Capitulo 19
Al detenerse por un instante en el umbral de la biblioteca, Lena comprobó que Lillian no había exagerado. Lara estaba acurrucada en un extremo del diván amarillo, con las delgadas piernas recogidas bajo el cuerpo, el negro cabello rizado apoyado en el brazo tapizado del sofá, y sollozaba con la cara hundida en un almohadón. La luz trémula del fuego y el suave resplandor de la lámpara de porcelana, puesta encima del escritorio de Lillian, proporcionaban la tenue iluminación. Las paredes azules y las persianas blancas de estilo plantación que cubrían los grandes ventanales daban a ese cuarto un a acogedor que compensaba el efecto intimidatorio de la enorme araño de cristal que colgaba del techo. En esa habitación, que había sido el dominio del padre de ambas, el mobiliario era aparatoso, bien tapizado y diseñado para la comodidad de un hombre corpulento. Contra ese, telón de fondo, Lara , que a los treinta y un años era tan menuda como su madre y su hermana, se veía diminuta, casi infantil. Al observar aquel cuerpo pequeño con camisa de seda exóticamente estampada y pantalones cortos, Lena sintió una punzada de preocupación. Lara siempre había sido propensa a dramatizar hasta, la situación más habitual. Sin embargo, algo grave debía ocurrir para, que su hermana llorase.
"¿Qué ocurre, Lara?" Inquirió mientras depositaba una mano tranquilizadora sobre la espalda de su hermana.
"Le...Lena" Lara a la vista; tenía los ojos hinchados y llenos de lágrimas. Sin embargo, se irguió en su asiento e intentó dirigirle una sonrisa. Su vacilante esfuerzo tuvo un efecto muy diferente del que ella evidentemente pretendía. Alarmada por lo que veía en el rostro de su hermana, Lena se dejó caer en el diván, junto a Lara. Desde la ventana, Lillian contemplaba la escena con mirada ansiosa.
"¿Se trata de tus hijas?" Preguntó Lena. Tal vez a una de ellas le hubiesen diagnosticado alguna enfermedad grave. Pero las hipótesis eran tan inútiles como absurdas, ya que las posibilidades eran infinitas. El rostro encantador de Lara , tan parecido al de una Lillian más joven que la semejanza era asombrosa, se volvió a ensombrecer cuando ella sacudió la cabeza.
"No"las lágrimas le corrían por las mejillas. Le temblaba la boca.
"¿Ben?"
"¡Oh, Lena!" Lara empezó a sollozar mientras ocultaba el rostro entre sus manos. Lena, consternada, rodeó a su hermana con los brazos y la apretó contra sí. Aunque a veces Lara pudiera ser irritante, en momentos como este Lena sólo podía ver a la hermanita menor ( de cabello rizado que la seguía a todas partes desde que fue capaz de caminar) .
"Lara, ¿qué pasa? Dímelo, por favor" dijo Lena, meciendo a su hermana mientras esta lloraba sobre su hombro.
"Ben… Ben quiere el divorcio." Fue un susurro tembloroso, murmurado contra el hombro de Lena, en voz tan baja que al principio esta no supo con certeza si había oído correctamente.
"¿El divorcio?" repitió atónita.
"¿El divorcio?" Desde la entrada, Lillian se llevó una mano a la garganta al repetir las palabras de Lara.
"Me lo dijo hoy… por teléfono. Está en Dayton por negocios, me llamó a casa y dijo que quería el divorcio. Así nada más. ¿Puedes creerlo?" Lara alzó la cabeza y miró primero a su madre, después a su hermana.
"Pero, ¿por qué" inquirió Lillian con voz débil.
"Creo que tiene una… una amiga. Supongo que quiere… casarse con ella."
"¡Oh, Lara!" Lara parecía tan conmovida, que Lena sintió dolor por ella. Lara fijó en ella su mirada.
"Estoy simplemente… harta. No se lo ha dicho a las niñas, pero ellas saben que algo malo pasa. Oh, ¿qué voy a hacer?" Fue un lamento, y Lara hundió la cara en el hombro de Lena. Sintiéndose impotente, Lena le palmeó la espalda.
"Te vas a quedar aquí, con nosotros, y dejarás que cuidemos de ti" declaró Lena, mientras su madre, que se había desplomado en el sillón de madera de Lionel, daba su aprobación con un gesto.
"Oh, Lena, cuánto los he echado de menos a ti, a mamá y a papá. Es duro estar tan lejos de casa, tratando de criar a las niñas yo sola. Ben estaba ausente con frecuencia y yo sabía que algo andaba mal, pero no sabía por qué. Y luego, hoy…"
Lara volvió a estallar en sollozos. Lena la abrazó con más fuerza."Cariño, ¿por qué no nos lo dijiste antes?" intervino la matriarca Luthor en tono acongojado.
