𝑺𝑬𝑽𝑬𝑵𝑻𝑬𝑬𝑵 [One Shots]

BASKETBALL AU🏀

Los vestidores siempre eran un bullicio insoportable, usualmente las animadoras cuando pasaban por fuera arrugaban la nariz pues una mezcla de olores entre sudor y colonia cara se hacía presente además de que los gritos de los chicos solían ensordecerlas.

Dentro de las paredes frías de aquel vestidor, el equipo de básquet de la Universidad de Seul celebraba haber terminado una semana más de arduo entrenamiento, algunos ya estaban cambiándose mientras otros apenas secaban el agua de la ducha que se acababan de dar.

─Que bueno que este fin de semana no tenemos entrenamiento, dormiré como un bebé todo el día ─dijo Jeonghan feliz mientras secaba su cabello rubio.

─Creí que teníamos examen de algebra el lunes ─comentó Joshua pensativo.

─Hong, hoy apenas es viernes ─el rubio hizo un gesto para que no dijera nada más.

Cuando estaban riendo y hablando, la puerta del vestidor se abrió tan fuerte que se azotó fuertemente contra la pared. Todos voltearon a ver que sucedía, era el entrenador Choi quien además era el padre de Choi Seungcheol, el escolta del equipo.

─Kim, a mi oficina ahora mismo.

─Un momen-

─¡AHORA!

Kim Mingyu, el capitán del equipo dio un respingo en su sitio mientras asentía y se terminaba de vestir tan rápido como podía. Todos hicieron absoluto silencio mientras veían a su capitán ir tras el entrenador que parecía hecho una furia. La oficina del hombre quedaba al fondo de los vestidores, así que solo tendría que atravesar un pasillo.

─La última vez que vi a mi papá tan molesto, yo tenía 7 años y fue porque un niño de mi clase me robó los crayones ─recordó Seungcheol─. No pensé que lo vería de nuevo así.

─¿Qué hizo Mingyu esta vez? ─preguntó Seungkwan pero todos se encogieron de hombros─. Juraría que nuestro capitán es tan bueno, nunca hace nada malo.

─Siempre hay una primera vez ─agregó Jeonghan tomando su mochila para sacar sus zapatos.

─¿Ya te vas? ─preguntó Joshua.

─No, me quedaré a ver que pasa.

Siguieron hablando, aunque entre risas, seguían preocupados por Mingyu. Diez interminables minutos pasaron hasta que vieron la enorme figura del capitán entrar por la puerta, estaba cabizbajo y miraba el papel en sus manos con absoluta preocupación. Sin decir nada, Seokmin le quitó el papel de las manos para leerlo.

─Por amor de Dios, Mingyu ¿Qué son estas notas?

Todos se acercaron a ver las notas del chico, todas estaban entre los 4 y 7 puntos. Demasiado mediocre para ser real.

─El entrenador dice que, la coordinación de estudios le dijo que si sigo bajando mis notas no podré seguir siendo parte del equipo ─anunció con tristeza─. Estoy suspendido de los juegos hasta que las suba...