Capitulo 43

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CAPITULO 43

"¡Mira, tía Lena!" Diana, que estaba dando volteretas, se irguió y señaló hacia la casa. Lena miró y frunció el entrecejo. ¿Quién era esa mujer que iba hacia ella por el empedrado?
¡Era Kara! Le miró boquiabierta desde el cabello peinado, la cara ligeramente maquillada hasta las lustradas puntas de sus zapatos caros. Seguía siendo la mujer más guapa que ella había visto en su vida, pero esas ropas elegantes le daban un aura de finura y de tranquilo poder que ella nunca había asociado antes con ella. Parecía una alta funcionaria, una empresaria joven, guapa y muy atractiva. Lo que no parecía, era Kara.

"¿Y bien?" le sonrió ella al acercarse, probablemente debido a la expresión de Lena. La joven cerró la boca y sacudió la cabeza.

"¡Te has cortado el cabello y peinado!"

"Me dijiste que lo necesitaba."

"Pero no tenías por qué hacerlo… espero que no lo hayas hecho por mí."

"No, lo hice por Krypto. ¡Claro que lo hice por ti! Y por mí también. Estoy demasiado vieja para hacerme la rebelde." Lena alzó la vista, la miró a los ojos y en ese coloquio silencioso leyó el mensaje que le transmitía. Estaba dispuesta a crecer, a renunciar a su papel de chica mala, a tomar distancia con el pasado. Lena se emocionó y la idea la excitó al mismo tiempo. Tal vez su futuro juntas fuese menos imposible de lo que ella había pensado.

"Se te ve fantástico."

"Gracias. También a ti se te ve muy bien" repuso Kara. Se acercó, tomó la barbilla de la ojiverde y le alzó la cara para besarla. Fue un beso breve, duro y posesivo. Deslumbrada por su efecto Lena se volvió de puntillas para rodearle el cuello con los brazos y devolverle la caricia. Un coro de risitas contenidas la detuvo de golpe. Con el rostro carmesí, miró atrás. Diana y Melissa, con Katie entre las dos, las observaban y reían.

"¿Tía Lena, estas besando a una chica, es tu novia?" inquirió Diana.
Lena había pensado que no era posible que se ruborizara todavía más, pero descubrió que se equivocaba.

"Sí, lo soy" repuso en su lugar Kara, sonriendo a las niñas. "Y tú debes ser Melissa" continuó señalando "y Diana y Katie."

"¿Cómo sabes nuestros nombres? Tía Lena, ¿tú se lo has dicho?" La pelinegra sacudió la cabeza.

"Les presento a la señorita Kara Danvers, niñas." En la mirada de reojo de Kara hubo un grado de sorpresa burlona.

"No estoy habituada a que me llamen señorita. Pueden llamarme Kara, si quieren." Lena sacudió la cabeza.

"Señorita Danvers" dijo con firmeza a sus sobrinas. Luego, a Kara "Es una señal de respeto. Llaman señor, señora o señorita a todos los adultos, salvo a los parientes."

"Entiendo" le sonrió Kara. "Trataré de acostumbrarme… Pero no te sorprendas si no respondo las primeras veces que me hablen."

"Está bien. Mientras respondas cuando te hable yo."

"Depende de cómo me llames."
Lena le hizo una mueca. Luego, tomándola de la mano, la condujo frente al sillón de ruedas. Kara la miró inquisitivamente, pero ella no lo advirtió, ya que estaba mirando a su padre. "Papá, esta es Kara Danvers" dijo Lena con voz suave que era, sin embargo, insistente.
Lionel Luthor siguió mirando fijamente la nada. Su cara era pálida e inexpresiva, y tenía las manos posadas, inmóviles, sobre la manta que cubría sus rodillas.

"Hola, señor Luthor." Pero las palabras de Kara no tuvieron más efecto que las de ella. Lena contempló a su padre, convertida su esperanza en resignación. No la había oído. Nunca conocería a Kara, y al comprenderlo tuvo una sensación de pérdida.

In The SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora