Capitulo 36

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Capitulo 36

En el funeral de Imra Ardeen Matthews, aquel que vigila se movió con aparente normalidad, pero en su interior, un tumulto de emociones disputaba la supremacía. Por primera vez, esa personalidad dominante afloraba a la superficie, emergiendo de su propio cuerpo la presencia del alma monstruosa de aquel que vigila. La personalidad superficial y cotidiana que conocía a todos y era conocida por todos, era muy diferente de la verdadera de aquel que vigila.

La personalidad cotidiana era agradable y simpática, ocupada en las mil y una pequeñas tareas que constituían la vida diaria. Aquel que vigila no tenía edad ni sexo; era pura maldad. Hervía de furia y de odio, y esas emociones lo empujaban a matar.

Hasta entonces, la personalidad cotidiana no había tenido conocimiento de haber participado en los asesinatos de Andrea Rojas y Imra Ardeen.

Pero la imagen de esos cuatro niños desconsolados, en particular el mayor, a quien el que vigila había entrevisto la noche del asesinato de Imra, había desencadenado el recuerdo de esa noche en la personalidad superficial Ese recuerdo parecía muy real: sangre por todas partes, su aspecto, su sensación al tacto… y el olor. La personalidad superficial tuvo vahídos de horror y de miedo… Pero la personalidad superficial no quería recordar Se resistía a los recuerdos. Rechazaba por completo las imágenes, los sonidos y los olores de esa noche.

El que vigila y la personalidad superficial se aliaron en una dulce amnesia. El que vigila, desconfiando de lo que pudiera suceder cuando la personalidad superficial advirtiera su existencia, se cerró. Por un breve período, fue como si los pensamientos, sentimientos y recuerdos independientes del que vigila cesaran de existir.

La personalidad superficial se concentró en la realidad: el borde del asiento contra las piernas tensas, la reconfortante cadencia de la voz del predicador, la tibieza de los cuerpos de los amigos que estaban sentados a cada lado. Las imágenes horrendas, que debían provenir de alguna película de horror olvidada mucho tiempo atrás, cesaron.
Afortunadamente, la realidad ganó.
Momentos más tarde, con la personalidad superficial adormecida, el que vigila cobró vida de nuevo. Atisbando por los ojos del cuerpo, presenció con satisfacción la ceremonia fúnebre de la mujer a quien había asesinado. Pero antes de que salieran los deudos, el que vigila volvió a sentir furia. Porque, el asesinato de Imra, como el anterior, había sido en vano.

Kara Danvers había encontrado una nueva querida. Y al que vigila se le presentaba ahora una nueva presa a quien dar caza y destruir.
Pero antes, la personalidad superficial tenía que encerrar ese recuerdo errático del asesinato de Imra. Luego había que eliminar esa pequeña amenaza que asomaba en forma tan inesperada.

¿Así que entonces el niño había visto algo en la oscuridad? De pronto un humor negro invadió al que vigila.
Que esperara a ver más de cerca

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