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Alerta! mención de boypussy, contenido sexual, sobre estimulación, diferencia de edad, degradación.

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Gojo se consideraba una persona con escrúpulos, reservada y, por supuesto, atractiva. Aunque, si le preguntaban a cualquiera, solo lo último era cierto: ser atractivo.

¿A dónde vamos con esto? A lo que ocurría en ese preciso instante.

Para dar un poco de contexto, el albino había estado conversando con su amiga Shoko sobre un tipo de la zona que lo tenía intrigado. Ella, en tono burlón, le había sugerido que quizá debía seducirlo y "pasar una noche interesante con él"; ya sabes, esas bromas entre amigos. Sin embargo, Gojo no se lo tomó como una simple broma. De hecho, se lo tomó muy en serio.

Así que ahí estaba, un chico de familia acomodada, un "niño bien" según los del barrio, caminando de noche por una zona peligrosa. Todo para encontrarse con aquel hombre que, siendo sinceros, no parecía muy confiable.

Confiando en su encanto, se había vestido con un pantalón suelto y un polerón rosado, muy de su estilo. Incluso con ropa sencilla, se notaba que poseía dinero y que no pertenecía a ese lugar.

Obviamente, atrajo miradas. ¿Cómo no? Gojo intuía que su apariencia causaba cierto revuelo entre la gente del barrio. Aunque, pensándolo bien, tal vez esas miradas también reflejaban la intención de robarle. Pero ese detalle no le importaba.

Siguió caminando por los lugares donde lo había visto antes, en alguna visita a la casa de Shoko, quien vivía en esa zona no tan segura. Se adentró en un callejón sin salida, con una sola puerta visible, un lugar claramente poco seguro.

Finalmente, cuando estaba a punto de rendirse, pensando que tal vez aquel hombre no era para él y que el universo le enviaba señales para desistir, algo inesperado sucedió. Alguien lo sujetó por detrás y lo arrastró de nuevo hacia el callejón. Intentó resistirse, pero cuando aquella voz grave y amenazante le susurró al oído, supo que quizá ya no quería luchar tanto.

"Niño, ¿qué haces aquí? Sé que no vienes solo por tu amiga," dijo el hombre, dejando claro que tenía más que sospechas sobre la verdadera intención de Gojo.

El tipo lo giró para mirarlo de frente, y en ese instante Gojo sintió que su plan empezaba a desmoronarse. El hombre, al menos una cabeza más alto, lo miraba con seriedad, y con una presencia que lo hacía sentirse extrañamente cautivado.

"Te estaba buscando. Necesito pedirte un favorcito," dijo Gojo, tratando de sonreír con aire inocente, aunque sabía que nadie lo tomaría en serio.

                      𝗄𝖾𝖾𝗉   𝗆𝖾   𝗁𝖾𝗋𝖾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora