CAPÍTULO 24

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NICKI

—Te voy a besar, Nicolette. —su voz es ronca, cargada de deseo y anticipación.

Mis labios se humedecen involuntariamente, mis pupilas dilatándose bajo la influencia de sus ojos penetrantes. Mis pensamientos se vuelven difusos, la lucha interna entre la razón y la pasión alcanzando su punto álgido. Quiero sus labios sobre los míos, quiero sentir su calor, su fuerza, su deseo ardiente. Pero también temo las consecuencias.

—No pienso detenerte —susurro.

El momento parece eterno mientras nuestros rostros se acercan más y más. Puedo sentir su aliento cálido rozando mi piel sensible, enviando escalofríos por mi espalda. Cierro los ojos lentamente, entregándome al deseo que ha estado ardiendo entre nosotros desde el avión.

Sus labios finalmente encuentran los míos en un beso suave pero cargado de intensidad contenida. Un gemido apenas audible escapa de mi garganta mientras sus manos grandes y cálidas encuentran su camino hacia mi cintura, tirando suavemente de mí hacia él. El contacto de sus labios es eléctrico, cada roce, cada presión envía ondas de calor por todo mi cuerpo, haciendo que mi piel se erice y mis sentidos se agudicen.

Mi mano se desliza desde su pecho hasta su cuello, sintiendo el latido acelerado de su corazón bajo mis dedos. Sus labios exploran los míos con una pasión contenida, como si ambos estuviéramos al borde de un abismo, temiendo caer pero deseando el vértigo. Nuestros cuerpos se funden en un baile sensual sobre la toalla, buscando y explorando cada centímetro con una urgencia que contrasta con la tranquilidad del entorno.

Cuando finalmente nos separamos, el aire está cargado con la electricidad de nuestro encuentro. Me quedo sin aliento, con los labios entreabiertos y los ojos brillantes de deseo. Logan me mira con intensidad, una sonrisa pícara jugando en sus labios mientras acaricia mi mejilla con ternura.

Nos quedamos unos instantes en la arena, nuestros cuerpos aun zumbando con la intensidad del beso. Siento la mirada de Logan recorriéndome lentamente mientras me pongo de pie, una sensación que aviva las llamas de nuestro deseo compartido.

—No me hagas eso, cariño —susurra, con la voz entre cortada.

—¿Hacer qué? —pregunto, desafiante y juguetona mientras doy medio giro para mirarlo de lado.

—Provocarme —responde, su voz ronca con emoción contenida.

—No te estoy provocando —respondo con inocencia fingida—. Solo voy a darme un baño en el mar.

Logan se acerca a mí lentamente, su mirada intensa clavada en la mía. El calor entre nosotros es tangible, el deseo palpitando bajo la superficie.

—Estás en problemas, Nicolette —susurra, su aliento cálido rozando mi mejilla.

Mis ojos siguen cada uno de sus movimientos con fascinación, sintiendo cómo mi pulso se acelera aún más. Cuando veo que se levanta, un impulso repentino me hace correr hacia la orilla del mar. Escucho su risa juguetona detrás de mí, lo miro de reojo y noto cómo se acerca rápidamente, con una sonrisa traviesa que lo delata.

—¡No me atraparás! —exclamo entre risas, sintiendo la adrenalina recorrer mi cuerpo.

El sonido de nuestras risas se mezcla con el rugido suave de las olas. Justo cuando estoy por alcanzar la orilla para adentrarme en el mar, siento cómo Logan me alcanza y me rodea por la cintura con sus brazos fuertes. Un estremecimiento me recorre cuando su cuerpo se presiona contra el mío, su pecho firme contra mi espalda.

—¡Te atrapé! —exclama Logan en mi oído, su voz cargada de diversión y complicidad mientras nos hace girar juntos en la orilla. El sol brilla sobre nosotros, pintando destellos dorados en el agua que salpica a nuestro alrededor cuando finalmente caemos juntos en el mar.

Curvas Peligrosas [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora