Capitulo 27
"¿Te queda algo de cerveza?" Kara estaba inquieta. Junto al desvencijado diván de la sala de estar de la casa rodante de Imra. El televisor encendido transmitía un programa especial sobre mariposas venenosas del Amazonas o algo parecido. Con la cabeza apoyada en las manos, Jeremy observaba embelesado. Jake, de cuatro años, sentado muy contento en las rodillas de Kara, miraba fijamente el televisor, aunque Kara estaba segura de que el chico no tenía idea de lo que pasaba en la pantalla, como tampoco ella.
"En el refrigerador" contestó Imra.
Se hallaba en el cuarto de baño, bañando a sus dos hijas. En la sala de estar se oían chapoteos y risitas… tan pequeña era la casa rodante. Kara no lograba explicarse cómo podía vivir Imra en un espacio consistente en dos dormitorios minúsculos, una sala de estar donde apenas cabían un diván, un sillón y un televisor; una cocina diminuta y un cuarto de baño igualmente pequeño, con cuatro chicos y no enloquecer."Jeremy, ¿me harías el favor de traerme una cerveza?" Hubo silencio por toda contestación. Jeremy estaba tan absorto en el programa, que no le oyó. Kara pensó volver a intentarlo en voz más alta, pero luego decidió no hacerlo. Que el chico viese televisión en paz. "Vamos, compañero, tengo que irme" le dijo a Jake quien, obediente, se dejó depositar encima del diván. Kara se incorporó, se estiró y entró en la cocina, descalza, para buscar una cerveza. Su calzado había quedado extraviado bajo el diván. Kara abrió la puerta de la nevera, y, con sorpresa, vio una sola caja de seis cervezas intacta. Habría podido jurar que había dos. ¿Cuántas cervezas se había bebido? ¿Qué importaba, de todos modos?, caviló Kara mientras extraía una lata y la abría.
"¡Oye, Kara, arrójame una gaseosa! " pidió Jeremy por sobre el hombro.
"¡Nada de gaseosa!" gritó Imra desde el cuarto de baño. Jeremy se encogió de hombros; Kara llenó un vaso de leche y se lo llevó. Era realmente conmovedor el esfuerzo de Imra por ser una buena madre para sus hijos. Haciéndoles beber leche en vez de gaseosa, por ejemplo. Bañándolos a cada uno todas las noches. Leyendo libros a los más pequeños, aunque Imra nunca había leído nada más complicado que un libro de cocina. Asegurándose de que Jeremy y Ashley, que con seis años era la niña mayor, hicieran sus tareas escolares de noche. Imra no había sido criada con tanto esmero. Kara sabía que su infancia había sido casi tan dura como la suya y la estimaba mucho por tratar de dar a sus hijos una vida mejor.
Al menos, desde que habían empezado a salir juntas, Kara se ocupaba de que siempre hubiese comida en la nevera. Ella misma había quedado con hambre muchas veces y no soportaba pensar que hubiera niños sin comida suficiente.
"Ajjj" dijo Jeremy, sin alzar la vista, cuando Kara depositó el vaso a su lado, en el suelo."De nada" repuso secamente Kara y se acomodó de nuevo en el diván para beber su cerveza. Jake trepó de nuevo a sus rodillas y apoyó su cabeza en el pecho de Kara. Pobre chico, no veía casi nunca a su papá y evidentemente anhelaba que alguien le hiciera caso.
"¡Cuéntanos un cuento, cuéntanos un cuento!" Ashley y su hermana irrumpieron fuera del cuarto de baño, corrieron a la sala de estar y saltaron encima de Kara. Recién bañadas, con el cabello marrón
recogido y cubiertas con unos camisoncitos fruncidos, estaban tan monas que las perdonó por derramarle la cerveza."Que no sea de miedo" dijo solamente Lindsay, de tres años, al ocupar la rodilla que no estaba usando Jake. Celoso de sus prerrogativas, Jake empujó a su hermana. Lindsay le devolvió el empujón.
"Uno sobre monstruos" dijo Ashley con picardía, acurrucándose lo más cerca posible de Kara.
¡De miedo no!" gritó Lindsay empujando a su hermana.
"¿Por qué no se callan las dos?" pidió Jeremy en voz muy alta.
"¡Bueno, es hora de irse a la cama!"
Imra entró en el cuarto palmoteando. Tenía empapada la camisa y la parte delantera de sus pantalones tejanos. No llevaba puesto el sujetador. Kara advirtió este hecho sin el interés que habría debido suscitarle, ya que Imra era una mujer voluptuosa. Al infierno de todos modos, ¿qué le pasaba? Pero sabía la respuesta y no la hacía feliz: no era Imra a quien ella deseaba.
La mujer que ella deseaba había estado en esa maldita merienda al aire libre… (de donde probablemente la habrían echado a golpes si ella se hubiese atrevido a mostrarse) con otro hombre. El
prototipo del, ciudadano respetable y sólido. Ese cretino. Kara bebió otro trago de cerveza.

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In The Summer
FanfictionEsta historia no es mía, es una adaptación a Supercorp...CREDITOS A QUIEN CORRESPONDA Kara G!p