Narrador.
El sol matutino brillaba suavemente sobre la Academia U.A., proyectando sombras ligeras a través de los árboles y los edificios que habían sido testigos de innumerables batallas y momentos de crecimiento. La clase 3-A, ahora en su último año, estaba envuelta en un ambiente de calma que solo se lograba después de años de lucha y perseverancia. El aula, familiar pero con un aire de nostalgia, resonaba con el sonido tenue de las hojas de papel y los murmullos ocasionales de los estudiantes que trabajaban en silencio.
Izuku Midoriya se encontraba en su escritorio, con la mirada concentrada y la pluma en mano. A su alrededor, los ecos de lo que alguna vez fue su poder resonaban en su mente, pero ahora, su enfoque estaba en algo diferente. Frente a él, un formulario para ingresar como profesor oficial de la Academia U.A. Una meta que, aunque distinta a la de convertirse en el héroe número uno, seguía siendo un camino en el que podía marcar la diferencia.
Las brasas del One For All se habían extinguido, dejando un vacío en su interior, pero no por ello una falta de propósito. Izuku sabía que su tiempo como portador del poder había terminado, pero su experiencia, su deseo de proteger y su voluntad inquebrantable seguían vivos. Y era eso lo que quería compartir con las próximas generaciones. Mientras llenaba cada espacio del currículo, recordaba los rostros de aquellos que habían estado a su lado durante su viaje, los compañeros que aún estaban allí, y aquellos que habían caído en el camino.
El aula estaba tranquila, con los otros estudiantes también ocupados en sus propios pensamientos y preparativos para el futuro. Todos sabían que la graduación estaba cerca, y con ella, la responsabilidad de asumir sus roles como héroes profesionales. Para Izuku, la transición era diferente. Sabía que su destino no era el campo de batalla, sino las aulas donde podría inspirar y guiar a aquellos que aún buscaban su camino.
Respiró profundamente, dejando que el peso de su decisión se asentara. Ser un héroe no siempre significaba pelear en la primera línea; a veces, significaba ser la chispa que encendiera la llama en otros. Y eso era lo que Izuku aspiraba a ser ahora: un mentor, un maestro, una guía para aquellos que, como él alguna vez, buscaban un camino en medio de la oscuridad.
Con una última mirada al formulario, escribió su nombre con determinación, sabiendo que, aunque su vida había cambiado, su deseo de hacer el bien seguía siendo inquebrantable. El día seguía siendo tranquilo en la U.A., pero en ese aula, un nuevo futuro estaba tomando forma, uno en el que Izuku Midoriya, sin el One For All, continuaría siendo un faro de esperanza para los héroes que estaban por venir.
El aula permanecía en silencio, el sonido suave de la pluma de Izuku contra el papel era el único indicio de actividad. Estaba tan concentrado que casi no notó cuando la puerta se abrió de golpe, dejando entrar una ráfaga de energía positiva.
Ochako: ¡Deku-kun! —la voz alegre de Ochako resonó en el aula vacío mientras ella corría hacia él con su característico entusiasmo.
Izuku levantó la mirada, sorprendido por la repentina entrada. La energía de Ochako siempre era como un rayo de sol en medio de un día nublado. Ella se acercó a él con una amplia sonrisa, pero su expresión pronto cambió al notar lo inusual de la escena. El aula estaba vacío, salvo por Izuku, quien estaba sentado solo, concentrado en lo que parecía ser un formulario.
Ochako: ¿Qué haces aquí tan solo? —preguntó Ochako, ladeando la cabeza con curiosidad. La expresión en su rostro era un reflejo de la preocupación que sentía al ver a su amigo tan serio.
Izuku la miró por un momento antes de esbozar una leve y tierna sonrisa. Era una sonrisa que había perfeccionado con el tiempo, una que intentaba tranquilizar a los demás incluso cuando él mismo se sentía perdido.
ESTÁS LEYENDO
My Hero Agency
FanfictionDespués de la guerra que sacudió la sociedad de héroes, Izuku Midoriya, conocido como Deku, ha perdido el One For All tras derrotar a All For One en una batalla épica. Sin embargo, su espíritu heroico sigue intacto. Con el apoyo inquebrantable de Oc...