🃏Capítulo 44: Tomar decisiones🃏

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Regresar a casa para Félix fue entrar en un túnel de tiempo.

Nunca había experimentado aquel sentimiento de vacío que sintió cuando atravesó la puerta principal y se encontró en la sala.

Cuando recordó el día que Hyunjin había llegado a ese lugar, cuando había aparecido en su cocina haciéndole creer que lo había invocado, cuando había sido todo un arrogante.

Tan solo una hora atrás se habían despedido, el demonio no había tratado de detener más a Félix, había aceptado que simplemente no podían estar juntos porque todo estaba en su contra, era inútil pelear contra la corriente.

A pesar de que solo hubieran sido unos pocos días en los que los dos habían compartido, eran miles los recuerdos que se habían creado, y eso era doloroso, porque para Félix era muy difícil sacarse a una persona que había impactado tanto en su vida muy rápido.

Sobre todo, cuando él se había enamorado de esa persona.

—Por fin llegaste —Murmuro depronto Chris.

Estaba de brazos cruzados en el marco de la puerta de la cocina.

—¿Y la abuela? —Preguntó Félix tratando de guiar la conversación a cualquier parte.

—Esta arriba con Seungmin.

Chris permaneció muy serio hasta que vio la expresión tan desolada de Félix, era obvio que se había dado cuenta que algo había pasado, porque su hermano no era así, nunca se le veía tan destrozado.

—¿Qué pasa? —Preguntó Christofer.

Y no lo preguntó como un hermano mayor que iba a juzgar los actos de su pequeño, no lo hizo como el imbécil que solía ser Chris al no tener mucho tacto, lo hizo como Christofer Lee, el sabio consejero de un chico que parecía ser tan solo un niño asustado, el hermano mayor y compresivo que solo quería escuchar y ayudar.

—No es nada. Me voy a dormir ya, hablaremos mañana.

Félix quería irse a encerrar en su habitación unos diez años, pero tenían que ir a la escuela al día siguiente, así que al menos tendría un par de horas de descanso.

—Hablemos ahora —Dijo Chris suavizando su postura.

—Estoy cansado por todo lo de hoy.

—Se ve que estas cansado, pero también algo más.

—Estoy bien —Félix se acercó a la escalera.

—No, no estas bien —Afirmó Chris —. No quiero pelear contigo, no ahora.

Félix dió el primer paso hacia arriba, pero su hermano dijo algo más:

—Lo querías, al chico ese ¿verdad?.

¿Que si lo quería?, por supuesto que si. Félix lo había dicho, lo había repetido, había grabado eso en su corazón. Porque supo finalmente la explicación de aquella frase que decía que no se trataba de tiempo, sino de los momentos.

Félix cayó sentado en el suelo mientras dejó que sus lágrimas cayeran también sin contenerse.

Christofer se acercó a él y lo abrazó. Porque eso era lo que sabía que necesitaba su pequeño hermano en ese momento. No un sermón, no un reclamo, sino cariño, que supiera que había alguien ahí dispuesto a acompañarlo en todo.

—No estas bien Félix, deja que todo salga.

Y así lo hizo, dejó que las lágrimas cayeran, que los fuertes sollozos hicieran eco en todo el lugar mientras se aferraba a su hermano.

My Demon - 𝐻𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora