My Demon - 𝐻𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥

🃏Capítulo 5: Un paseo🃏

El fin de semana llegó a su fin, pero el problema con el demonio en la casa todavía no.

Félix miró su reflejo en el espejo, era Lunes, y hubiera resultado un día perfecto de no tener al diablo rondandolo.

Christofer se había ido a la universidad, Hyunjin estaba andando libremente por ahí esperando a que él se decidiera por el deseó.

Mientras Félix estaba alisándose el pelo por décima vez. "¿Cómo es posible que siempre se vea peor después de arreglármelo?" se preguntó con una mezcla de frustración y resignación, ya estaba bastante largo, pronto debía cortarselo, pero ese no era el día, porque debía presentar los documentos para la universidad, y aunque normalmente hubiera estado emocionado, la presencia de Hyunjin—o Lucifer, como prefería llamarlo—había cambiado toda la dinámica, al menos esperaba que se quedara en casa mientras él iba a hacer sus cosas.

—¿Por qué estás haciendo tanto ruido? —murmuró el demonio, con su tono usualmente arrogante, mientras se reclinaba en el sofá de la habitación de Félix, sus ojos rojos brillando con un matiz burlón.

Naturalmente Félix pego un salto por el susto, no sabía que su querido nuevo compañero de casa también podía teletransportarse.

—Deberias respetar la privacidad al menos —. Dijo con un tono un poco más brusco de lo normal. Y se sorprendió por eso, en definitiva ese no iba ser su día.

—Soy un demonio, no se lo que eso significa —Murmuró Hyunjin mientras se comía una uva que también había aparecido de la nada.

“Fantástico” se dijo Félix para sus adentros mientras continuaba buscando como amarrar su cabello de alguna manera.

—No has respondido a mi pregunta humano —. Volvió a hablar Hyunjin.

Félix suspiró, tomando aire para mantener la calma. —Hoy tengo que ir a presentar unos documentos importantes para entrar a la universidad,y necesito que te quedes en casa.

—¿Y perderme la oportunidad de ver el mundo humano? Ni pensarlo,— dijo, estirándose como un gato perezoso.

—Pero... ¡Mira cómo vas vestido! No puedes salir así,—exclamó Félix, agitando las manos en señal de desesperación. Hyunjin aquel día llevaba puesto un conjunto oscuro lleno de cadenas y tachuelas que gritaban 'demonio'.

Félix no lo había visto cambiarse antes, por lo que eso fue una desagradable novedad.

El demonio sonrió, mostrando sus afilados colmillos. —¿Qué tiene de malo mi ropa? Es lo último en moda infernal.

Félix se rascó la cabeza, tratando de encontrar una solución.  —Llamarás demasiado la atención. Necesitas algo más... normal. Y, por favor, haz algo con tus ojos. No podemos tener a un tipo con ojos rojos paseando por la ciudad. Mi hermano no lo noto, es un despistado, pero seguro los demás si que lo hacen.

Hyunjin se levantó, dirigiéndose con paso felino hacia Félix. —Bien, humano. Vamos a omitir que te has burlado de mi atuendo. Ahora, muéstrame qué es 'normal' para ti.

Tras una rápida búsqueda en el armario de Félix, encontraron unos jeans, una camiseta simple y una chaqueta azul oscuro. Hyunjin miró la ropa con desdén pero se la puso de mala gana. Félix trató de no reír al ver al demonio luchando con la simplicidad de unos pantalones.

—Listo. Ahora solo faltan los ojos,—dijo Félix, entregándole unas gafas de sol.

Hyunjin se las puso, arqueando una ceja. —¿En serio? ¿Esto es lo mejor que tienes?

—Te verás genial,— mintió Félix, pero la verdad es que Hyunjin se veía sorprendentemente atractivo. Algo en su postura arrogante y su expresión de fastidio añadía un aire de misterio que resultaba innegablemente fascinante.