💛[Llegó el bebé]😈

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[💛💛💛]

—Felicidades, hermanito —dijo Muerte con una sonrisa, sosteniendo a la recién nacida en sus brazos. —Es una niña hermosa.

Mi bebé... —murmuró el rey de los Sueños, agotado pero inmóvil, sin desviar la mirada de la pequeña que lloraba en los brazos de su comadrona y tía.

Con sumo cuidado y una delicadeza infinita, Muerte pasa la bebé a la futura "madre", quien, antes de sostenerla, conjura una manta adornada con constelaciones que arropa a la pequeña como si fuese una delicada muñeca de porcelana. Ya protegida en la manta y acunada en sus brazos, Sueño se deja llevar por un torrente de lágrimas de pura felicidad.

Una felicidad que se esparce como un dulce contagio entre todos los hermanos reunidos para contemplar a la recién llegada princesita. Delirio y Destino se colocan al lado de Sueño, ocupando el espacio que antes tenía Deseo, quien, con cierta reluctancia, se ha hecho a un lado.

—Qué preciosidad de niña tenemos, amor. —comenta Hob con una sonrisa, depositando un tierno beso en la mejilla de su pareja y admirando a su pequeña hija. —Hola, mi princesita, aquí está tu papá.

—¿Y qué nombre le dará, mi señor? —inquiere Lucienne con una mezcla de curiosidad y emoción, acercándose a la pareja tras notar que Desespero se había recuperado de su mal momento.

Sueño la observa, luego a los demás, a su compañero y padre de su hija, y a su pequeña princesa, quien, para sorpresa de todos, había cesado sus llantos y ahora yacía tranquila, moviendo solo los párpados cerrados.

Esta niña se nos reveló en un sueño, anunciando su nombre y el rol que desempeñará en el futuro —dijo con una voz impregnada de calma—. Hob y yo ya no tenemos que pensar en un nombre para ella.

La sorpresa se apodera de la sala mientras todos aguardan la respuesta.

Mis hermanos, Lucienne y Matthew —dice, mientras Hob lo abraza y dirige su mirada hacia los presentes—. Les presentamos a nuestra hija: Dawn Gadling, o como es mejor conocida por su título: Amanecer de los Eternos.

La felicidad giraba en la habitación como un carrusel encantado, capturando la atención de todos hacia la niña que, con su cutis de rosa suave, ojitos curiosos, una cascada de cabello castaño y rasgos delicados, hechizaba a todos con su encanto natural.

Tan embelesados estaban con la nueva integrante, que la partida silenciosa de Deseo pasó inadvertida para todos, excepto para Matthew, quien observó con una mezcla de curiosidad y sorpresa.

El cuervo, ágil y curioso, no perdió tiempo en acompañar al Eterno hasta la sala de los secretos, hallándolo justo cuando estaba a punto de rozar su corazón de cristal. — ¿Se marcha ya?

Con una mirada serena, los ojos dorados del Eterno se posaron sobre él, desprovistos de su usual chispa pícara. — Mi tarea aquí ha concluido, Matthew. Todo está terminado.

— ¿Todo está en orden ahora? —pregunta el cuervo con un graznido que denota su irritación— ¿Y qué hay de la disculpa a mi jefe por esa broma tuya?

—He ofrecido mis disculpas; sin embargo, lo que él elija hacer es asunto suyo. Mi única intención era corregir mi falta, nada más. —responde con frialdad, tras haber tocado el corazón.

Matthew intenta protestar, pero el resplandor le bloquea las palabras. Inesperadamente, Deseo de los Eternos se esfuma de la Ensoñación.

—No te preocupes, Matthew— susurra Desespero desde atrás. —Ellos tendrán sus razones para partir. Mejor ve y cuida a mi hermano, ¿de acuerdo?

—Como desee, majestad —responde el ave con una reverencia antes de alzar el vuelo hacia la estancia de su líder.

[😈😈😈]

—Mi hermano, es oficial, ya eres padre de un heredero

La noticia proclamada por Azrael desata una ola de júbilo entre los demonios congregados alrededor de la pareja. Conteniendo apenas sus gritos de entusiasmo, se estiran y se empujan unos a otros para echar un vistazo al que será el futuro príncipe del Infierno. Con una delicadeza que contrasta con su entorno, Azrael pasa con cuidado al recién nacido a los brazos de los orgullosos padres.

—Nuestro pequeño Luci... —dijo Johanna, exhausta pero radiante de felicidad al sostener a su primer hijo—. Nuestro chiquitín ya está con nosotros.

Lucifer, aún sobrecogido por la emoción, contemplaba al bebé, tan diminuto e indefenso, en los brazos de esa mujer intrépida, capaz de enfrentarse a cualquier demonio que osara desafiarla. Incierto de cómo proceder, decidió sellar el momento con un tierno beso en los labios de Constantine.

—Gracias por darle vida a nuestro hijo, amor. —dice él, sonriendo tiernamente mientras acaricia con su mano las mejillas regordetas del pequeño príncipe. —Bienvenido al mundo, mi pequeño travieso.

El pequeño príncipe, heredando la pálida tez de Lucifer y una cabellera rubia como el oro, con un rostro que parecía esculpido por los mismos ángeles, logró capturar la atención de todos en la sala. Mazikeen, Choronzon, Azazel y Belcebú, incapaces de resistirse, se inclinaron ante el recién nacido heredero, provocando la risa de una exhausta Johanna.

—Escuchen, todavía es muy temprano para empezar con las alabanzas —les reprende Lucifer, provocando que todos se pongan de pie—. Maze, Choronzon, difundan la noticia por los rincones más oscuros del infierno y hagan saber que la gran revelación del príncipe heredero se hará al caer la noche. Pero por el momento, permitamos que ambos tomen un merecido descanso.

—Como ordene, mi señor —contestan al unísono, y luego de inclinarse respetuosamente ante Johanna, se retiran del salón.

— ¿Ya han decidido un nombre para él, mi señor? —inquirió Belcebú con curiosidad.

—La verdad es que no hemos tenido esa conversación —respondió Lucifer, observando cómo Johanna acunaba al niño con ternura—. Sin embargo, de alguna forma, él mismo nos ha revelado cómo se llama.

Esta revelación dejó perplejos a los demonios y a Azrael, quien no apartaba los ojos del infante reposando junto a su madre.

—Belcebú, Azazel, mi estimado hermano —les dice, intercambiando miradas con Johanna, quien le devuelve una sonrisa fatigada. —Os presentamos a nuestro vástago, el futuro monarca del Averno: Ozul Morningstar.

Y como por arte de magia, al oír el nombre, los demonios y el mismísimo ángel de la Muerte esbozan una sonrisa y se inclinan en una reverencia.

Sin lugar a dudas, el recién nombrado príncipe del inframundo se haría acreedor al respeto unánime de todos los entes diabólicos presentes.

💛😈[Los Nuevos Semidioses]😈💛Agosto Mpreg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora