Curvas Peligrosas [Finalizada]

CAPÍTULO 36

NICKI

Su cercanía y el tono sugerente de su voz despiertan en mí una chispa de anticipación y deseo, mezclada con un toque de nerviosismo que solo aumenta la atracción que siento hacia él. Me muerdo suavemente el labio inferior, considerando las implicaciones de su proposición.

—¿Y cómo harías eso exactamente? —pregunto, con una sonrisa traviesa bailando en mis labios.

Logan me observa con ojos intensos, capturando cada detalle de mi expresión. Con un gesto lento y deliberado, acaricia suavemente mi mejilla con el dorso de los dedos, provocando un estremecimiento agradable en mi piel.

—Podría empezar con un beso aquí mismo —susurra, rozando sus labios contra mi cuello. Un escalofrío de placer recorre mi espalda, y cierro los ojos, dejándome llevar por la sensación.

Inhalo profundamente, sintiendo su aliento cálido en mi piel. Sus manos se deslizan con suavidad por mi espalda, atrayéndome hacia él con un deseo evidente. El aire se carga con la electricidad de su proximidad, cada caricia, cada mirada, es como una promesa silenciosa de algo más profundo y apasionado.

Me siento abrumada por la intensidad de las sensaciones que Logan despierta en mí. Cada movimiento suyo es una invitación a perderme en el momento, a explorar la conexión que hemos cultivado de una manera completamente nueva. Sus labios se mueven lentamente, dejando un rastro de besos ardientes desde mi cuello hasta mi clavícula. Cada contacto es una chispa que incendia mi piel, aumentando el calor que late en mi interior. Mis manos se deslizan por su espalda, aferrándome a él como si fuera mi ancla en este mar de sensaciones.

—No me queda claro cómo lo harías —susurro, con una mezcla de inocencia y provocación, deseando que sus besos continúen su recorrido por mi cuerpo.

Logan sonríe traviesamente, su mano se desliza desde mi mejilla hasta mi cuello, acariciando la piel sensible detrás de mi oreja. Sus labios, cálidos y suaves, exploran mi cuello con besos ligeros que despiertan un ardor profundo en mi interior. Cierro los ojos, entregándome al placer que él despierta en cada centímetro de mi piel.

—Así es como empezaría —susurra contra mi piel, su aliento caliente enviando escalofríos a través de mí.

Mis manos se aferran a sus hombros, sintiendo el calor de su cuerpo contra el mío. La tensión entre nosotros se vuelve palpable, cada caricia intensificando el deseo que arde entre nosotros. Cada movimiento, cada susurro, alimenta la creciente necesidad de explorar más allá de los límites que hemos estado tentando desde que nuestras miradas se volvieron a cruzar.

Con un impulso repentino, mis manos encuentran el borde de su camiseta. La suavidad del tejido bajo mis dedos es una tentación irresistible, y, con un gesto decidido, tiro de ella hacia arriba. La camiseta de Logan se desliza lentamente sobre su torso, revelando su piel expuesta. Cada músculo definido y cada línea de su cuerpo se vuelven más prominentes bajo la tenue luz de la habitación. Siento un torbellino de deseo al ver su pecho desnudo, sus músculos marcados y su piel caliente.

Logan, con una sonrisa de complicidad, se acomoda sobre mí, sus caderas presionando contra las mías. La sensación de su cuerpo sobre el mío es abrumadora, cada movimiento suyo intensificando la tensión que arde entre nosotros. Su peso es una mezcla de firmeza y suavidad, y el calor que emana de él se siente como una llama que se enciende en mi interior.

Se inclina hacia mí, sus labios apenas rozando los míos en un beso que es a la vez suave y exigente. La sensación de su piel desnuda contra la mía es un contraste eléctrico que me hace gemir de placer. Mis manos exploran su torso, trazando caminos invisibles que envían oleadas de deseo por todo mi cuerpo.