Tsunade estaba ansiosa y llena de nervios. Esa noche, quería hacerle una sorpresa a su amada esposa, Shizune. Normalmente, ella siempre era la que cocinaba, pero ese día, Tsunade había llegado temprano a casa, lo que le dio la oportunidad perfecta para prepararle un pastel a su esposa como una muestra de amor y agradecimiento.
Pero, por dentro de la cocina, era un caos total. El ambiente estaba lleno de ruidos, había harina y otros ingredientes por todos lados y Tsunade se movía desesperadamente por la cocina tratando de hacer el pastel. A veces, incluso podía oírse maldiciendo en voz baja cuando las cosas no salían como ella quería.
Sin embargo, pese al desastre y a la tensión, Tsunade siguió insistiendo. Estaba determinada a preparar un pastel que fuera perfecto para su esposa, por lo que trabajó arduamente, con sus manos llenas de masa, su rostro manchado con harina, y su cabello lleno de migas.
El pastel que Tsunade había logrado preparar era simplemente delicioso. Era esponjoso y se notaba perfectamente horneado, con un color dorado por encima y una textura muy suave.
Pero, por otro lado, la cocina era un verdadero desastre. La harina se extendía por el piso y algunos artículos de cocina estaban tirados por aquí y por allá. Su camisa estaba llena de manchas de harina y había un poco de huevo en su cabello también.
Shizune abrió la puerta esperando encontrarse con su esposa, pero lo que encontró fue una vista totalmente diferente a lo que acostumbraba encontrar. No solo la cocina estaba hecha un lío, sino que Tsunade también tenía el cabello y la camisa llenos de harina y huevo. A pesar del desastre, no pudo evitar llenarse de ternura al ver a su esposa así.
Mientras tanto, Tsunade, con el pastel en las manos, intentó caminar hacia ella. Pero, debido a los restos de huevo en el piso, perdió el equilibrio y se cayó al suelo. Al ver el pastel arruinado, Tsunade no pudo evitar maldijerse a sí misma en voz alta, llena de frustración y desazón. Mientras tanto, Shizune observaba la escena llena de ternura y comprensión. No pudo evitar soltar una pequeña risa ante la situación, encontrando el momento tierno y algo gracioso todo al mismo tiempo.
Shizune, con una sonrisa afectuosa, se acerca a Tsunade, aún recostada en el piso y se agacha a su altura. Observa el desastre alrededor y la frustración de Tsunade, y le dirige una pregunta con un tono lleno de curiosidad y ternura.
- ¿Por qué querías hacer un pastel y, de paso, también destruir la cocina?
Tsunade, aún sentada en el piso y con una expresión abatida, levantó la vista hacia su esposa y suspiró ligeramente antes de responder.
- quería hacerte una sorpresa - dijo ella, en un tono algo frustrado todavía. - Pensé en preparar un pastel para ti, pero... bueno, ya ves cómo salió.
Tsunade siente las manos de Shizune acariciar su rostro, y su expresión adolorida comienza a suavizarse al sentir los suaves toques y el beso amoroso que le da su esposa. Su frustración y decepción comienzan a desvanecerse ante el afecto de su esposa, y responde al beso con ternura y amor.
Después del afectuoso beso, Shizune se aleja y se incorpora, manteniendo una sonrisa llena de afecto en el rostro. Observa a Tsunade, aún en el piso, y le dice:
- Te amo.
Luego, le extiende una mano para ayudarla a levantarse y añade:
- ¿Qué te parece si limpiamos esta cocina, nos damos un baño juntas y luego hacemos un nuevo pastel?
Tsunade asiente con la cabeza, sonriendo ante las palabras de Shizune. La frustración y decepción que sentía antes se desvanecen por completo ante el afecto y la comprensión de su esposa. Con un suspiro de resignación y felicidad, respondé:
- Supongo que eso me pasa por intentar sorprenderte con un pastel. Bien, entonces vayamos a limpiar este desastre y después relajémonos un rato en la ducha. Después, podemos intentarlo nuevamente a hacer un nuevo pastel juntos.
Una sonrisa llena de afecto se dibuja en el rostro de Shizune mientras continúa acariciando suavemente el rostro de Tsunade. Con un tono lleno de afecto y agradecimiento, le dice:
- Sabes, esto significa mucho para mí. Amó que intentes hacer estas cosas por mí, incluso si no resulta como esperabas. Ver que te esfuerzas así solo para hacerme feliz me llena de felicidad también.
Shizune se acerca aún más a Tsunade y comienza a llenar su rostro lleno de harina con besos. No le importa que su rostro también se manche con la harina en el proceso, lo único que importa es demostrarle su afecto a su esposa. Sus labios tocan toda la frente, las mejillas, la nariz y los labios de Tsunade, dejando un rastro de besos llenos de cariño.
Tsunade siente cómo Shizune la llena de besos en la cara, y aunque se siente un poco avergonzada por el estado en el que está, no puede evitar derretirse ante la ternura y afecto de su esposa. Sus mejillas se vuelven rosa por las caricias y los besos, y un pequeño suspiro lleno de felicidad escapa de sus labios. Shizune continúa con sus muestra de afecto y acercarse aún más a Tsunade. Observa el pequeño rastro de betún en su barbilla e impulsivamente, comienza a lamérselo. Sus labios y lengua se mueven suavemente sobre la piel de Tsunade, limpiando el betún de una forma bastante sensual.
Al sentir la lengua de Shizune limpiando el betún de su barbilla, y el cosquilleo agradable que provoca, Tsunade no puede evitar soltar un pequeño jadeo de placer. Su rostro se sonroja ligeramente y un escalofrío recorre su espalda.
En un intento por recuperar la compostura, Tsunade murmura algo entrecortadamente
- Creo que... es mejor que limpiemos ya.
Shizune suelta una pequeña risita ante las palabras de Tsunade y acepta limpiar, pero añade con un tono travieso y llena de deseo:
"Lo haremos, pero quiero avisarte que esta noche no solo probaré el pastel. tendré en la cama otro tipo de 'postre'."