🐺Capítulo 6: El encanto del demonio🐺

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Hyunjin envió a Félix a casa diciéndole que tenía que resolver un asunto, como él no podía ir a ninguna parte sin cumplir el deseo, tarde o temprano regresaría. Así que terminaron las compras y Félix salió del supermercado hacia su casa con algo de pánico, porque no sabía que era lo que estaba sucediendo.

Luego de que Félix avanzará lentamente varias cuadras sin tener noticias de Hyunjin, quiso regresar al supermercado, una corazonada le decía que estaba sucediendo algo malo. Pero apenas giro sobre sus talones, se encontró con que él iba caminando hacia su lugar muy despreocupadamente.

-¿Que? -Preguntó el demonio al ver a Félix ahí parado -Ya deberias estar en casa.

-Demonios, que difícil tiene que ser preocuparse por un idiota -Se quejó Félix, volviendo a tomar su camino y dejando a Hyunjin parado en la calle.

Félix caminaba apurado hacia su casa con su acompañante a la lado muy tranquilo, aparentando normalidad. Pero por dentro, él sentía que su estómago se retorcía como si hubiera tragado un enjambre de abejas. Hyunjin en cambio, estaba tan despreocupado como un gato en una tarde soleada.

-Relájate, Félix. No te va a comer nadie -dijo el demonio con una sonrisa que mostraba sus afilados colmillos.

-Es fácil para ti decirlo -respondió Félix -. Tú eres el demonio aquí, y un tonto también.

Aunque hablaran, a Félix no se le quitaba tan rápido la sensación de querer arrancarle la cabeza a Hyunjin.

-Y tú el humano, así que por una vez podrías aprovechar esa ventaja, ¿no crees?.

-¿Quien era el tipo ese? -Preguntó Félix cambiando el rumbo de la conversión.

-No es de tu incumbencia -Hyunjin se encogió de hombros.

-Idiota.

Félix suspiró y volvió a apresurar el paso. Al llegar casa y subir las escasas gradas antes de llegar a la puerta, esta se abrió sin que tuvieran la oportunidad de tocar el timbre. Christofer, los miró con una ceja levantada.

-¿Otra vez por el proyecto? -preguntó con un tono que dejaba entrever su curiosidad y escepticismo.

-Así es -respondió el demonio antes de que Félix pudiera abrir la boca-. Tenemos mucho que hacer aún.

Christofer frunció el ceño, pero su curiosidad venció a su desconfianza inicial.

-¿De verdad? No sabía que a mi hermano le gustara tanto el trabajo el equipo, nunca trajo amigos a casa -dijo, apartándose para dejarles entrar.

-¡Oh, si que le encanta! -Lucifer entró con una elegancia natural-. Solo que se hace él difícil de vez en cuando.

Christofer rió, algo intrigado.

-Bueno, supongo que siempre es bueno sorprender. -Se giró hacia Félix-. Pero, Félix, ¿por qué no me dijiste que tendrías compañía hoy también?

Félix, deseando que el suelo se lo tragara, trató de pensar en una excusa coherente.

-Es que... fue todo muy rápido -balbuceó-. Como anoche no terminamos le propuse que regresará y...

-Y pensé que estaría bien que terminaramos ese proyecto cuanto antes -interrumpió Hyunjin-. Además, tengo que decir que tienes una casa muy acogedora. Y tú, Christofer, pareces un anfitrión excepcional.

Christofer sonrió, ya menos suspicaz.

-Gracias, aunque creo que no hago nada fuera de lo común. ¿Quieren tomar algo?.

-Eso suena genial -respondió Hyunjin sin vacilar-. ¿Tienes algo fuerte?

Félix se tensó, pero Christofer solo se rió.

My Demon - 𝐻𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora