Lastimosamente si era así, cuando les tocó esa clase, se encontró de frente con el demonio mismo, no podía empeorar su día. Pero decidió no hablarle, no dirigirle la palabra o al menos una mirada, tenía que ser una broma que él se metiera en todo, ya ni siquiera en la escuela podía estar a salvo.
—Si que es guapo —Susurró Rose a su lado una vez en la mesa.
“Si tú supieras” Murmuró la conciencia de Félix.
Claramente Hyunjin podía ser deslumbrantemente perfecto, pero no le quitaba de encima lo idiota y lo demonio, que era el punto de todo.
Gracias al cielo, él solo se dedico a enseñar, y para sorpresa de Félix lo hizo bien, parecía realmente un profesor, además de que no lo miró ni por un segundo, tampoco se comportó mal. Fue un agradable profesor que a Félix le hubiera gustado tener en otras asignaturas si no lo conociera.
Cuando la clase terminó, y ya era hora del descanso Hyunjin despidió a todos y cada uno de los alumnos, Félix abandono lo más rápido que pudo el salón por si el demonio cambiaba de idea y lo atrapaba a mitad de camino.
—Hey Félix, ¿vamos a la cafetería? —Era Han quien lo invitaba.
—Esta bien —Respondió. Ya llevaba tiempo sin conversar de lleno con su amigo.
—Oye y ¿dónde te metiste ayer?, hasta yo me preocupe cuando tu hermano me llamó.
—Solo fui al bar, él es aveces algo exagerado.
—Por como se escuchaba, no lo parecía, era como si hubieras huido de tu casa.
Félix no quiso decir nada más, no quería tener que seguir con la charla y mentir sobre lo que había pasado, no le solían salir tan bien las mentiras como quisiera.
—Pide algo por mi, voy a saludar a los del equipo.
Como Han hacia parte del equipo de fútbol de la escuela, naturalmente se la pasaba saludando nuevos amigos a cada instante, a Félix no le importó demasiado y se fue a hacer la fila. A esa hora estaba terriblemente lleno, pero todos avanzaban rápido.
Cuando finalmente le tocó su turno, solo pidió un sándwich para él y para Han, también una cajita de jugo, lo recogió todo en la bandeja y buscó con la mirada a su amigo.
Finalmente lo encontró del otro lado de la cafetería, en una mesa con dos miembros del equipo. Félix tuvo que esquivar a varios chicos que se amontonaban en el camino, y justo cuando estaba a pocos pasos de la mesa, un pie se interpuso en su camino y lo hizó caer de frente al suelo.
La bandeja salió volando para chocarse en las baldosas, de la forma más dramática y como en cámara lenta, mientras que la comida quedaba desperdigada en todas direcciones.
Han llegó a su lado para ayudarlo al ver la terrible situación.
—¿Estas bien? —Preguntó.
Félix asintió y se levantó, captando al instante varias miradas más puestas en él.
—¿Qué te pasa idiota? —Exclamó uno de los chicos del equipo que se había acercado, Félix lo idéntico como Minho, el capitán.
—Tu amiguito se atravesó en mi camino, no es mi culpa que sea tan torpe —Dijo el tipo que le había puesto el pie.
—Se notó claramente que fue intencional —Replicó Han.
Félix se sintió muy fuera de lugar, él no era del tipo que se metía en peleas, pero casualmente, el chico que lo había hecho caer era su enemigo número uno, desde la primaria, se trataba da Kai, lo había odiado siempre por mejor que él en todo o por la razón que fuera. Todo un drama escolar.
—¿Qué, acaso la niñita no se puede defender sola? —Fue Liam quien soltó ese comentario.
Él era el mejor amigo de Kai, y otro dolor de cabeza para Félix, entre los dos trataban de hacerle la vida imposible, les salía mucho más fácil que al demonio, pero había tenido la suerte de no encontrarselos mucho o mejor dicho nada la semana anterior, pero ahí estaban fastidiandolo nuevamente.
—Sabes que puedo sacarte de equipo si me da la gana —Dijo Minho.
Como mala suerte para Liam, él estaba en el equipo, y al Minho ser el capitán tenía todo el poder de botarlo si se le antojaba.
—¿Crees que ahora me importa tu estúpido equipo?
La discusión se volvía más intensa, Minho había dado un paso adelante, varias personas se habían reunido al rededor para ver que era lo que pasaba.
—Vuelve a decir algo así y te vas a ganar una paliza imbécil —Dijo con rabia. Odiaba que insultaran su equipo, para él era sagrado.
Félix trató de ocultarse, no se había imaginado que todo eso ocurriera de un momento a otro. Pero noto como Liam había apretado los puños, sus amigos tambien estaban a la defensiva.
—Vamos a ver quien sale perdiendo.
Liam se abalanzó contra Minho y le dio un golpe en al mejilla, ahí se desato el caos, Han y otro reaccionaron atacando también a los primeros que se les atravesaron, todos empezaron a golpearse y Félix en el intento de salirse del grupo para no ser lastimado, porque era pésimo para pelear, recibió un puñetazo directo en la nariz. Gracias a eso cayó hacia atrás siendo sacado indirectamente del círculo de estudiantes que animaban la pelea.
El dolor que sintió fue intolerable, nunca lo habían golpeado, jamás en su vida, y sintió como si le hubieran desencajado algun hueso, entonces por obra divina, apareció Rose, llegó hasta su lugar haciéndose paso entre el grupo de estudiantes que estaban frente a él.
—¡Félix! ¿Te encuentras bien? ¡Estas sangrando! —Exclamó ella con horror, casi gritando.
Solo eso le bastó, Félix pudo sentir como un líquido se escapaba de su nariz adolorida, cuando él verificó qué era sangre, se le nubló la visión, todo se volvió negro, lo último que sintió fue el impacto de su cabeza contra el frío y duro piso.
____
Con ese capitán gritandome, yo sinceramente me lanzó a la huida.
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My Demon - 𝐻𝑦𝑢𝑛𝑙𝑖𝑥
Hayran KurguCuando Félix, un chico apasionado por la cocina, encuentra una antigua receta en un feo y viejo libro, jamás pudo imaginar que terminaría invocando al propio príncipe de las tinieblas en su cocina. Tampoco imaginó que podría invitarlo a cenar, inic...