💛[Cambios físicos y estrías]💛

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No estaba contento con los cambios que su embarazo estaba provocando en su cuerpo. Aunque le costaba admitirlo, se sentía algo inseguro al respecto.

De pie frente a un espejo de cuerpo entero en la esquina de su habitación en el castillo, Sueño observaba su reflejo y notaba algo que definitivamente no le gustaba. Deshizo el nudo de su bata de dormir y, con una vergüenza palpable, contempló lo que empezaba a incomodarle.

No podía evitar sentirse abatido al ver su reflejo, temiendo que su querido humano inmortal ahora lo viera con desdén y repulsión por la reacción de su cuerpo. Era algo que simplemente no podía soportar. Así que, una vez más, se anudó firmemente la cinta de su bata, asegurándose de ocultar cualquier indicio de esas desagradables marcas a los ojos de todos, incluso de Hob.

—¿Por qué te ocultas?

Aunque claro, él último podría notarlo.

Solo me estoy ajustando la bata, no es nada importante —dice, intentando ignorar la situación.

Hob frunce el ceño, sin entender completamente. —¿Estás bien, cariño? —pregunta con curiosidad.

Todo perfecto, amor —responde con una sonrisa, acariciando su vientre y mirándolo con ternura.

—Bueno, si todo está en su lugar, puedes regresar a la cama —dice con una mezcla de ternura y decisión, agarrando la mano de Sueño para posarla sobre su hombro, envolviéndolo en un abrazo y comenzando un pequeño baile. —No necesitas esconderme nada, amigo.

Eso hace que Sueño se sienta un tanto incómodo, al tiempo que percibe cómo su humano lo rodea con los brazos desde atrás y le da un masaje suave bajo el vientre para calmarlo. Luego, Hob le planta una serie de besos en la mejilla, provocándole risas con cosquillas.

De hecho... —dice con una voz suave, apenas audible— estaba observando cómo nuestro pequeño crece. Se está haciendo un poquito más grande cada día.

— ¿Ah sí? —responde con una sonrisa, guiándola hacia el espejo para que ambos se vean, abrazándola por la cintura— Definitivamente, cada día estás más esférico y radiante.

¿Acaso insinúas que he ganado peso? —indaga con un ceño fruncido que intenta ser intimidante.

— ¡Jamás, querido! —responde ella, sofocando una carcajada mientras le planta un beso en la mejilla. —Solo digo que nuestro pequeñín está tomando mucho espacio.

Eso espero, Gadling. No dudes que tengo el poder de relegarte al sofá esta noche. —replica él con un bostezo, intentando parecer amenazador.

Hob lo abraza con fuerza, recordando la primera vez que declararon su amor ante amigos y familiares. Con movimientos tentativos, comienza a besar el cuello de Sueño, y sin que este último lo note, intenta desatar la cinta de su bata para admirar mejor su prominente abdomen.

Sueño, ajeno a las intenciones de Hob, solo percibe la caída de la bata cuando ya es demasiado tarde. De repente, su vientre, que lleva una vida de casi seis meses, queda al descubierto. A diferencia del embarazo de su exesposa Calíope, el de Sueño progresa más rápidamente, gracias a su condición de Eterno, hecho por el cual se siente profundamente agradecido.

¿Hob, qué haces? —exclama el rey de las Pesadillas, sobresaltado.

—Solo estoy echando un vistazo a ese vientre embarazado —responde Hob serenamente, observando el reflejo del vientre en el espejo—. Vaya, parece que cuando menos lo esperemos, tendremos el placer de conocer al nuevo miembro de la familia, sea niño o niña.

Sueño no escuchó eso, ya que cerró los ojos rápidamente en cuanto Hob empezó a tocar y observar su vientre. Al comenzar a acariciar la parte baja de su abdomen, justo donde estaban las anomalías de su cuerpo que detestaba, el Eterno se puso nervioso y trató de alejarse de Hob.

—Vaya, tú también puedes tener estrías —comentó Hob al notarlas apenas. —Eleanor también las tenía cuando estaba embarazada de Robyn. Es algo muy común en esto, amor.

¿Normal? —pregunta Sueño con una mirada confusa al ver que Hob sigue en la misma posición y, de hecho, no muestra la repulsión esperada—. Espera, ¿no te repugna esto que tengo en mi vientre?

— Pato, eso es normal —responde Hob, girándolo para quedar cara a cara, ambos con el vientre al descubierto—. Eleanor lo experimentó durante su embarazo, y mi madre también cuando estaba embarazada de mí. ¿Por qué alguien se sentiría asqueado por esto?

Sueño luchaba por desviar la mirada de Hob, reacio a revelar lo vulnerable que se sentía ante su inminente encuentro con su bebé. Hob, percibiendo su angustia, acogió la cabeza de Sueño entre sus brazos y lo abrazó, ofreciendo el consuelo de su presencia.

Estas estrías no me favorecen en absoluto. Me siento espantoso —confesó Sueño, anidándose aún más en el abrazo de Hob, intentando ocultar sus lágrimas una vez más.

—Sueño... —exhala Hob con un suspiro melancólico, acariciando sus hombros en un gesto reconfortante. —No estás horrible, y las estrías son solo pasajeras. Además, son señal de que se acerca el momento esperado, ¿no es eso algo positivo? No sabemos cuánto tiempo pasa estando aquí, pero seguro no es mucho.

Sueño alza su mirada, encontrándose con los ojos de su humano inmortal, sus propios ojos brillando con lágrimas y sus mejillas tiñéndose de un rubor que promete aparecer. —¿Continúas amándome, incluso viéndome así, marcado por estas... estrías?

—Sueño de los Eternos —dijo con un tono grave que rozaba lo intimidante—. Mi elección de no perecer se debe a que quedé cautivado por tu belleza etérea, tan cambiante como el viento. Unas simples estrías jamás alterarían mi sentir.

Sueño, incapaz de contener su alegría, sonrió y besó a Hob, quien respondió con ternura y deseo, envolviendo con sus brazos el vientre prominente.

💛😈[Los Nuevos Semidioses]😈💛Agosto Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora