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Miles había pasado a casa como si nada, se había encerrado mientras soltaba risas y de seguro había ido a vandalizar paredes en lugar del cine. Por lo menos es lo que pensaba su papá. Estaba enfadado, aún no se perdonaba haber dejado que su hijo empezara a juntarse con esa gente, ¡Debió darle la razón a su esposa cuando esta le dijo que Gwen los trataba informalmente! Aunque debía admitirlo, por lo menos aquel punk no los trataba de tú.
- Ese delincuente... Parece un poste de tanta estampita que tiene en la ropa. -Bufó, cruzándose de brazos, sentado en el sofá mirando las noticias. Más bien, escuchándolas, porque su cabeza estaba enfocada en encontrarle más defectos a aquel chico de imagen rebelde.
- Son pins, pa'. -Su jovencito de la nada habló, saliendo de su cuarto con ropa diferente, más cómoda.
- Estampitas.
Rodo los ojos, dándole una palmada en los hombros a su padre y después abrazándolo por atrás.
- No te enojes, pa', Hobie no es un delincuente. -Las manos de su creador dieron una palmadita en sus manos que se juntaban al estarlo abrazando.
- Si, Miles, pero como policía se como son esos chicos.
Miles no quiso seguir peleando por aquello, simplemente siguió mimando a su papá mientras Rio les sonreía.
- Y luego que se visten como si fueran metaleros, nombre, no, ya ni la riegan.
- ¿Y por qué no le dices nada a Milo si se viste casi igual?
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- Amigo. -La mano de Reilly se poso en el hombro de Hobart quien sorprendentemente miraba el cuaderno lleno de ejercicios escritos por él mismo, como si siempre le hubiera interesado estudiar. Hobie era inteligente, solo que no se mostraba tan entusiasmado al momento de tratarse de la universidad, ¡Es más! Si fuera por Hobie este no estaría en aquella universidad, su padre lo amaba pero no dejaría que su hijo se quedara sin estudios por más que Hobart pataleara.- ¿Conseguiste una novia?
- ¿Qué?
- Ya sabes, como hay chicas que siempre preguntan por ti por tu onda de chico rebelde y sexy, quería saber si podía seguir metiéndote en planes de citas.
