ENZO
Estoy todo aburrido sin hacer nada en la sala de mi casa, no tengo nada que hacer, ya eh hecho todos mis deberes, este es el momento de mi descanso pero el problema es que hoy no tengo sueño ni me siento cansado como para dormir. Me levanto y voy al cuarto donde hay una ventana que da directamente al cuarto de Emma, la cual tiene abiertas sus cortinas, lo único que miro es como está acostada en su cama, pero no parece estar dormida si no estar....¿llorando?. Busco unos binoculares, para poder ver mejor, y si ella está llorando fuertemente, me alejo de ahí, ya que no soporto ver su dolor.
Me pregunto qué es lo que pasa en su vida, por que aunque casi siempre que está conmigo ella está feliz sé que hay momentos en lo que no.
Pienso en una idea para alegrarla y no se me viene ninguna, paso como unos 5 minutos pensando en que se supone que puedo hacer para poder hacerla sentir mejor. Hasta que se me viene una idea a la cabeza. Ella dijo que amaba mi comida, así que me voy rápidamente a la cocina y empiezo a cocinar.
Luego de un rato, tengo panqueques, macheteadas, sándwiches y empanadas, también tengo unas uvas, fresas, manzanas, moras y arándanos. Colocó todo en una canasta y lo tapó bien asegurándome de que todo esté adentro y bien colocado.
Luego me voy a mi habitación y me doy una ducha rápida, me colocó unos vaqueros y una camiseta, me pongo mi sombrero y botas. Me echo de una de mis tantas colonias. Y luego busco el número de Emma en mi teléfono. Le marco y empieza a timbrar.
Luego de unos segundos descuelga la llamada y escucho su respiración al otro lado de la línea.
— Hola — Pronunció con la voz aguda debido a su llanto.
— Holaa— Dije mientras me colocaba un reloj en la muñeca.— ¿Estas ocupada?—.
La línea se quedó en silencio durante unos segundos.
— No para nada — Respondió.
— Me gustaría invitarte a una tarde de pícnic.— Dije en un tono suave.—¿Qué te parece?—.
— Está bien.— Dijo con un poco de ánimo.
— Voy por ti en unos 15 minutos—Le informé.
—Eres consciente de que vivimos a cinco pasos ¿no?— Dijo con un tono divertido.
— Si soy consciente de eso. Pero quiero ir por ti a tu puerta ¿ok?—Dije.
— Está bien nos vemos luego — Dijo antes de colgar la llamada.
Me voy directo al jardín para cortar unas Rosas Rojas.
Empiezo a cortar diez Rosas, luego corto otras cinco aparte. Me voy de vuelta a la casa y entro para acomodar las Rosas, primero hago el ramo de diez Rosas y coloco una cinta roja para sostenerlas juntas. Con las otras cinco flores, lo que hago es que las pongo en diferentes partes de la canasta del pícnic, una vez ya tengo todo listo voy al salón de música y tomo mi guitarra para colgarla en mi hombro, luego me dirijo a mi habitación y tomo una manta para ponerla en el lugar donde se hará el pícnic.Miro la hora en mi reloj y aún faltan cinco minutos.
Busco mi teléfono para enviarle un mensaje a Emma avisándole que ya voy, tomo el pequeño ramo de Rosas y me dirijo a la casa de al lado.Toco el timbre y espero a que habrán la puerta no sé por qué pero estoy muy nervioso, me dispongo a peinarme el cabello y luego colocó mi sombrero en su lugar. Luego de unos segundos abren la puerta.
Si pudieran ver mi cara en este momento, seguro que se ríen. Estoy con la boca abierta y sin palabras. Pero es que no me culpen ok. Emma está parada frente a mí con un vestido de color rosa que tiene unos chongos en la parte de los tirantes, es pegado asta su cintura y luego es acampanado. Lleva unos pequeños tacones, y una Pandora si no me equivoco. Paso saliva un poco nervioso ya que me ah dejado sin palabras.