My Demon - 𝐻𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥

🃏Capítulo 32: Tentaciones🃏

Unas voces similares a las que Félix había escuchado en la enfermería luego de su desmayo fueron las que volvieron a su cabeza, sentía moverse, pero la realidad era que estaba muy quieto.

—Hey, Félix, despierta —Susurró una voz lejana.

Sintió como un fuerte olor se colaba por sus fosas nasales sin cuidado.

—Vamos, despierta.

Parecía ser Chris quien le hablaba, pero no comprendía que estaba pasando, su mente trabajaba a mil por hora, pero no tenía el control de su cuerpo.

El olor fue más fuerte, lo identificó como alcohol, gracias a eso quizo estornudar, y fue así como finalmente despertó.

—¡Gracias a Dios! —Exclamó alguien más. Era su madre.

Cuando Félix despertó completamente, se dio cuenta que estaba recostado en un cómodo mueble, había muchas personas a su alrededor, entre ellos varias de sus tias, su abuela, su madre, Mark, y Chris frente a él, sosteniendo una botellita de alcohol.

—¿Qué pasó? —Preguntó con un hilo de voz.

—Te desmayaste en el lago, Hyunjin y Tae te trajeron hasta acá —Explicó Chris.

Félix quería preguntar algo más, pero Hanna se lanzó hacia él, llevaba todavía el vestido puesto y lágrimas en los ojos que le habían corrido el maquillaje, pero eso no fue impedimento para abrazarlo.

—Mamá estoy bien.

—Si te pasaba algo te iba a matar —Dijo ella muy enojada sin soltarlo.

—Ya mamá, si que lo vas a terminar matando si no respira —Interrumpió Chris.

—Tú no digas nada —Soltó Hanna, Félix ya sentía su aire faltar —, no puedo creer que me hayan ocultado que te peleaste en la escuela.

Finalmente lo soltó, Félix tomó un respiro antes de enfrentarsele, ella estaba echando chispas. Lo único que no podía conectar era como se había enterado del tema de la escuela, pero eso lo hablaría después.

—No fue nada —Dijo finalmente Félix —, no queríamos preocuparte.

—Me preocupan más al olcultarme las cosas.

Todo ese lío no iba en lo absoluto con la situación que estaban enfrentando, pero Félix prefirió mantenerse callado y darle la razón a Hanna, no quería tener que arruinarle el día de su boda, además sus tias ya estaban susurrandose cosas sin mucha vergüenza.

—No crié a unos mentirosos —Volvió a hablar Hanna mientras se limpiaba las lágrimas con un pañuelo que le había dado Mark.

—No te mentimos —Respondió Chris —, solo omitidos algo que podía arruinarte la alegría.

—¡Eso es lo mismo! Ya está todo arruinado, ¡se cancela todo! —Proclamó.

Félix se sintió terriblemente mal y culpable por todo eso, pero esa era su mamá, le gustaba armar tormenta en una vaso de agua.

—Estoy bien ma —La calmó.

Hanna solo sollozo más fuerte.

—Cariño esta bien, yo creo que los chicos no quieren que te sientas triste, ya tendrán tiempo de hablar —Intervino Mark.

Chris le agradeció. Y por su buena fé, Hanna aceptó irse con su esposo luego de ser convencida de arreglarse un poco y poder finalmente abrir la fiesta, claro que antes les dijo algo a los hermanos.

—Tenemos una conversación pendiente. No crean que se van a salvar de esta.

Con la abuela también arrastrando a Hanna, se empezó a vaciar la habitación, todo el mundo se fue susurrando chismes, dejando solos a Chris y Félix.