Narrador.
El ambiente en la isla era denso y sofocante, cargado con una tensión palpable que parecía impregnar el aire mismo. A pesar del vasto espacio abierto alrededor, el grupo de héroes se sentía atrapado en una trampa invisible. La oscuridad reinaba a su alrededor, rota solo por las luces parpadeantes de las llamas distantes, resabios de las explosiones que Mightless había provocado minutos antes. Cada crujido de las rocas y cada susurro del viento parecían tener un eco siniestro, como si la misma isla estuviera conspirando en su contra.
Izuku, con la caja del anillo aún guardada en su traje, miraba fijamente a Mightless, tratando de mantener su mente enfocada en la misión. Sabía que debía mantener la calma, pero la presencia de ese rostro, su propio rostro distorsionado por la maldad, lo hacía sentir un nudo en el estómago. La presión en su pecho crecía con cada segundo, un recordatorio constante de lo que estaba en juego. Ochako estaba en algún lugar de esa isla, y no había espacio para errores.
A su alrededor, los demás héroes también estaban tensos. Bakugou mantenía sus explosivos listos, sus ojos fijos en Mightless, como un halcón acechando a su presa. Había dejado a un lado sus habituales comentarios sarcásticos, consciente de la gravedad de la situación. Todoroki sentía el frío en su piel, pero no era por su propio poder; era la atmósfera, el peso de la oscuridad que se cernía sobre ellos. Tokoyami se había fusionado con Dark Shadow, sus sentidos agudizados, listo para cualquier ataque inesperado. Nejire, Tamaki y Mirio se mantenían cerca, compartiendo miradas rápidas de comprensión, cada uno consciente de la importancia de lo que estaba por suceder.
El silencio era ensordecedor, roto solo por el sonido del viento y las respiraciones controladas de los héroes. Todos sabían que un movimiento en falso podría ser desastroso. El enfrentamiento con Mightless era inevitable, pero el miedo a lo desconocido a lo que Mightless podría haber preparado en ese oscuro escondite no dejaba de enraizarse en sus corazones.
Las sombras que envolvían la isla parecían cobrar vida propia, danzando alrededor de los héroes mientras aguardaban el próximo movimiento. La tensión entre ambos bandos crecía como una cuerda a punto de romperse, estirándose más y más hasta alcanzar su límite. Los héroes se mantenían firmes, listos para enfrentar la oscuridad que Mightless representaba, pero en el fondo, cada uno de ellos sabía que estaban al borde de una confrontación que podría cambiarlo todo.
La oscuridad se espesó cuando la risa de Mightless resonó en el aire, un eco burlón que reverberó en sus oídos. Era como si la propia isla se estuviera riendo de ellos, consciente de los horrores que podrían desatarse en cualquier momento. El ambiente era tan pesado que parecía asfixiante, como si la misma tierra se hubiera aliado con el villano para mantener a los héroes a raya.
El destino de Ochako, de la misión, de todo lo que habían luchado por proteger, se decidiría en las próximas horas. Y en ese momento de incertidumbre y miedo, el peso del mundo caía sobre los hombros de Izuku y sus compañeros. Sin embargo, en medio de la oscuridad, una sola cosa brillaba con fuerza: la determinación inquebrantable de los héroes de no ceder ante la desesperación.
En el tenso silencio que había caído sobre la isla, todo parecía estar contenido en un solo y eterno segundo. Luego, sin previo aviso, Mightless se movió. De su cuerpo emergieron destellos de un negro absoluto, rayos oscuros que se retorcían como serpientes en el aire. La energía vibraba con una fuerza ominosa, zumbando con una violencia contenida que reflejaba la maldad que habitaba en su interior. En un parpadeo, se desvaneció de su posición, impulsado por aquella energía oscura que lo envolvía como un manto.
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My Hero Agency
FanfictionDespués de la guerra que sacudió la sociedad de héroes, Izuku Midoriya, conocido como Deku, ha perdido el One For All tras derrotar a All For One en una batalla épica. Sin embargo, su espíritu heroico sigue intacto. Con el apoyo inquebrantable de Oc...