?

- Quizás por eso no funciona... bien, supongo que tendré que conformarme con esta sensación de nerviosismo, insomnio, depresión y presión alta – Dijo sosteniendo su taza de café

- Desde hace 4 tazas atrás te he servido descafeinado... en serio, deberías descansar un poco, te ves hecho mierda y disculpa si soy directa pero exactamente así te ves ¿Sabes que harás que ella también se preocupe, no?

- No lo creo, por eso llego al templo por la noche mientras ella duerme... no dejaré que se ponga en riesgo nuevamente

- Rei-chan no es estúpida, sabe que vas al templo de noche a trabajar... por mucho que intentes ser silencioso ese lugar esta tan apartado que de noche podría oírse caer un alfiler

- Bien, entonces si deberías cambiar mi bebida por algo con alcohol... ¿Café irlandés quizás?... Si ella sabe que voy y no ha querido verme supongo que es porque me odia

- Ella no te odia, solo cree que eres estúpido... yo también lo creo ¿Por qué no hablas con ella? ¿Sigues molesto?

Jun resoplo – No... supongo que no me hubiera afectado tanto si no le hubiera dicho que la amo, nunca se lo había dicho a nadie

- Bien, creo que ella también te ama pero eso no lo sabrás si no hablas con ella

- ¿Cómo sigue?

- Bien, en dos semanas le retiran la férula... - Makoto resoplo antes de continuar, su frustración iba en aumento – ¿Estás consciente que han pasado 3 semanas desde el accidente y que no has hablado con ella?

- No estoy preparado... no sé qué decirle

Makoto giro los ojos y se retiró a la cocina, minutos después salió con una bebida - ¡Toma! Ahora largo de mi cafetería

- No pedí nada para llevar

- Es té verde para Rei-chan, áselo llegar por mi

Pese a ser un viaje de casi 5 horas, tanto Ami como Satoshi no parecían cansados ni desarreglados pudiendo conservar algo de glamour a su llegada; Satoshi había hecho una reserva en un ryokan muy cercano al centro, una vez que dejaron las maletas en del hotel se dispusieron a recorrer el lugar haciendo una parada en Fushimi Inari, Kinkaku-Ji, el templo Kiyomizu y el barrio de geishas en Gion.

Satoshi estaba encantado, Ami fungía como guía de turistas siempre dando algún dato interesante de los puntos que visitaban, le encantaba ver como sus ojos azules se iluminaban con cada dato, ella siempre hablaba con pasión cuando se trataba de instruir acerca de cualquier tema.

- Parece que estas muy familiarizada con la ciudad – Le pregunto Satoshi

- Así es, mi papá solía venir mucho a Kyoto... aún lo hace, dice que esta es la ciudad donde ha podido encontrar más inspiración para sus pinturas

Satoshi la miro, no era ajeno a la historia de Ami y sabía que sus padres se habían separado cuando ella era muy joven – Ya veo, entonces supongo que también venías con él

- Si, recorríamos la ciudad hasta encontrar un paisaje natural o urbano que despertara su interés... a veces cuando estaba tan inspirado yo solía recorrer la ciudad por mi cuenta mientras trabajaba

Satoshi noto una sombra en la mirada de Ami y apretó con mayor fuerza la mano que la sostenía – Bien, ahora podrás llevarme a todos esos lugares que seguramente descubriste por tu cuenta... hoy no estás sola para recorrer la ciudad

Acuérdate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora