30: De nuevo

1 0 0
                                    

EMMA

Salgo del cuarto de música, y me voy hasta la cocina, Sam está metiendo un pay de mora al horno, me acercó a la nevera y sacó una manzana.

—Mm eso se ve muy bien —. Señale el horno.

Ella se limpió las manos en el delantal y luego lo quitó de su cuerpo.

—Decidí que era momento de seguir. Ya tenía un tiempo de no hornear.

Desvíe mi mirada hacia la manzana.

—Mira Emma yo sé que an sido unos meses horribles para ti, al igual que para mi y mamá—Tomó mi mano entre las suyas —. Pero hay que seguir adelante, estoy segura de que papá estaría orgulloso de verte feliz.

Yo le dediqué una de mis sonrisas más sinceras.

—Yo también estoy segura —. Me puse de pie y le di un abrazo.

—¿Qué tal si nos vamos de compras?—. Propuso sonriente.

—Me parece perfecto.

—Tu arréglate mientras está el pay de mora. Cuando esté listo bajas, para que comamos antes de irnos.

Asentí y salí de la cocina, subí hasta mi habitación, entré al cuarto de baño me di una ducha rápida, cuando salí del cuarto de baño me coloque el vestido negro que Enzo me había regalado.

Estaba ansiosa por que llegara el día en el que él vendría por mí, ya solo faltaban dos días, si los llevo contados no me juzguen ok.

Dejé mi cabello suelto y me puse un poco de maquillaje, tomé mi cartera y salí del cuarto, cuando llegué hasta la cocina Sam estaba terminando de servir el pay de mora.

—Dios huele delicioso —. Me senté en mi asiento y le di una probada.

—Me quedó delicioso —. Sam se sentó y empezamos a comer juntas.

Después de muchas risas y ahogadas, terminamos de comer, me puse de pie y lave los platos mientras Sam se iba a cambiar de ropa.

Terminé de lavar los platos y los guardé en su lugar, salí de la cocina, desvíe mi mirada hacia Sam quien venía bajando las escaleras, solté un silbido cuando la vi envuelta en un vestido plateado lleno de lentejuelas.

—Te ves espectacular —. Ella dio una vuelta mientras sonreía —Aunque tengo una duda. ¿Vamos de compras o a una fiesta?

La miré con una ceja enarcada esperando su respuesta,
ella me dio una sonrisa de picardía.

—Bueno, primero iremos de compras y luego a una fiesta —Tomó las llaves de la mesa y se encaminó hasta la puerta.

Yo la seguí con cara de confundida.

—¿Y que se supone que iremos a hacer a una fiesta?—. Le di una mirada de incredulidad.

—Bueno yo tengo novio, y tu también.

—¿Desde cuándo tienes novio?–. Le fruncí el ceño —.¿Y por qué yo no estaba enterada?.

Ella no dijo nada y solo se subió al auto, me subí al asiento del copiloto.

—Además Enzo ni siquiera está aquí —. Me encogí de hombros sin encontrarle sentido a todo esto.

—Si, tienes razón.—Salimos del estacionamiento y empezamos nuestro recorrido por las calles — Pero eso no es un problema, puedo conseguirte uno—Me guiño el ojo coquetamente.

Le di una mirada asesina por las palabras que habían salido de su boca.

—Ni se te ocurra presentarme a alguien.

Nuestra canción🎼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora