Sacrificio

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A Minako le pareció raro que alguien tocara a su puerta, no esperaba ninguna visita, pero se alegró enormemente cuando vio a Usagi.

- ¡Usagi-chan! ¿Cuándo regresaste? ¿Dónde está ChibiUsa y Mamoru? – Dijo abriendo su puerta para que su amiga pudiera entrar

- ¡Usagi-chan! Me da gusto verte de regreso – Le dijo Artemis

Tanto Usagi como Mamoru habían estado viajando alrededor del mundo durante más de un año con sus identidades de Serenity y Endymion, todo para poner a los diferentes gobiernos a su favor ante la inminente llegada de Tokio de Cristal. Habían tenido éxito en sus visitas diplomáticas, ahora por fin después de tanto tiempo volvían a casa, pero no todo eran buenas noticias.

- ¡Deberíamos llamar a las chicas y reunirnos en la cafetería de Mako-chan! – Dijo Minako entusiasmada

- Eso sería genial Mina-chan... hay tanto que quisiera contarles, pero antes quisiera hablar contigo de algo importante

Minako miro el rostro serio de su amiga, instintivamente supo que no quería hablar con Minako pero si con Venus - ¿Qué sucede Usagi?

- Es esto – Usagi saco de su bolso una revista juvenil donde aparecía una fotografía de ella con Kazuya, era de una de sus citas y un paparazzi pudo captarlos mientras se besaban

Minako sintió como el estómago se le revolvía, sabía a qué había venido con ella y porque no trajo a Mamoru - ¿Qué hay respecto a Kazuya? – Dijo lo más seria y seca que pudo

- Mina... Mamo-chan vio la revista, este hombre es Kunzite ¿cierto?

- ¿Qué hay si lo es? – Volvió a preguntar secamente

- ¡Mina-chan! Estas hablando con la princesa – La reprendió Artemis

- No, estoy hablando con Usagi-chan... ¿Qué pasa con Kunzite? ¿Qué te dijo Mamoru?

- Mina... no es nada malo, él solo lo quiere de vuelta

- ¿Quererlo de vuelta? Usagi... Kazuya no es un objeto perdido que alguien más encontró y que ahora pueda reclamar, ninguno de ellos lo es

- ¿Ninguno de ellos? ¿Los han encontrado a todos?

- No, no los hemos encontrado... ellos nos encontraron a nosotras

- ¿Y no han querido ver a Mamo-chan?

- Ellos no saben quiénes fueron en su vida pasada... ni lo que hicieron en esta, Usagi ellos están teniendo vidas felices... por favor, no les quiten eso

- N-No queremos quitarles nada, es solo que Mamoru quiere verlos Mina-chan... él los extraña

- Ellos no lo recuerdan – Dijo fríamente – Tampoco nos recuerdan a nosotras, llegaron a nuestras vidas... no a la de Mamoru

Usagi miro a su amiga; Minako, no... frente a ella estaba Venus y estaba siendo demasiado recelosa, definitivamente el tema de Kunzite era algo que ella no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer pero por otro lado podía entender que su esposo quisiera de vuelta a sus amigos, durante años solo estuvo rodeado de ellas y en varias ocasiones podía notar su mirada, esa que decía que anhelaba tener esa camaradería con sus propios hermanos.

Usagi se levantó y se dirigió a la puerta – Puedo entenderte Mina-chan, pero Mamoru también tiene derecho a verlos, hay maneras de devolverles sus recuerdos si eso desean... él no pretende nada malo con ellos, quiere incluirlos en el futuro, lo ideal es que él se contacte con ustedes – Cerro la puerta tras de sí.

Pasaron un par de días y todas las chicas se encontraban reunidas en la cafetería de Makoto, cerró en el horario habitual y por la noche pudieron tener su reunión; ya Minako les había puesto al tanto.

Acuérdate de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora