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Era jueves, Miles no había podido dormir bien y sentía estrés e inutilidad, le había enseñado miles de veces el borrador a su profesor y siempre tenia la misma respuesta.
— Lo estas haciendo mal, tienes que aplicar la fórmula que te di. —Otra vez esas palabras, el menor no podía soportar otra vez escuchar esa frase.
Frunció el ceño, asintiendo y después frunciendo de igual forma sus labios, dandose la vuelta para quedarse viendo al monton de hojas que ya había estado recolectando. Había usado la maldita formula una y otra vez, pero de alguna manera siempre fallaba algo diferente y eso le estaba agobiando. No quería decepcionar con la entrega final, era algo importante para él ser reconocido por aquel maestro que los había visitado la vez pasada.
— Oye, Miles. —La voz de su amiga rubia hizo presencia en sus oídos, haciendole voltear la cabeza inmediatamente y suavizar su ceño.— Miles, ¿Estas bien? —Preguntó preocupada, sabía que aquello era importante para su mejor amigo, pero para ella la salud de este era mas importante que unas felicitaciones de parte de un hombre científico.— ¿Has dormido algo, Miles?
El contrario nego, ahora escondiendo su rostro entre sus manos reprimiendo un grito de frustración.
— No se que es lo que esta mal. —Confesó dolido, empezando a acomodar aquellos papeles con lentitud, el timbre había sonado para que empezara el descanso de los estudiantes, pero Morales no tenia hambre, no desde que estaba enfocado al cien por ciento en aquel problema que cargaba ahora.— Y el profesor no tiene cara de querer ayudarme. —Dijo con un tono burlon pero aun así, un poco enojado.
Un foco sobre la cabeza de Gwen se encendió.
— ¿Qué tal si vas a ver a la banda? —Ofreció con una sonrisa, colocando sus manos en los hombros de su amigo quien elevo una ceja confundido ante aquello, ¿En que le ayudaria ir a verlos ensayar? Si bien era cierto que su estres podía ser curado al ver a aquel chico genial de la banda de Stacy, no lo creía tan conveniente.— Tal vez uno de ellos te pueda ayudar, ya sabes, estan en la universidad o son mayores que nosotros. —Trato de animar a su compañero, quien pareció pensarlo unos segundos para despues ladear la cabeza y encogerse de hombros.
— Bueno. —Aceptó con aquella palabra, recibiendo un abrazo por parte de su amiga.
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