"No he querido preocuparlas. Y… y sabía lo que piensas en cuanto al divorcio." Las opiniones de Lillian Luthor acerca del divorcio, desaprobaba la tendencia moderna a separarse por cualquier motivo eran vehementes. Pero el vigor con que sacudió la cabeza reveló que esas opiniones no eran necesariamente aplicables a su querida hija menor.
"Qué desatino" dijo con firmeza, renunciando a los principios de toda su vida ante el pesar de su hija "Ya sabes que papá, Lena y yo te daremos apoyo, cualquiera que sea tu decisión. Sólo queremos lo que sea mejor para ti. Y para las niñas." El cuerpo de Lara temblaba.
"Ellas adoran a su papá. Odio tener que decirles la verdad."
"No hace falta que se lo digas aún" dijo Lena. "Al menos hasta que tú y Ben hayan tenido ocasión de hablarlo un poco más… Quizá no lo haya dicho en serio. Quizás haya estado alterado por algo, es todo."
"Creo que lo dijo en serio." En la voz de Lara hubo un temblor patético que atravesó el corazón de Lena. Luego aspiró profundamente y se irguió en el asiento, apartándose de los brazos de su hermana mayor. "Oh, Lena, ojalá se hubiera casado contigo." Este sentido comentario provocó en Lena una sonrisa irónica.
"Vaya, muchas gracias." Lara se secó los ojos con ambas manos y lanzó una risita contenida.
"Eso ha sonado terrible, ¿verdad? Pero tú sabes a qué me refiero. Eres… eres tan fuerte. Habrías podido manejar esto mejor que yo. Me siento tan estúpida… En los últimos años él ha estado viajando tanto. Pensé que se estaba viendo con alguien, pero él me decía siempre que yo estaba loca. Casi… casi le creí… me refiero a que estaba loca. Pero no, yo tenía razón todo el tiempo. Ha estado engañándome durante años, y yo lo toleraba siempre, fingía no saberlo y dejé de alborotar. Y ahora él quiere el divorcio, yo he arruinado mi vida por él y él no lo valía, ni un poco.
Volvieron a brotar las lágrimas. " Lena dijo con firmeza:"Tu vida no está arruinada. Pase lo que pase tú estarás bien. Volverás a ser feliz y encontrarás otro hombre… uno mejor esta vez. Y tendrás muchos momentos maravillosos. Sólo tenemos que ayudarte a sobreponerte. Y lo vamos a conseguir."
Lara sonrió a Lena. El intento, aunque vacilante, estuvo lleno de afecto. "¿No te alegras de haberte librado de algo así?"
"Sí" repuso Lena, y fue sincera"Sí, me alegro." Sin proponérselo, pensó en Kara y en la profunda, oscura pasión que en ella despertaba, y con una sensación de asombro comprendió que Ben nunca había tocado siquiera esa parte de ella. Por primera vez desde que Ben Lockwood había elegido a Lara en lugar de ella, Lena pudo entender qué tipo de amor había sentido por él: un enamoramiento de muchacha, que ya pertenecía al pasado. Desde entonces, ella había crecido.
En la cocina, el reloj colocado encima de la despensa dio la hora."Válgame, son las dos de la mañana. ¡Debemos irnos a la cama"exclamó Lillian
"Sí, es cierto" asintió Lena, incorporándose y ayudando a su hermana a que lo hiciera también.
"Katie despertará al amanecer" predijo en tono lúgubre Lara, refiriéndose a su hija menor" Y Diana y Melissa no tardarán mucho más."
"Rosa, Lena y yo podemos ocuparnos de ella. Tú necesitas dormir más" dijo Lillian antes de salir de la biblioteca con sus hijas.
"Cuánto me alegro de estar en casa" dijo Lara. Abrazó a su madre; luego estiró un brazo para hacerlo también con Lena. Por un momento las tres mujeres permanecieron inmóviles, unidas en ese momento de crisis, con las frentes juntas, rodeándose con los brazos "Las quiero mucho."
Luego, apartándose, Lena dijo con vivacidad: "Ya basta de esto. Otro minuto más y estaremos llorando. Madre, tú y Lara suban. Yo cerraré las puertas y apagaré las luces."

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In The Summer
Fiksi PenggemarEsta historia no es mía, es una adaptación a Supercorp...CREDITOS A QUIEN CORRESPONDA Kara G!p